Capítulo uno.

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Taehyung se encontraba camino a la escuela de la pequeña Jiwoo para recogerla

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Taehyung se encontraba camino a la escuela de la pequeña Jiwoo para recogerla.
Era una pequeña niña rubia de ocho años de edad, solía vivir con su mamá, una mujer emprendedora a cargo de una gran compañía que se dedicaba a la fabricación y venta de vino tinto. Uno de los mejores.
En esos momentos, aquella empresa se encontraba envuelta en movimientos re-organizativos y legales para una expansión extranjera y, para las entidades, el tiempo era dinero. Así que Somin, la madre de la niña, tenía que dedicar cada segundo disponible en sus manos para tener todo listo cuanto antes, a pesar de que aquello significase no poder estar con su hija como acostumbraba.
Somin no era una mamá mala, simplemente una mamá ocupada, con normalidad, solía dividir muy bien su tiempo entre la empresa y su hija. Pero este proyecto significa un sacrificio para un bien a futuro.
Sin embargo, se negaba a dejar a su hija a su suerte, así que la opción más aclamada fue la contratación de un niñero a tiempo completo, que recogiera a Jiwoo de la escuela y la cuidara hasta que ella regresase por la noche.
Y había encontrado a Taehyung gracias a la recomendación de una de sus amigas.
"Es muy dulce con los niños, Ashley está fascinada con él". Con aquello como referencia y después de realizar todas las pruebas e investigaciones necesarias, terminó contrátandolo.
Kim Taehyung de veintiún años, estudiante universitario que adora a los niños y trabaja como niñero para conseguir dinero extra y ayudar a sus padres con el pago de sus estudios. No sonaba tan descabellado pagarle ciento cincuenta dólares diarios después de todo.

Esperó paciente hasta que observó cómo los niños salían formados en una fila detrás de la maestra, entonces, después de dar una rápida mirada a todos los padres, la mujer de avanzada edad comenzó a decir los nombres de los niños por orden alfabético.
-Jeon Jiwoo -al oir el nombre de la pequeña, Taehyung levantó su mano. Todos los adultos lo miraron extrañados, esperaban ver a la mujer en tacones y ropa formal de siempre, no a un muchacho con una mochila colgando.
La maestra miró a la pequeña algo alterada. Taehyung estaba incómodo, apretó sus labios y desvío por unos segundos la mirada.
-¿Lo conoces? -escuchó a la maestra murmurarle a Jiwoo. La niña asintió mientras se separaba de los demás niños y corría para tomar la mano de Taehyung.
-Es mi niñero desde ayer -dijo. Taehyung sonrió al escuchar la felicidad con la que Jiwoo decía aquello.
La pequeña le sonrió de oreja a oreja. Por lo visto a Jiwoo sí que le caía bien Taehyung, a quién su sonrisa se le agrandó más y más, jamás había conocido a una niña cómo Jiwoo. Sí, apenas se habían visto por primera vez el día anterior, pero no le importaba, si alguien se atrevia a lastimar siquiera un cabello rubio de esa niña, limpio no salía.
-¡Hasta mañana maestra! -gritó la pequeña antes de poner rumbo a su camino.
Jiwoo daba pequeños saltitos mientras contaba y escuchaba a Taehyung cantar un canción infantil, de esas que te sabes porque suenan en todos lados y a los niños les encantan.
A pesar de todo Jiwoo era feliz, a su corta edad se había adaptado bien a su estilo de vida y sabía cómo lidiar con él y, efectivamente, ser feliz. Taehyung se pudo dar cuenta de ello rápidamente y sin duda admiraba a la pequeña por eso.

-¡Y entonces nos ensució a todos de pintura verde! -Jiwoo terminaba de contar lo sucedido en la escuela mientras Taehyung abría la puerta del lujoso y amplio departamento donde vivía la niña y ahora él, prácticamente, también.
-¿En serio? ¡Qué desastre! -dijo exagerando su tono, Jiwoo reía mientras asentía.
Taehyung se adentró en el lugar, una risa desconocida invadió sus oídos y su alerta se ensendió. Tomó a Jiwoo de la mano y se preparó para salir corriendo en todo momento.
-¿Hola? -dijo con dificultad. Entonces se aproximó una silueta masculina, alta y corpulenta. A Taehyung le temblaron las pierna al ver a tal hombre en frente suyo.
-¡Matthew! -exclamó gustosa la pequeña mientras buscaba sacarse las manos de Taehyung de encima para poder correr hacia dicho hombre. Aquello dejó más que desconcertado a Taehyung.
La niña se aproximó y el llamado Matthew la levantó en brazos alegre.
-¡Mochi! -dijo con una sonrisa que hacía ver sus ojos más pequeños de lo que eran. Taehyung seguía de pie sin entender.
-Tae, él es Matthew. Es mi mejor amigo -exclamó feliz mientras abrazaba al hombre.
-Ya lo veo... -comentó aturdido.
Taehyung caminó sin quitarle la mirada de encima hasta el sofá, lugar donde dejó su mochila. Después lo bañó con la mirada, desde la cabeza hasta la punta de sus pies, desde su cabello castaño hasta sus Nikes blancos.
-Perdón por llegar de imprevisto, tal vez a So se le olvidó llamarte -dijo mientras ponía de regreso en el suelo a Jiwoo. Instantáneamente ella corrió hasta su habitación. Matthew la siguió con la mirada y una grande sonrisa.
-So -fue lo único que Taehyung atinó a decir. Sabía perfectamente que se refería a Somin, pero nunca pensó que le llamase así.
-Bueno -sacudió manos y cabeza-. Desde el principio -rió con simpatía-. Hola, soy Matthew, soy el secretario y mejor amigo de Somin, ahora estoy designado a ayudarte a cuidar a Jiwoo -pronunció aquello mientras estiraba su mano la cual Taehyung observó con un gesto y la ceja alzada.
-Soy Taehyung, el niñero... -comentó aún desconcertado mientras estrujaba la mano con cuidado. Matthew sonrió una vez más. La cara confundida de Taehyung se había implantado en lo más profundo de su cerebro.

𝐵𝑈𝑆𝑆𝑌 𝑀𝑂𝑀 | BsephDonde viven las historias. Descúbrelo ahora