La leyenda de los seis caminos

Los cristales

Los cuatro compañeros aún seguían a la pareja extraña al no saber a donde pudieran escapar. Claro que podían hacerles una paliza a los dos, pero no querían causar un disturbio, especialmente en un lugar que no conocían de nada. Por lo que estaban prácticamente indefensos y rodeados todo el tiempo en cualquier lugar.

-Ahh, ya llevamos alrededor de quince minutos y todavía no llegamos a algún lugar. Yo podría recorrer toda la aldea de un lado a otro en ese mismo lapso de tiempo.- dijo aburrido Naruto agarrando una roca del suelo y empezando a lanzarla al aire repetitivamente.

-Que bien que dices eso, ya que probablemente como cualquier cliché, nos vamos a encontrar con nuestro destino dentro de poco.- dijo Kimi confundiendo a los demás y a ella misma por la palabra "cliché" que no sabían ni siquiera que significaba. Pero efectivamente como dijo Kimi, giraron en la esquina de una cuadra para encontrarse con lo que parecía ser una mansión.

-Bien, ya llegamos a mi casa. Cono podrán ver por ese hollo es por donde ustedes llegaron.- dijo Inai señalando un hollo en el techo de su casa, que parecía que echaba humo. Por lo que a los tres, Kimi, Naruto, Fudo, les salió una gota de sudor en su nuca. Mientras tanto Gai murmuraba algo sobre "su aterrizaje perfecto" y cosas así, lo que hizo que la gota de sudor de los tres aumentara en tamaño.

-Me podría decir porque nos trajo a su hogar. Claramente podría ser una trampa para atraparnos. Acaso usted cree que podemos confiar en usted?- preguntó Fudo rompiendo el pequeño silencio que había. Pero en ese instante una brisa se hizo presente detrás de Fudo, quien ni se inmutó ante la velocidad de el ser encapuchado.

-Le recomiendo que confíe en Inai-sama. Si no, ustedes morirán ante los ojos de toda la población, y eso no da gusto.- dijo el encapuchado antes de desaparecer de el lugar y reaparecer al lado de Inai.

-Sin mas interrupciones, entremos a mi casa, que les quiero explicar algo. Así que les sugiero no pongan resistencia o armar un alboroto, porque podría alertar a la aldea.- dijo Inai mientras abría las puertas de la enorme casa y entraba sin preocupaciones. Y al igual que la persona encapuchada, el equipo proveniente de Uzu seguía a la líder de la aldea.

Al entrar, el grupo se maravillo ante la decoración de tal casa, ya que estaba llena de cristales en el techo y en la parte superior de las paredes. También, la mayoría de paredes eran de un color blanco, y los cristales de este mismo color, color negro, amarillo claro o un azul muy claro, algo muy hermoso a la perspectiva de todos. Las escaleras eran del mismo color al igual que la pared y el suelo, y tenía las barandillas de madera y un tapete rojo que lo recorría por completo. Pero dejaron eso de lado y subieron las escaleras hasta llegar al tercer piso, donde entraron en un cuarto bastante bonito, que tenía una gran mesa en medio con muchos asientos, un cuarto de reuniones.

-Bien, ya están sentados, les podré explicar algunas cosas. Al igual que ustedes me digan otras cosas, entendido?- aclaró Inai recibiendo una asentimiento por parte de los cuatro invitados al ya estar sentados. -Primero les haré una pregunta, de donde vienen? Ya que parece que están haciendo un viaje o alguna misión, y para nosotros es importante que sepamos.- dijo Inai poniendo serios a Fudo y a Naruto.

-Les contestaremos si contestan está pregunta. Cual es su relación con las cinco grandes aldeas escondidas?- dijo Fudo sorprendiendo a Inai y a la persona encapuchada. Pero ella decidió responder los mas honesto posible,

-Hace tres o cuatro generaciones, cuando las cinco grandes aldeas se habían formado, esta aldea igualmente empezó a hacerse. Solo que al intentar aliarnos con las demás aldeas no los negaban, y no podíamos conseguir comida ni recursos fácilmente. Entonces no tenemos ninguna relación, y no nos llega ninguna noticia del mundo exterior hasta que nosotros mismos investiguemos. Ahora si, pueden contestar nuestra pregunta, si o no?- explicó la líder haciendo que los cuatro soltaran un enorme suspiro de alivio y estaban mucho más tranquilos. Pero por el otro lado, la persona encapuchada estaba en asombro por que su líder revelara información a personas que podrían ser espías.