La piel se me erizó debido a la brisa que había recorrido mi espalda, me abracé a mi misma y seguí caminando por el pasillo, mirando siempre sobre mi hombro. Estaba en el lugar más turbio de Seúl y me paseaba por allí con un vestido corto y escotado.
Acababa de volver de una fiesta y pues antes de ir estaba feliz ya que mi vestido era estupendo, ahora lo usaba para caminar por las calles menos transitadas donde cualquier pervertido podría raptarme y no tendría escapatoria o alguien que me ayudase. Claro que antes había pensado en cómo volver, confié en mi hermano incluso dejando dinero para un taxi en casa.
Apresurada mi paso, cada vez daba zancadas más largas y el ruido de los tacones resonaban. Creí oir a un par de personas cerca, pero sólo había sido mi imaginación o al menos eso esperaba.
El cielo nocturno se iluminó en segundos, luego el suelo tembló por aquel trueno. Estaba a punto de llover y aún no estaba ni cerca de mi hogar, saqué el celular de dentro del escote y marqué el número de mi hermano. Éste no dio señales de vida. Jamás volvería a confiar en él si después de que me haga alguna promesa debía atravesar aquel barrio sola. Si al menos vivía para volver a hablar con él.
Debía tomar la esquina siguiente para poder ver mi casa pero justo allí, debajo de la farola apagada habían algunas personas. Me detuve y me coloqué cerca de la pared de un local cerrado esperando que esas personas se fueran. Quedé esperando allí por unos minutos y aquel grupo parecía decidido a quedarse ahí toda la noche. Mi celular sonó con aquel timbre molesto, ya saben, esa canción de Navidad, era hora de darle su medicación al perro. Los sujetos de la esquina me observaron queriendo sacar mi celular desesperada, tenían los ojos puestos en mi y una sonrisa macabra se había formado en el rostro del hombre más robusto. Y vi, como si fuese un rayo de luz, una cara conocida que venía hacia mi desde aquel grupo de tipos.
—Ni se atrevan a mirarle, es mía—dijo. Un escalofrío recorrió mi cuerpo mientras el castaño se acercaba a mi con las manos en los bolsillos de su jersey. —¿Qué demonios haces aquí tu?
Hola
si en algún momento de la narración las rayas de diálogo se cambian por guiones es culpa de wattpad, no mía. Y si llegan a leer algún nombre de cualquier integrante de bts es porque esta novela era sobre tae
Disfruten🌷
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trust me, i tried it [hongjoong]
FanficShiann estaba tan sumida en su rutina que olvidó cuando fue la última vez que había sentido algun tipo de atracción hacia alguien. Hongjoong por otro lado, estaba más que acostumbrado al tacto de las mujeres, excepto a los cálidos abrazos de Shiann.