Después de toda la tensión que habíamos pasado con las molestias de Evan, nos duchamos, desayunamos todos juntos y después nos quedamos solos en la sala de estar cuando mi madre y hermano se fueron a trabajar en el hospital. Mi madre era una excelente enfermera a la que todos amaban y mi hermano habia heredado de ella su amor por los hospitales y las tensiones que deben pasar allí, decidió estudiar medicina y ahora era un residente en el mismo lugar donde mi mamá llevaba años trabajando.
Evan y yo nos quedamos sentados en el sofá buscando algo para ver pero estuvimos cerca de media hora pasando de canal en canal y no encontrábamos nada, la mayoria de ellos tenía infomerciales aburridisimos y por decisión mutua apagamos el televisor y encendimos el equipo de sonido y lo dejamos en una emisora al azar.
- Creo que este es un buen momento para hablar de lo que pasó ayer - dijo Evan mirando aún hacía el televisor.
- No quiero que te sientas presionado y hables conmigo de esto solo porque me comporte como una perra ayer - soltó una carcajada y me miró.
- Deja de decir estupideces, no me sentí presionado - tomó una de mis manos y la acarició - Lo que Conrad me dijo me afectó demasiado, fuimos compañeros en la guerra por casi cinco años, entrenamos juntos y luchamos juntos, él sabe muchas cosas sobre mi y yo se sobre él, me enojé demasiado con lo que dijo y queria gritar o golpear algo, por eso fui grosero contigo y no quise hablarlo, si lo hacía la ira se habria disparado en tu dirección y no queria eso.
- Y yo no ayude mucho - sonreí y entrelace mi mano con la suya - la próxima vez que ocurra algo así me comportare diferente.
- Esta bien - sonrió y apartó un mechón de cabello con su mano libre - él dijo que yo no merecía estar aquí, que había muchas personas que deberían estar en mi lugar, que la silla era el castigo más pequeño que podía obtener pero que se sentia satisfecho al verme así, indefenso; que le alegraba saber que podría atacarme y yo no tendría oportunidad de defenderme.
- ¿Que clase de idiota se cree que es? - solté su mano y me puse de pie - ¿Sabes donde vive?
- Supongo que si, sí es que sigue viviendo en el mismo lugar de siempre - me siguió con la mirada mientras buscaba mi celular y un bolso donde meterlo - ¿Para que quieres saber eso?
- Pues para ir y meterle sus palabras por donde no le da el sol - crucé los brazos - ¿Cómo se atreve a decirte eso?
Evan no respondió, se quedo mirándome y sonriendo, se veía adorable y queria ir a llenar su rostro de besos pero eso era una distracción y quería ir con un idiota para golpearlo hasta saciarme.
- Deja de mirarme de esa manera Evan, vamos a ir a casa de ese cobarde y le haremos reflexionar con unos buenos golpes - él río y estiró una mano en mi dirección.
- Ven acá, cariño - me acerqué y tomé su mano - Te ves preciosa cuando te pones violenta pero no quiero que te metas en problemas por esos arranques de asesina serial, calmate y mejor dame un beso.
- No quiero hacerlo - entrecerro los ojos y yo reí - Esta bien, si quiero hacerlo, pero si accedo a hacerlo me distraere y no le daré una lección a ese pedazo de idiota.
- No pienses en él, no vale la pena - halo mi mano hasta que estuve frente a él y me empujó un poco para que me sentara a su lado - No debemos permitirle afectar nuestras vidas de esta manera, eso es lo que él quiere, que nos desesperemos y seamos infelices, no le demos ese placer.
- ¿Cómo es que eres tan sabio para algunas cosas y para otras tan terco y tonto?
- Esas son mis cualidades, cielo - levantó los hombros - Puedo ser muy sabio o muy estúpido, todo depende de lo que estemos hablando.
