De repente, como si hubiera saltado a otro recuerdo, mi campo de visión me permitió ver un lavabo visto desde arriba, como si tuviera la cabeza agachada.
Seguía siendo la misma mujer.
Lentamente fue levantando la cabeza... tenía su pelo corto castaño tapándole la cara.
Entonces, todo se volvió oscuro y escuché un vidrio rompiéndose, como si se cayera al suelo partiéndose en mil pedazos...
Abrí los ojos.
Estaba de nuevo en el baño de la cafetería empapado por un sudor frío que me recorría el cuerpo entero mientras un hilo de sangre salía de mi nariz.
Me lavé la cara y volví a mi mesa, sobre la cual se encontraba una taza de café sobre un patillo y, al lado, una bolsita de azúcar moreno.
Me volví a sentar y como siempre, tomé un primer sorbo al café.
Amargo, como siempre.
Eché todo el azúcar en la bebida y lo removí.
Ahora estaba dulce.
Hacer eso se había convertido en una costumbre para mí, me gustaba hacerlo. Por alguna razón, me hacía sentir vivo.
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My Own Nightmare
Ficção Geral"...Yo no diría que la ouija es un juego, ya que es más bien ello lo que juega contigo, seguramente diréis -Qué original, ¿no?- Bueno, eso era lo que yo pensaba hasta que me encerré en mi propia pesadilla, y todo por querer volver a verla..." Acaba...