Capítulo 4*EDITADO*

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Me despierto algo confundida, me duele todo, es como si hubiera corrido un maratón entero. Después de algunos segundos intento recordar lo que pasó y me miro el dedo, tengo una extraña cicatriz de color gris muy brillante que va desde la punta hasta la mitad del dedo.

-¡Auch!-Con sólo tocarla me duele, maldición.

Me levanto poco a poco del piso y se ve que es tarde, aún no se mete el sol, pero quiero pensar que me desmaye por largo tiempo.
Escucho voces a lo lejos que dicen mi nombre, son los chicos así que hago mi mayor esfuerzo por gritar lo más alto que se pueda.

-¡Aquí estoy! ¡Aquí estoy!......¡¿Leslie!? ¡¿Saúl!?-Parece que no me escuchan, bajo de la colina y camino hacia donde estaba el campamento, escucho ruidos y camino hacia atrás mirando a todos lados hasta que choco con Leslie repentinamente.

-¡¡Wendy!!, maldición ¿dónde rayos estabas?, llevamos media hora buscandote.-Me tiene agarrada por los hombros muy sorprendida.

-Yo.....yo......me perdí.-Balbuceo un poco, pero prefiero no contarle la verdad. Leslie sería capaz de llevarme hasta el hospital y llamar a la Guardia Nacional si es necesario y eso es lo que menos quiero en éste momento.

-¡Wendy!-Los demás vienen por un costado.

-¡¿Donde estabas!?.

-¡¿Te pasó algo!?.

-¡¿Te encuentras bien!?.

Al parecer todos quieren saber lo sucedido conmigo y los entiendo, me desaparecí de la nada en un gigantesco bosque. Su preocupación es obvia.

-Ya se los dije me perdí.-Aseguro con voz cortante. No quiero parecer nerviosa pero mi voz me está delatando.

-Mi papá vendrá por nosotros en 15 minutos, le dije que se tardara más. Pero oye, podrías habernos gritado ¿sabes?-Saúl me pone al tanto mientras me regaña.

-Sí, lo siento pero....entonces, ¿que horas son?-Necesito saber porque mi madre se preocuparía.

-Pues.-Harry se levanta la manga para ver su reloj.-Las dos y media.-contesta mirando su muñeca.

-¡Joder! Le dije a mi madre que llegaría a la 1:00, ahora me matará.

-¡Es tu problema!, para que te pierdes. Simplemente podrías habernos gritado o tratar con señales de humo, yo que sé.-Leslie quiere recordarme que fue mi culpa.

Caminamos hasta el campamento
para ver que nada se nos haya olvidado y bajamos hasta el estacionamiento, mientras Leslie vuelve a preguntar a dónde me  había metido y yo sigo sosteniendo mi versión de haber estado perdida.  Suena el claxon, el papá de Saúl ha llegado.
Corremos al auto apresurados.

***********************

Después de casi hora y media de camino soy la primera en llegar a mi casa y para mi sorpresa mi madre me espera con los brazos cruzados y dando pequeños golpecitos con su pie derecho.
Se ve muy molesta, pero trataré de explicarle lo que pasó (obviamente con mentiras).

-¿Dónde estabas?-Su tono suena serio, estoy segura que del castigo que me espera no me salvaré.

-Había mucho tráfico, fue difícil llegar.-Esa parece ser la mejor excusa a mi alcance, quiero sonar creíble y no nerviosa.

-¿Porqué no llamaste en todo este tiempo?-Es astuta, seguro una semana sin poder salir. Genial.

-¡Pues no había señal!, juro que lo intenté, cientos de veces.

-Aún así, no cumpliste con las reglas y ya sabes las consecuencias, una semana castigada.-Sus palabras son firmes y claras.

-Bien, lo acepto.-No me queda de otra de todas formas me lo merezco.

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