Estoy en lo profundo de tu mente sin que te des cuenta, me encuentro observando con sigilo cada uno de tus pensamientos y "planes" que supones que te ayudaran para ser feliz aunque sea un mínimo segundo. Me parece tan gracioso y ridículo cuando te das ánimos y dices que podrás salir de esta; tratas de arreglarlo con una simple frase motivacional, en el fondo sabes que no es así. Después de intentar de todo, vuelves a caer en mí, por las noches es cuando me deleito al verte llorar abrazando a la almohada deseando que alguien te rescate y mate lo que te hace debil, esa sensación que penetra tus huesos y te hace sentir tan inseguro. Simplemente te engañas porque cada vez que intentas dar un paso yo estoy diez delante de ti riéndome de tu fracaso o de tu miedo al no intentar cualquier cosa que te genere inseguridad; la verdad siempre es la misma secuencia contigo y creo que ya me aburro por eso te daré un tiempo para que vueles alto hasta donde yo decida, tendrás tus alas, sin tantos agujeros por un tiempo. Anhelo que lo disfrutes porque luego me toca volver a mí para arrancarte pluma por pluma.