~ El jardín de renoir ~

Emociones

Me arrodille, solo me deje llevar en lágrimas, se sentía como si todo a mi alrededor no existiera, por un momento sentía que me faltaba el aire, me sofocaba de pánico, grite de miedo, no me importaba solo grite, perdí a la mujer con la cual al fin me sentía libre, me odiaba, me daba asco el hecho de pensar en la persona que era, quizás la frase
"no importa lo que digan los demás"
Estaba teniendo significado en este momento. Me había quedado completamente solo, y ahora era un hecho.

Me levante como si nada aun con mi máscara puesta y camine no sabía a dónde llegaría solo quería huir, mientras caminaba pensaba en cómo se sentiría evaporarse derrepente, solo dejar de existir, pensaba en leonel, me me acordaba como me lamia la mano al llegar a casa, en como se ponía contento cuando traía comida conmigo, me acordaba de la chica robando flores, de su ropa suelta y rasgada, la emoción de arrepentímiento era cada vez más profunda.

Llegué a un acantilado

Me estire en la tierra, sentí el aroma de la briza del mar, sentí el sabor salado del aire, escuché las olas rompiendo en lo profundo y me quede dormido.

-disculpe caballero, es usted! Usted iva a una fiesta! -

La voz de una pequeña niña me despertó de un salto, me miraba seriamente.

-hola pequeña, que haces por acá?

-me gusta venir acá a escuchar el mar, y ver lo grande que es, aveces pienso que este lugar es el único donde realmente hay tranquilidad, no lo crees? Y porque todavía llevas esa masacara?

Sus preguntas cada vez eran más curiosas pero no tenía de otra era solo una pequeña.

-porque la máscara me protege de un peligro

-no te la puedes quitar?

-si puedo, pero temo que te alejes como todos lo hacen

- no me alejare lo prometo

Se acercó y me abrazo, un abrazo... Nunca había sentido esa sensación pero me gustó, desidi quitarme la máscara, tenía miedo, ya estaba solo y ya me había acostumbrado a esa sensación.

Cúando me quite la máscara pude ver todavía a la niña mirándome con una sonrisa, quedé asombrado

-vez? No pasa nada, para mí no me das miedo

La abraze una vez más y llore de felicidad por fin sentía que encajaba. Nos quedamos un rato mirando y hablando sobre los pájaros y el mar, ese fue el último recuerdo que tuve de sentirme vivo.

Al llegar el atardecer, ella tenía que irse. Le entregue el collar que era de leonel y le dije que lo cuidara por mi, también le entregue mis máscara

-porfabor ten esto, y no te dejes llevar por otras personas, se quien tu eres pequeña.

Me fui lentamente sonriendo hasta la punta del acantilado, abrí mis brazos, respire y me avalanze hacia delante. Al fin me sentia libre.