Narra Anne:
Abro las ventanillas del automóvil para sentir la brisa fresca de la noche entrar y estamparse en nuestra piel.
Riker, a mi lado, sonríe como nunca antes y yo he sonreído de esta manera durante tanto rato que las mejillas me duelen, sin embargo, no puedo dejar de hacerlo.
No tenemos necesidad alguna de hablar para que ambos entendamos la dicha que siente el otro.
Después de esta noche, todo cambiara para siempre.
Me tomo mi tiempo para observar con atención el hermoso anillo que me adorna y que lleva poco menos de dos horas ahí, justo desde que Riker se arrodilló frente a mí y lo puso con delicadeza en mi dedo, donde se quedará para siempre.
Siento el corazón querer estallar dentro de mi pecho al imaginarme que dentro de unos meses, seré una dichosa novia vestida de blanco.
Suspiro.
—Y ahora, Riker, ¿a dónde me llevas?— pregunto, cuando caigo en cuenta de que no lo sé.
—Ya verás— responde él, apretando cariñosamente mi mano que está unida a la suya.
—Me parece que ya son muchas sorpresas por hoy... Por favor, ¿podrías decirme a donde vamos?
—Bien— responde riendo— iremos a ver a tus padres. ¿Creías que me había olvidado de ellos?
—Y ¿no tienes, no sé, nervios?
Riker suelta una carcajada.
—¿Que si no tengo? Annie, estoy muriendo de miedo... Pero, mereces que sea valiente por ti.
Mi sonrisa se expande aún más.
Cuando el psicópata del auto de atrás nos da un golpe en la defensa trasera.
—¡Imbécil! — Le grito cuando pasa por un lado nuestro para rebasarnos.
Sin embargo, como no sucede nada más que un golpe y el susto, Riker y yo empezamos a reírnos.
Andamos no más de un kilómetro, cuando otro auto se empareja con nosotros y golpea el automóvil de Mark haciendo que la puerta del lado del copiloto se hunda y por poco me haga daño.
—¡¿Qué les pasa?! — grita Riker acelerando para dejar atrás al 'tarado busca-problemas'— mi padre no estará contento con esto— comenta furioso.
—Tranquilo— le aconsejo, poniendo mi mano con suavidad sobre su pierna para calmarlo.
Pero el sobre salto no se pasa, porque solo unos metros más y nos encontramos con el auto que nos agredió primero.
Por el retrovisor veo venir el carro que habíamos dejado atrás y otro más, justo detrás.
—Esto no está bien— digo con el pánico perceptible en la voz.
—¿Tienes puesto el cinturón de seguridad?— me pregunta Riker con voz tensa. Me parece increíble como es que puede actuar como si lo tuviera todo bajo control, porque lo conozco bien y sé que tiene mucho miedo, igual que yo.
—Si— alcanzo a decir.
El automóvil de mi lado derecho nos da otro golpe que hunde aún más la puerta y quiebra la ventana.
—¡Riker!— grito por instinto. Veo como el auto de atrás se nos acerca peligrosamente y el de al lado se abre.
«Nos va a chocar. Nos va a chocar y yo no saldré viva» pienso, un segundo antes de que vea venir hacia mi, a toda velocidad a éste último carro.
Pienso en decirle a Riker algo como: te amo, pero no lo hago. En este momento no tengo voz. Simplemente volteo a mirarlo. Si voy a morir, quiero que lo último que vea sea a él.
Entonces, cuando espero recibir el impacto que seguro me matará, veo que mi novio hace lo más osado y peligroso que ha hecho en su vida: da un volantaso que nos hará caer en la cuneta del camino pero que también, me salvará la vida.
Siento el vértigo en el estómago cuando el auto se despega del pavimento, sé que está vez todo el impacto lo recibirá Riker... y después, ya no sé nada.
El cielo oscuro moteado de plateadas estrellas que iluminan la noche, mientras el fresco aire proveniente de la playa lo impregna todo con su aroma de océano.
Estoy entrando al restaurante, tomada de la mano de Riker.
Ross, Rydel, Rocky y Ratliff, tocando la canción de Marry You.
Mi novio cantando para proponerme matrimonio.
Y la vista se oscurece.
Abro los ojos, antes de notar el calor que recorre mi brazo: sangre.
Con horror, veo a Riker a mi lado, cubierto de cortadas en la cara y con los ojos cerrados.
—Riker— lo llamo, pero no da señales de vida —¡Riker! —le grito desesperada. ¡Debe de escucharme! No pudo haber... no, no, no— ¡Riker, porfavor! —siento las lágrimas empezar a brotar y luego, no puedo hacer más que susurrar mientras lloro: —Riker, no. Por favor, no me dejes. No puedes dejarme, Riker. Por favor, por favor.
Escucho a lo lejos el sonido de una ambulancia y veo luces rojas y azules acercarse.
«Alguien debió de haberse accidentado» alcanzo a pensar, sin mucha coherencia y luego... nada, solo oscuridad.
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I can't forget about you
Romance"La noche estaba preciosa cuando miré al cielo antes de entrar en el elegante restaurante, de la mano de mi novio Riker. Y tras una velada impresionante, todo parecía perfecto, sin embargo, en un par de segundos, el destino cambió y me arrebató lo q...