El amor era tan amargo, sentía el pecho oprimido, dolía tanto, ya habían pasado varias horas desde que se enteró de la cruel verdad, ya era de noche y Naruto le había enviado varios mensajes y echo muchas llamadas pero él no contesto ninguna, no tenía el valor de hacerlo sin echarse a llorar o gritarle, aún no decidía que haría, sería más conveniente confrontarlo al día siguiente? No sabía qué hacer, era obvio que debía confrontarlo y dejarlo porque eso no había manera de cómo poder perdonarlo y quizás el rubio ni siquiera iba a pedirle su perdón, después de todo lo hizo por jugar y divertirse un rato sin importarle las consecuencias, no le importaría su dolor.
Su celular siguió sonando, lo ignoro todo lo que pudo, no hacía ni el intento de abrir los mensajes, no podía hacerlo, al final decidió entrando la noche tratar de dormir lo que se le complicó en demasía, solo rodaba por la cama pensando en toda la situación lo cual provocó que al día siguiente se notará su semblante desvelado y cansado, sus padres preguntaron por su estado pero él solo se excusó con que había tenido insomnio por el estrés de la escuela y los exámenes prontos a realizarse, convencidos por la respuesta ya no preguntaron más, después de desayunar, realmente picar solo un poco de su desayuno porque aún sentía un nudo en su estómago, tomo sus cosas y emprendió salida de la casa, cuál fue su sorpresa al encontrar fuera de esta al causante de su profundo dolor, el ojiazul estaba recargado en su auto de brazos cruzados y con el entrecejo fruncido cuando divisó a Sasuke, se enderezó y dio unos pasos hacia él, dudoso el pelinegro hizo lo mismo con las manos tensas en las correas de su mochila y con el pánico y la rabia apoderándose de él.
- no contestaste ninguna llamada o mensaje- acuso con molestia en la voz-
- Me sentía mal y dormí casi toda la tarde- y no pudo…- además el celular estaba en silencio- por qué no tenía el valor de gritarle en la cara?... Sentía que quizás ese no era el momento, mucho menos al frente de su casa-
- Pensé que algo malo te había pasado- suspiro quitando el semblante enojado- te ves desmejorado
- Mmm no fue mi intención- dijo sin mirarlo- aún me siento un poco mal
- Iras así al colegio?
- Sí
- Seguro? No será mejor que te quedes a descansar?- insistió preocupado-
- No, tengo que ir ya no me siento tan mal- mintió nuevamente-
- Bien- suspiro-andando antes que se nos haga tarde
- Bien- lo siguió en silencio al auto y juntos se dirigieron a la escuela-
- Te veo en el almuerzo- le dijo a forma de despedida al ir caminando por los pasillos a sus respectivas aulas-
- Eh… no, hoy quedé con Gaara- informó de forma seca-
- Bueno será hasta la salida entonces, hoy acaban nuestras clases a la misma hora- sonrió esperanzado-
- Es verdad, te veo después entonces- el rubio se acercó a él dándole un beso en la mejilla, Sasuke sintió una punzada de dolor-
- Nos vemos Sasu- se despidió siguiendo su camino al pasillo contrario, perdiéndose entre los alumnos que igualmente iban a sus aulas-
Se sentía vacío, prácticamente caminaba por pura voluntad, pero se miraba su semblante sombrío y sin expresión alguna, mejor se hubiera quedado en casa. Se dirigió hacia su aula para poder tomar sus clases a las cuales no presto casi nada de atención por suerte sus maestros no se percataron de su estado ausente, las clases prosiguieron lentas, cómo dijo para la hora del almuerzo no la pasó con Naruto pero tampoco con Gaara, había mentido que quedó con él, nunca había mentido tanto, en lugar de ir al comedor se escondió en la azotea, el rubio no iría ahí después de todo pensaba que estaría con Gaara.
………..
El rubio estuvo pensativo entre las clases, el suceso con Sasuke desde ayer al no contestar sus llamadas y el de hoy al observarlo tan distante, se sentía preocupado, él le dijo que se sentía mal, y si tenía alguna recaída? La angustia lo carcomía, iría a buscarlo en el descanso para ver cómo se encontraba y después al ver si está bien lo dejaría con el pelirrojo, Sí eso haría pensó el rubio.
Cuando dio la hora esperada salió en busca del doncel, al llegar a los comedores vio pocos alumnos, quizás se había apresurado más de la cuenta, esperaría con sus amigos en lo que el pelinegro aparecía, pero cuál fue su sorpresa que pasaron varios minutos y cuando por fin apareció el pelirrojo estaba solo, lo vio acercarse a tomar una charola con alimentos y sentarse en una de las mesas con otros donceles y chicas.
- Ahora vuelvo- avisó Naruto a sus compañeros sin esperar una respuesta y echándose a andar atravesando el lugar, sus amigos lo miraron extrañado por su comportamiento pero lo dejaron pasar-
- Hola Gaa-chan- saludo y el mencionado volteó a verlo con espanto-
- Por un momento pensé que eras Sai- suspiro, el rubio río y los ahí presentes suspiraron y se sonrojaron al ver y escuchar a ese guapísimo y popular chico- hola Naruto
- Te tiene traumado eh?- dijo en broma, el otro rodó los ojos-
- Algo así, por cierto donde dejaste a Sasu?- pregunto extrañado-
- Eh? De qué hablas?- hablo confundido- Sasuke me dijo que almorzaría hoy contigo
- No, te equivocas él me dijo que almorzaría contigo- contradijo-
- No, esta mañana me dijo eso- frunció el entrecejo-
- Oh! Eso quiere decir que él nos…
- Mintió…- susurro completando la frase, los presentes en la mesa escuchaban a hurtadillas pero realmente no entendían la situación, Gaara para tener un poco de privacidad se levantó de su lugar para poder hablar en susurros con él-
- Sabes lo note extraño- dijo pensativo- crees que algo le esté pasando?
- No lo sé, bueno me dijo que desde ayer se sentía enfermo pero realmente si que estaba extraño por la mañana- relató con congoja-
- Quizás debamos ir a buscarlo
- Lo haré yo, tu termina tu comida- sonrió- cualquier cosa te aviso, a lo mejor no es nada malo
- Sí, espero solo sea nuestra exageración- le devolvió la sonrisa- si necesitas ayuda dime
- Claro, nos vemos
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"POR UN JUEGO"
RomanceEs realmente algo hermoso el enamorarse profundamente de alguien y más cuando eres correspondido, todo el romance la forma en que se conocieron, los momentos,... pero que pasa si te enamoras por un juego que creías inofensivo, sin pensar en el daño...