Prólogo

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Este no era un día común y corriente para Mobius, hoy se celebraba el cumpleaños número 18 de la princesa Sally Acorn, que por fin cumplía la mayoría de edad y ocuparía un puesto importante en el cuidado y protección del Reino.

Por eso, todo el pueblo estaba invitado a celebrarlo, todos se reuniría en el gran salón para festejar hasta el amanecer. Por eso todo el Team Sonic, la seguridad de más alto rango de todo el Reino, estaba preparándose para asistir a aquella gran fiesta.

-Estoy muy feliz por Sally, al fin será mayor de edad -comento contenta una eriza rosa mientras se peinaba-

- Lo se cariño -Contesto la murciélago albina arreglando sus uñas- Esa ardilla al fin nos podrá apoyar como se debe-

- No hables de ella Rouge, Sally siempre nos ha apoyado con todo lo que ha podido, sólo que sus deberes como princesa la mantenían ocupada -dijo la eriza sacando su vestido para la fiesta-

-Y ahora que es mayor de edad, el tiempo le faltará -murmura una pequeña conejita de 13 años, a lo que sus amigas suspiraban algo frustradas-

Cuando por fin terminaron de arreglarse las hermosas féminas Rouge, Cream, Amy y Blaze, fueron a la sala donde sus amigos las esperaban aburridos. Y ahora ya todos listos, y con el reloj en la hora, se fueron en el Tornado X al castillo. Mientras contaban algunas bromas y hablaban de su increíble amiga cumpleañera.

-¡Hoy nos divertirnos en grande! -grito emocionada la eriza rosa abrazando a su ardilla amiga-

-Claro que si Amy, pero no demasiado, no quiero tener sobrinos tan pronto -Bromeó mientras pasaba su brazo por encima de la contraria-

-Tranquila Sal, seguiré virgen hasta que me casé -susurro divertida-

-Eso esperemos -y con esto ambas rieron , hasta que escucharon una trompeta avisando el comienzo de la presentación de la familia Real- Me tengo que ir, los buscaré una vez que todo esto termine -La rosada asintió mientras su amiga desaparecía entre la multitud de Mobians-

Como tradición, ante todo el Reino presentaron a la princesa, como cuando recien habia nacido pero ahora ya mayor de edad, mostrando su madurez y ahora con su cargo nuevo como protectora de Mobuis. Obviamente aún no era la reina hasta que sus padres fallecieron o ellos decidieran darle el trono, esto sólo era un indicador de una mayor responsabilidad real y una preparación para ser la futura Reina de Mobuis.

Una vez ya terminada la presentación, la fiesta comenzó, comenzando a resonar la música por todos lados, con los dulces ya servidos, y con todos bailando. La princesa fue en busca de sus amigos que estaban en una mesa todos juntos comiendo y bebiendo.

Mientras más avanzaba la fiesta, los integrantes del Team Sonic comenzaban a pasarse de copas, la princesa Sally que aún se mantenía de pie, les ofreció habitaciones para que descansarán, y algunos aceptaron pero otros se quedaron a beber y a disfrutar de la fiesta.

Esta fue una larga noche de diversión en grande, casi todo el Reino unido para compartir una gran fiesta, algunos pasados de copas y otros que sólo se dedicaron a comer y bailar.

Mientras que en una de las habitaciones, nuestra querida eriza rosa, se despertaba poco a poco. Cuando ya estaba más consciente miro todo a su alrededor, viendo toda su ropa tirada por el piso y ella complemente desnuda. Miro bajo las sábanas y vio una mancha algo blanca con roja, lo cual sólo le dio asco.

Con la sabana envuelta en su cuerpo se levantó para ver algún rastro que le permitiera ver con quien había estado, pero no había ropa de algún chico. Así que busco por todas partes y bajo la cama encontró un calzoncillo negro con un borde blanco.

Ahora si que no tenía dudas que había perdido su virginidad con un chico, y lo peor es que no sabía con quien. Así que se metió a bañar, y se colocó su ropa, y busco por toda la habitación algo más que mostrará con quien había estado, pero nada. Sólo aquel calzoncillo de talla M

-Mierda, Mierda, mierda, mierda... -Pronunció la eriza evitando gritar de desesperación- ¿Y ahora qué hago? ¿Qué le diré a los chicos? ... Un momento, ellos no tienen porque saberlo

¡Hey! Tu eres míaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora