8va parte "Candil a media luz"

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Al llegar a la tienda entre la baratijas que ahí vendían busqué un candil, no se encontraba a la vista, por lo que pregunte al sr en la tienda, este me dijo - ven pásate- ahí fue cuando la vi, era linda, perfecta, con ella aclararía mi camino por la Laguna en la noche que de misterio me alimentaría más que respuestas, así que no lo pensé 2 veces y la compré.

De regreso ya la luna se asomaba detrás de esas nubes, los vientos volvían a soplar y las lámparas del sendero no dejaban de parpadear, de pronto la luna se reafirmó como la luz más prominente de esa noche, cabe decir que las lámparas la respetaron y de su luz no se supo saber qué pasó. Yo seguí paso firme prendí mi candil y arropado encogido en brazos continué. Las sombras de mi alrededor eran siniestras y espeluznantes, ya llegando hacia ellas con la luz del candil, no eran más que ramas y arbustos jugando bromas y asustando mi determinación. La desviación fue anticipada desde que salí de la tienda, mi trayecto era fijo y ya la Laguna me esperaba. Ahí entendí que como paradoja vino a mi mente otras más madrugadas que como sonámbulo contemplaba su pureza escondida entre noches más incomprensibles.

La llama del candil a medio morir, explicaba él porque se rehusaba a apagarse, pero entendía que era solo yo quien debía de enfrentar mi desenlace..

Laguna del mil rocasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora