En el Starbucks.
Está tomando su café con nata y chocolate del Starbucks. Aunque no lo parezca, Óscar hecha muchísimo de menos a Louis. Hace unos meses trabajaba ahí. Ahora, en cambio, solo hay una chica joven, que parece ser nueva, sirviendo a la gente. La chica llama su atención cuando pasa a su lado. Lleva una parte del pelo castaño rapado. Y, tiene unos ojos de color verde muy maquillados. Óscar no la había visto nunca antes y le parece incluso guapa. No es su tipo de chica ideal, pero, reconoce que hay algo en ella que llama su atención.
- ¿Te limpio la mesa?- se dirige la camarera al chico.
-Sí, gracias- le responde.
Al colocar la mano sobre su mesa junto con un paño húmedo, disponiéndose a limpiarla, Óscar centra su atención en unas uñas negras y largas. Está seguro que por la manera de pintarse, de vestir y de llevar el pelo, esa chica debe de ser gótica.
Piensa si sus amigos serán como ella o incluso si tendrá un novio así.
Por un instante le da un poco de pena. Óscar sabe que los góticos siempre han sido mal vistos por la sociedad, y no le gustaría que esa chica fuera una marginada social. No se lo merecía.
Después de que haya limpiado la mesa, Óscar se lanza a hablarle de nuevo, esta vez con otro objetivo.
-¿Cómo te llamas?
La chica se le queda mirando con una mirada penetrante y oscura, negra- tal y como es su maquillaje-.
-Joyce. Mi nombre es Joyce.
Es un bonito nombre, desde luego. ¿Pero y ahora qué le diría? Había comenzado esa conversación sin saber cómo continuarla.
-Nunca te había visto por aquí. Y suelo venir bastante a este bar.
Le parece que Joyce le sonríe un momento, por imposible que le parezca.
-Soy nueva. Empecé a trabajar el viernes pasado. Y no conozco mucho este sitio.
Óscar piensa que se sentirá como un pulpo en un garaje. Sabe por Louis lo complicado que es trabajar en un local de la categoría del Starbucks, y, de nuevo siente pena por esta misteriosa chica.
-Si quieres puedo hacer de tu guía turísrico por unas horas...
Y, ahora sí que está seguro, Joyce le está sonriendo.
En una clase de la Universidad.
Louis por fin ha conseguido ponerse a estudiar en serio. Le da igual que sea verano. Cuando se enteró que daban clases de Pintura en la Universidad de Madrid, no se lo pensó ni dos veces y se apuntó.
Una de las cosas que más le gustaban de este Arte, es que le hacía adentrarse a un mundo de fantasía, en el que podía llegar a pintar cualquier cosa que le viniera a la mente. Incluso podía dibujar a Maya. Su idea era regalarle un retrato de los dos por San Valentín del año que viene. Si antes le enseñaban a pintar decentemente, claro. Aunque tiene aptitudes, le falta mucha práctica. Al fin y al cabo, el curso pasado se lo pasó trabajando en dos oficios a la vez -el Starbucks y la tienda de disfraces- para ganar más dinero, pero sobre todo, para ahorrar dinero para ir a la Universidad y apenas tuvo tiempo para pintar.
Ahora siente que va a hacer realmente lo que le gusta. En su clase hay gente de todas las edades. Y es que no les han separado por cursos, cosa que a Louis le ha asombrado bastante.
La profesora le ha caído genial. Su nombre es Nuria, y dibuja genial. Es increíble la capacidad que tiene esa treintañera de traspasar sus ideas de manera tan perfecta a un trozo de papel.
Ahora está ocupado en su primera obra. Nuria les ha dicho que tienen que dibujar un paisaje que memorizen. Un paisaje. Es lo típico que se hace dibujar en una primera clase de Dibujo.
Aparte de la clase de dibujo en sí, tienen más asignaturas: Historia del Arte, Filosofía, Dibujo técnico, Dibujo artístico, y, por último, Taller de Retratos.
Esta última asignatura es la que más le interesa al francés. Y, es que gracias a ella, conseguirá dibujar a su preciosa novia.
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© Parte de tu vida (II)
Lãng mạnLa segunda parte de Loca Por Ti, llega cargada de nuevos acontecimientos. Nuevos personajes, nuevos amores... Clara, Eva, Vanesa y Maya vivirán el verano más loco de sus vidas. Lo peor de todo, será que habrá chicos nuevos y alguna chica impresentab...