Como todas las mañanas tío Vernon se encontraba leyendo el periódico mientras esperaba su desayuno, el cual preparaba su querida esposa Petunia en la cocina, el gesto de la mujer denotaba irritación ya que Dudley estaba haciendo berrinches porque quería que le compraran un traje elegante muy caro que todos los estudiantes tenían para la celebración de navidad. El muchacho siempre obtenía lo que pedía, pero esta vez no era así.
Los tíos de Harry siempre complacían en todo a su primo, sin embargo esta vez le indicaron esperar hasta a mediados del año para comprarle el traje por motivo de que podía cambiar de talla. Lo dijeron sutilmente para que el muchacho entendiera, pero lo que en realidad temían era que engordara más durante todo el año y cuando llegue el momento de ponerse la ropa, no le quedara. Dudley no era comprensivo y continuaba con sus rabietas ya que todos sus compañeros de clase presumían tener lista su vestimenta y él era el único que no lo tenía.
Harry se encontraba sentado comprendiendo la situación y es que su primo había engordado mucho durante los últimos años, tanto que ya no cabía en la silla. De pronto tocaron la puerta e inmediatamente tío Vernon atendió y luego de unos minutos entró con un sobre en la mano, lo abrió y comenzó a leer. La carta indicaba una invitación para Harry a los Mundiales de quidditch, incluyendo quedarse a dormir con los Weasley lo que quedaba de vacaciones de verano.
El domingo llegó pronto y la familia de Ron fue a recoger a Harry a su casa. Al llegar a la madriguera de los Weasley, el muchacho le contó a sus amigos Ron y Hermione como había persuadido a su tío Vernon para que lo dejara salir. Al día siguiente todos se levantaron muy temprano para encaminarse a la colina más alta, lugar en el cual aguardaba un objeto que permitía trasladarse al campo donde se llevaría a cabo los Mundiales de quidditch. En la colina se encontraba un señor mayor junto a un joven muy apuesto. El señor Weasley los presentó.
-¡Por las barbas de Merlín! ¿Harry? ¿Harry Potter?
-Ehhh... Sí- Contestó Harry.
Harry se sintió incómodo por la manera curiosa en que el papá de Cedric fijó sus ojos a su cicatriz. De pronto todos se colocaron alrededor de una bota sucia y vieja sujetándola con fuerza hasta que sus pies se despegaron del suelo. Su cuerpo giraba velozmente como si estuviera volando y después de unos minutos aterrizó con brusquedad. Se trató de reincorporar pero Ron tambaleó contra él y lo hizo caer. Miró a Fred tenderle una mano a Hermione para ayudarla a levantar y luego notó a George hacer lo mismo con Ginny.
-¿También necesitas ayuda? - Preguntó Cedric sonriente tendiéndole su mano para ayudarlo a levantar.
-Gracias. - Respondió Harry y caminaron juntos hasta llegar a un campo lleno de tiendas.
Cedric y su padre se dirigieron al otro lado del campo, mientras que los demás fueron guiados por el señor Weasley a su tienda, la cual era muy espaciosa por dentro. El muchacho estaba asombrado por lo grande que era el interior a comparación del exterior ya que por fuera se veía como una tienda pequeña de cámping. Después de cenar acudieron al partido tan esperado. Harry compró omniculares para sus amigos y para él, aunque deseaba comprarse todo lo que los vendedores llevaban en las bandejas o carritos.
El estadio era enorme y todos sus asientos estaban ocupados por magos y brujas emocionados. El partido dio inicio presentando las mascotas de los respectivos equipos. Los tres muchachos se sentaron juntos y vieron a través de sus nuevos omniculares, los cuales se podía retroceder las jugadas cuantas veces quisieran e incluso quedaban grabadas para poder visualizar otro día. Ron gritó emocionado cuando salió su jugador favorito Viktor Krum. Sus dos amigos pegaron un brinco ya que estaban al lado de él.
Durante el partido, Ron estaba perdido admirando a la gran estrella Viktor Krum y lanzando todo tipo de comentarios positivos respecto a él. Harry y Hermione no paraban de reír dejándose contagiar por la euforia del pelirrojo. Cuando de pronto el público comenzó a silbar y abuchear.
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Tres pasos de baile confirman una historia de amor.
FanfictionBésame en tiempo de vals Un, dos, tres; un, dos, tres Sin parar de bailar Haz que este tiempo de vals Un, dos, tres; un, dos, tres No termine jamás. Esta historia de amor comenzó a surgir hace mucho tiempo. Sin embargo, estaba esperando la ocasión n...