Capítulo siete.

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Dos semanas habían pasado desde el insistente con Hui y Jyu

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Dos semanas habían pasado desde el insistente con Hui y Jyu. En estos momentos, la pequeña niña se encontraban hablando por teléfono con su madre, ambas tan emocionadas de verse. El rostro de Jiwoo era completamente radiante.
-¡Hey, bunny! ¡Mommy regresa en una semana, y tiene muchos regalos para ti! -las ojeras en Somin habían comenzado a desvanecerse.
Aquél comentario tomó por sorpresa a Matthew, Somin no le había dicho nada con respecto a aquello.
-¿En serio? -dijo mientras se acercaba y entraba en cuadro.
-Sí, perdón por no decirte antes, es algo que acabo de concluir. ¿Está Tae cerca? -preguntó mientras estiraba su cabeza en un inútil intento por buscarlo.
-No...
-Oppa Taehyung sigue en la escuela -Jiwoo le quitó las palabras de la boca a Matthew. Él le puso la mano en la cabeza con dulzura.
-Oh, bueno. Lo llamaré después...
Matthew no pudo comprender más de lo que decía, pues de alejó hasta que llegó al dormito de Somin, aquel que durante semanas compartió con Taehyung como si se tratase del propio.
So volvería en una semana, aquello le indicaba que la parte más pesada del movimiento estaba concluyendo, sí se lo preguntaban a él, demasiado rápido, o por lo menos; así lo había sentido, tal vez el tiempo de holgura contemplado había sido demasiado. Pronto delegaría personal y ella no tendría que pasarse por América más que un par de veces al mes.
Y Matthew se había acostumbrado a su nuevo estilo de vida junto a Jyu y Taehyung, aún sabiendo que era algo temporal. Su amor por Jiwoo simplemente creció más de lo que ya era y su amor por Taehyung... Maldita sea, simplemente quería evadirlo, pero no podía. Taehyung era tan sencillo, tan alegre, ¡Dios! ¡Lo ponía soft af! Tanto que sentía que con verlo convivir con Jiwoo lo derretía. Taaan cursi.
Suspiró. ¿Qué pensaría Taehyung? Seguramente que estaba loco.
En fin, no tenía nada qué perder.

Había pasado un rato ya desde que Jiwoo le había entregado el teléfono celular a Matthew con la videollamada finalizada. Ella estaba sentada en el sofá viendo programas infantiles de forma muy animada y centrada, parecía que los Teen Titans Go la absorbían de forma descarada. Por otro lado, Matthew estaba cayendo dormido a su lado. Claro, hasta que la puerta se abrió de la nada sobresaltando a Matthew y haciendo que se pusiera de pie de inmediato.
Taehyung entró, llevaba un pantalón y camisa de vestir con unos bien pulidos zapatos negros, el saco estaba a medio poner y la corbata estaba entre sus manos.
-¡Ayúdame! -gritó mientras tomaba rumbo al dormitorio de Somin tras cerrar la puerta.
Jiwoo ni se inmutó.
Matthew corrió deatrás de él.
-¿Qué diablos te sucedió? -dijo entre risas-. ¿Un huracán de Godínez?
Taehyung se miró frente al espejo de cuerpo completo.
-Ah, sí. Qué gracioso.
Matt observó enternesido cómo el chico intentaba torpemente colocarse la corbata, se notaba a kilómetros que jamás en su vida había sí quiera sostenido una.
Se acercó y con un movimientos de brazos lo giró hasta que estuvieron frente a frente.
-¿Qué pasa? -comentó más calmado mientras cruzaba sus brazos y observan la cara enrojecida de Taehyung, probablemente por todo el ajetreo de hace unos instantes. Él suspiró.
-Tengo que vestirme formal para una exposición, dejé mi traje en la lavandería, pasé tarde por él y todo está siendo un desastre. Seguro llegaré tarde y me bajarán la nota y mi equipo me odiará y por ello nadie querrá juntarme más en sus equipos y me quedaré solo, tendré malas recomendaciones en los empleos, me quedaré sin dinero, hogar y viviré debajo de un puente comiendo basura con un pe... -entonces, Matthew rodó los ojos y juntó sus labios con los de Taehyung de forma suave y ligera, casi más parecido a un roce.
-Hablas mucho -dijo al separarse. Cómo dije antes, ya no tenía nada qué perder.
Taehyung lo miró aturdido. Luego estalló en risas.
-Tienes razón, hablo demasiado... -dijo mientras acomodaba su cabello y sus ojos se clavaban en el suelo.
Entonces, Matthew se tomó la libertad de arreglar el torpe nudo que se hacía llamar corbata que Taehyung traía en el cuello.
-Vamos, eres Taehyung, tú puedes lograrlo todo -junto con su oración, terminó de ajustar la corbata-. ¿Ves? Listo para adueñarse del público.
Dió unas palmaditas en el pecho ajeno y después proporcionó un pequeño beso en la frente de Taehyung.
Él se deshizo en el pecho del mayor.
-Gracias -dijo, y no precisamente por el bien hecho nudo de la corbata.
Matthew lo envolvió en un breve abrazo, entonces, se dirigió hasta la sala junto con Taehyung.
-Jyu, vamos a llevar a Oppa Taehyung a su escuela.
-Voy -dijo la niña sin despegar sus ojos de la pantalla del televisor.

-Voy -dijo la niña sin despegar sus ojos de la pantalla del televisor

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-¿Sabes? -Habló Jiwoo rompiendo el silencio entre ellos.
Estaban sentados un frente al otro en la mesa de un McDonald's que quedaba de paso, Jiwoo comía una cajita feliz y Matthew la primera hamburguesa con tres carnes que vió.
-¿Mmh? -exclamó con la boca llena de papas fritas y el momento en el que, mientras Jiwoo seguía picada en los episodios de TTG que se reproducían en el teléfono de Matthew, Taehyung aprovechó y le dió un rápido beso en la mejilla antes de salir del auto; paseándose de un lado a otro en su mente.
-Siempre creí que tú te casarías con mamá, pero ahora creo que te casarás con Taehyung Oppa -Matthew por poco se ahoga con las papas que comía.

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