Capítulo 04

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El tiempo pasó volando y la primera prueba cada vez estaba más cerca. El director dio permiso a todos los estudiantes de tercer año en adelante para que visitaran el pueblo de Hogsmeade. Harry acompañó a Hermione con su capa de invisibilidad ya que se había convertido en el tema principal de comentarios mal intencionados y burlescos. Quería pasar desapercibido la mayor parte del tiempo posible y era probable que se encontrara con más de un conocido en Las Tres Escobas, que era el lugar hacia donde ambos caminaban.

-Parezco una tonta hablándole al aire. - Suspiró Hermione, mientras notaba como algunas personas que pasaban por su lado la miraban con el ceño fruncido y confusas.

-Era la única manera de salir para evitar inconvenientes. - Susurró Harry a su lado, debajo de la capa y sonrió cuando pudo apreciar la cara molesta de su amiga tratando de buscarlo, lo cual era imposible. -No te ves como una tonta.

-¿Bromeas? De seguro me veo graciosa buscando tus ojos en estos momentos. - Susurró también un poco desesperada por no poder ver absolutamente nada de él. De pronto se escuchó la risa del muchacho. -No te burles, me molesta no saber si estoy hablando hacia ti o no.

-Es que te empeñas en seguir buscando mi mirada, cuando sabes que no la podrás ver. - Comenzó a reír bajito para que sólo ella pudiera escucharlo. - ¿Qué haces? ¡Es-Espera!

-¡Te voy a atrapar! - Chilló disgustada. -Ya sácate eso de encima para que podamos conversar bien. Además no veo a ningún rostro conocido cerca. - Intentó extender sus manos al aire con la esperanza de poder sentirlo.

-Intenta adivinar en donde estoy parado. - Intercambió rápido de lugar, ubicándose al otro lado de la castaña, la cual quedó inmóvil por un momento hasta que extendió su brazo derecho y su mano pudo agarrar un objeto muy suave. -Te tengo... - Sonrió la muchacha con intenciones de jalar la tela sedosa, pero algo la detuvo.

-¡Pero que tenemos aquí! - Exclamó un muchacho pálido, mirando fijamente a Hermione con sus ojos grises. - ¿Dónde dejaste a tu querido amigo? De seguro está llorando del miedo en su cama porque se acerca el día de su muerte.

-¡Cállate, Draco! - La castaña le lanzó una mirada de odio y prosiguió su camino ignorándolo.

-No tan rápido ratita de biblioteca. - Dijo uno de los amigos de Draco, el cual se encontraba de brazos cruzados al lado del mismo. - Tenemos muchas de éstas, ¿Quieres alguna?

Gregory Goyle, el amigo corpulento de Draco, con mejillas rosadas y regordetas señaló la insignia que llevaba puesta, la cual tenía escrito con letras muy grandes "Harry Potter apesta". Aquella insignia se había vuelto famosa desde que Dumbledore sacó del cáliz su nombre. Todos lo trataban de tramposo y mentiroso. No tendría que ser tan doloroso si su mejor amigo hubiese confiado en él, pero al parecer el tonto pelirrojo prefirió dar crédito a las palabras de los demás. La sangre le hervía, pero no quería arruinar el día dándole importancia a ese trío de torpes.

-No gracias, si tienes bastante, deberías ponerte esas insignias por todo el cuerpo... En especial, en donde no te da el sol. - Quiso caminar, pero Vincent Crabbe, el otro amigo corpulento de Draco, la detuvo agarrándola fuerte de su brazo. - ¡Fuera de mi camino! - Gritó la castaña, pero era difícil deshacerse del agarre.

-Tranquila sangre sucia, sólo es una pequeña insignia que debes llevar puesta. - Draco sonrió malévolamente y sacó de su bolsillo dicha insignia, acercándose lentamente para poder colocársela.

Los tres amigos rodearon a la castaña, la cual no se podía mover debido al fuerte agarre que mantenía Crabbe con ayuda de Goyle. Todos reían de manera retorcida. Antes de que Draco pudiera tocarla, comenzó a elevarse del suelo. Los dos amigos trataron de sostenerlo, pero fue imposible porque Draco empezó a levitar más alto. El rubio gritaba con todas sus fuerzas, mientras sus amigos asustados lo perseguían corriendo porque aquel cuerpo flotante no sólo se alejaba cada vez más del suelo, si no que también se dirigía al bosque.

Tres pasos de baile confirman una historia de amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora