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- ¿Y solo eso tengo que hacer?, ¿Permanecer sentado? - pregunto Derek alzando una ceja mientras sostenía aquel frasco entre sus manos.

- Si, solo eso - contesto el castaño mientras Deaton observaba que todo estuviera de acuerdo a las especificaciones de una amiga que le proporciono algunos hechizos que pudieran ayudar al lobo.

Entre ellos destacaba uno, no de su mayor agrado, pero era lo único que tenía si quería regresar a ser el mismo de antes.

- ¿Realmente es necesario? - pregunto Scott mientras con sus garras las colocaba en su nuca, su mirada de pánico lo decía todo, no quería hacerlo.

- Por ahora eres el único alfa aquí, así que si, tienes que hacerlo Scott - contesto el druida - Ahora, cuando cuente tres clavaras tus garras en el mientras Stiles y yo hacemos el resto, ¿De acuerdo?

- No estoy muy seguro, pero sí.

- Bien - abrió el bestiario en la página doblada, miro a Stiles pidiéndole estar preparado.

Este tomo los brazos con una mano mientras vertía con la otra un polvo grisáceo superficialmente sobre el pañuelo rojo que dejo en su regazo.

El druida comenzó a leer un monto de palabras que ninguno logro entender, Scott clavo delicadamente sus garras en su cuello y al retirarla el chico rodeo su cuello con aquel pañuelo, inconscientemente levanto la mirada a donde ahora parecía que el humano lo abrazaba, ¿Porque demonios se sentía incómodo?

Su aroma, "Demonios esa fragancia era tan suave y perfecta".

Sintió como sus dedos acariciaban su nuca sin querer al atar ese nudo, su corazón bombeaba latosamente, esperaba que Scott no se diera cuenta de aquel momento porque incluso él se patearía el trasero.

Se apartó con su mirada 100% concentrada en aquel pañuelo, el en ningún momento se le veía incomodo, "Solo es cosa mía", se dijo a sí mismo.

El druida siguió hablando y Scott aún permanecía detrás, pacientemente esperando que aquel pañuelo lanzara algún tipo de luz indicándoles que funcionaba.

Pero nada paso.

Deaton guardo silencio una vez termino, se acercó a la nuca del lobo y desamarro el pañuelo.

- ¿Y bien? - pregunto Derek aun sin moverse.

- Me temo que no funciono - dice apenado.

- ¡¿Que?! - estaba cansado de eso, cansado de tener que vivir con ese tonto sentimiento día y noche y no poderse deshacerse de el.

- Lo siento Derek - dijo Scott poniéndose en frente.

Stiles simplemente no tenía palabras para expresarse.

- ¿Y ahora qué?, no puedo permanecer mas así, no puedo - dijo con tono desesperado.

- Escucha, lo sé, créeme que lo sé, pero el hechizo que te lanzo fue demasiado poderoso ...

- He intentado cada cosa que me ha dicho, he bebido cientos de brebajes asquerosos, he pasado mis días metido en ese instituto de mierda y aún sigo siendo este puberto de 17 años, no puedo, más bien, no quiero seguir de esta manera - probablemente aquellas palabras hubieran ofendido a los dos adolescentes, pero hasta cierto punto comprendían su postura.

- Lo siento Derek, hay que seguir intentando - no dijo más y se dio la vuelta para entrar a la mansión donde estaban.

- Derek ... - trato de hablar Scott.

- No - interrumpió el de ojos verdes.

- No sabes lo que diré - contesto.

- Se lo que dirás, que todo estará bien, que encontraremos la solución y que volveré a como era antes, siempre es lo mismo - dijo con tono serio.

- Bueno, él tiene razón - afirmo Stiles con una sonrisa en sus labios.

Lo fulmino con la mirada, no necesitaba de sus bromas ahora.

- No deberías estar solo - señalo el alfa - ¿Porque no te quedas con Stiles?, al fin de cuentas se llevan mejor ahora - tal vez se había golpeado la cabeza o simplemente Scott era demasiado estúpido para notar lo tonta que era su idea.

- Ni siquiera me dignare en contestarte - señalo Derek con una mueca de disgusto.

- ¿Que?, pero si se llevan mejor, además, el estar solo en el loft o en la mansión no te ayudara, Peter no está al igual que Cora, es mejor que te quedes acompañado - debatió.

- ¿Y por qué no se queda contigo? - contra pregunto el castaño cruzándose de brazos - Es más amigo tuyo que mío.

- Stiles - amenazo Derek.

- ¿Que?, es la verdad, últimamente me tratas como una mierda y comienzas a hablar en acertijos. Que sea hiperactivo no quiere decir que comprenda todo tu lenguaje en diferentes facetas Hale.

- Si trataras de entender más en lugar de liarte con chicas en el sótano sería más efectivo - trajo a relucir, le cosquilleaba poder sacarlo cuando la duda seguía dentro de él.

- ¿Eso es un reclamo?, ¿Acaso también te gusto Heather que me reclamas? - sabia a quien se refería, Mary.

- Yo no pedí que me besara - respondió de mala manera.

- Claro, como a mi Heather no me pidió bajar, espera .... - se detuvo a pensar recordándolo - ¿Te beso?

- En realidad .... - intervino Scott, o al menos intento pues los otros dos lo miraron para que guardara silencio, mejor hacerlo - Bien, en vista que comenzaran de nuevo mejor me marcho, Kira debe de estar esperándome.

No era consciente de que Scott lo había traído y que ahora, bueno ahora dependía de que el lobo lo llevara.

- La besaste Derek, Josh ...

- No me importa Josh, no me importa Mary, no me importa Heather, me importa ... - quedo en eso, un intento de su subconsciente.

El chico lo miro confuso, era como si tratara de decirle algo, pero simplemente no lo hacía.

- Dilo - pidió el castaño - Me molesta que desde hace días trates de decirme algo, solo dilo.

- ¿Decirte que? - no iba a hacerlo.

- No finjas demencia, está bien físicamente sigues siendo un chico, pero eso no te salvara.

- Puedo arrancarte la garganta Stiles, no lo olvides - amenazo.

- Me queda bastante claro, gracias, pero sé que tus amenazas ya no surten el mismo efecto, así que habla de una vez Hale.

Su ceño se frunció, sus labios se contrajeron en línea recta y sus largos brazos se tornaron rígidos sobre su abdomen.

- Me gustas - dijo sin más, sin que su rostro denotara lo confundido y aturdido que estaba al solo expresar esas palabras.

No esperaba que actuara de alguna manera diferente a la que recibió, pero el sentir el rechazo por primera vez en su vida sí que le afectaba.

- Yo ... - sus labios se paralizaron, sus sentidos solo se bloquearon impidiéndole responder algo.

- Me voy - dijo el lobo dándose la vuelta, no importaba las veces que tratara de darle la vuelta a ese asunto, era lo que sentía, y para su mala fortuna el guardar secretos jamás fue lo suyo.

El castaño solo permaneció en su lugar, aun incapaz de concordar algo, tomo su celular luego de segundos y marco el primer número en pantalla.

- ¿Puedes venir por mi papá? - su llamada colgó con su vista enfocada en el cuerpo que desapareció en el bosque esa tarde.

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