"Make ME hate you"

Capítulo 10: Jugando con fuego

Diclaimer: He llegado a las 100 páginas de este escrito y aún siento que me queda mucho por escribir aún, espero este capítulo sea del agrado de todos, tendremos un breve receso de todo el drama ¿O no?

pd: las letras en negrita son mensajes de texto (sé que es cambiar un poco el formato pero me parece divertidísimo) Los dibujos son de mi autoria, les invito a visitar mi instagram yucenkio 

Jugaría con fuego, muy a su pesar, el muchacho lo había orillado a tomar esta decisión, el jamás había sido adepto a formar relaciones de ningún tipo menos el adjudicarse todo el drama que significaba una relación con un Morty, conocía casos cercanos de celopatía, violencia, incluso amenazas de suicidio y es que por mucho que un Rick lo intentase jamás le podría dar a un Morty la clase de amor que este deseaba y era de esperarse ¿Que otra clase de relación desearía un adolescente de 14 años? ¿Además del apasionado, lleno de detalles románticos, declaraciones de amor, promesas eternas y mucho sexo? Lo último no era un problema un Rick jamás decepciona en la cama, eso era una regla del multiverso. Pero su Morty era diferente (no dudaba que cada Rick dijese lo mismo) el chico jamás le daría el pase para esa clase de relación, sabría lo forzado de toda la situación y solo causaría dolor e incomodidad. Morty era muy perceptivo en el área de las relaciones humanas y no tardaría dos segundos en descifrar sus verdaderas intenciones, debería sentirse halagado, Rick de verdad no quería perderlo.

Rick intentaba constantemente hacerse a la idea de un Morty con una familia propia, un empleo normal y mal pagado, niños y domingos aburridos frente al televisor, probablemente contándole a sus hijos las aventuras con su abuelo como solo historias de ficción, los niños jamás le creerían a su tonto papá las estupideces que se inventaba. Pero la mera imaginación le provocaba un vacío en el estómago, Morty no sería feliz, eso era seguro, pero tendría algo que para alguien normal como él querría estabilidad. Rick no podía concebir el hecho de que los humanos daban prioridad a la estabilidad sobre la ambición o la aventura, su miedo les impedía tomar decisiones arriesgadas y siempre estaba primero el hecho de perpetuar la especie, en todo caso, si todos pensaran como él la humanidad hace tiempo que ya se habría extinguido.

¿Qué hacer? Jugaría con fuego, no existía otra manera de convencer al chico que atacar sus instintos tan fuertemente que dejara de lado sus razonamientos, uno de los más grandes puntos débiles de un Morty era su corriente hormonal adolescente, que se encendía con la facilidad de la mecha frente al fuego. Ahora, Morty era un millennial por lo que la vía más rápida y popular de flirtear eran los mensajes instantáneos, Rick tenía la posibilidad de comunicarse por Morty de este modo incluso desde otras dimensiones, ambos compartían el mismo celular modificado.

― Morty, ¿Dónde estás? ― texteó y de manera inmediata el doble ticket de leído se encendió de azul.

― En mi habitación ¿Por qué? ¿Dónde estás que me estás texteando?

― En el garaje, me da flojera el tener que salir a buscarte.

― No puedo ayudarte ahora, Rick. Estoy conversando con Andrew por video chat.

― ¿Qué? ― se preguntó internamente Rick. No podía creerlo ¿Es que el maldito rey hipster no podía dejar de acosar a su Morty? Decidió salir del garaje y subir hasta la habitación del muchacho, a través de la puerta se escuchaban la voz de los dos conversando animadamente

― Lo siento por lo del otro día, tuvo que haber sido incómodo que tu abuelo nos viera ― se disculpó Andrew, un ligero rubor tiñendo sus mejillas

― No te preocupes, es más, no esperes que sea la última vez que pase, mi abuelo y yo somos muy unidos, y-ya sabes. ― ¿Qué es lo que sabía? ¿Acaso Morty le había contado a ese imbécil sobre ellos? Rick se sentía cada vez más furioso.