Asenti y me acerqué para dar un beso en su mejilla pero él movio su rostro y besó mis labios, desviando mis pensamientos o mejor dicho, redirigiendolos a sus labios y a la forma en que los movia sobre los mios; a la manera en que envolvía mi cintura con sus manos y luego las metía entre mi camisa para acariciar con suavidad mi espalda. Estábamos solos en casa y era fácil dejarnos llevar, no nos preocupabamos por que alguien nos viera así que dejamos que la situación siguiera su rumbo y nos llevara a los límites de estar semi desnudos a mitad de la sala con los labios hinchados y un leve rubor en las mejillas, los dos nos mirabamos con deseo, queríamos más que solo besos y leves caricias pero mi celular opinaba lo contrario y habia tomado la decisión de empezar a sonar cómo un loco, sacandome por completo del momento sensual que estabamos teniendo en el sofá. Evan se dio cuenta de eso, tomó el celular que estaba en algún lugar del suelo y contestó.
- Quién quiera que seas, este es el peor momento para llamar - lo vi fruncir el ceño cuando le respondieron del otro lado de la línea, alejó el celular de su oreja y lo puso en altavoz - Ya puedes hablar.
- Hola Abril - dijo la muy alegre voz de Ava - Espero no haber interrumpido nada importante, pero quería decirles que el sábado vamos a celebrar mi cumpleaños y bueno... quiero que los dos estén conmigo.
- No estoy lis... - empezó a hablar Evan pero lo interrumpi.
- Estaremos ahí Ava, envíame en un mensaje el lugar y la hora y los dos estaremos puntuales - él me miró mal y yo sonreí.
- ¡Que bien! - se escuchaba lo emocionada que estaba y lo felíz que se sentía al escucharme - No puedo esperar a que sea sábado, ya quiero verlos.
- Y nosotros a ti - ella río, se despidió de Evan y colgó.
- ¿Porque dijiste que iriamos?
- Porque vamos a ir - lo miré, él negó y gruño - Quieras o no iremos, es el cumpleaños de tu hermana y quiere que estés ahí, junto a ella.
- No quiero estar en una fiesta fonde todos van a mirarme de lejos con cara de lástima y susurraran sobre lo terrible que es verme en una maldita silla de ruedas.
- ¿Y eso que? Que hablen y miren como les de la gana, tu ignoralos. Concentrate sólo en Ava y el resto de tu família, los demás que se vayan a la mierda - crucé los brazos y los ojos de Evan inmediatamente se desviaron hacía mis senos que se encontraban todavia descubiertos - Vamos a ir a esa fiesta.
- Es imposible debatir contigo cuando estas desnuda de la cintura para arriba y estas... así - señaló mi pecho y miró mis ojos - Mi cerebro no funciona muy bien así.
- Perfecto - sonreí, abri mis brazos y abracé su cuello - Porque no voy a escuchar nada de lo que digas, igual vamos a ir.
- No sabes cuanto odio eso - Abrazó de nuevo mi cintura y beso mi cuello - Cuando esteas concentrado hablaremos de eso.
Y la conversación terminó ahí, dando paso a nuestros impulsos.
Y aqui esta otro precioso capitulo, no puedo creer que ya estamos en el capitulo 27, llegue a pensar que esta historia tardaría más en escribirla y que sería difícil, pero ha sido lo contrario, estoy tan enamorada. Espero que ustedes sientan lo mismo que yo.
Ya saben, tenemos un Instagram donde subimos hermosas imagenes con frases de la historia y donde podríamos interactuar y conocernos un poquito más.
Nunca olviden que los amo y que sus comentarios son los que hacen que quiera escribir más y más.
Los amo.
-Francy.
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Indomable.
Romance¿Qué debes hacer para convencer a alguien de que haga algo que no quiere? ¿Cantarle? ¿Bailarle? ¿Gritarle? Tal vez... ¿Chantajearlo? Creo que necesitaré más creatividad de la que pensaba para lograr que este hombre indomable acepte hacer lo correc...