Capítulo 5

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Joaquín llega a casa después de una larga e incómoda tarde. Agotado por el laborioso día, cuelga su chamarra en el perchero junto a la puerta de entrada. Por varios minutos se mantiene estático en el mismo lugar, recordando cada segundo el comentario de Emilio una y otra vez. Le pasa tantas cosas por la cabeza que simplemente se la sacude y camina rápidamente a su habitación. Al llegar decide tomar una ducha para alejar todo pensamiento y/o sentimiento, al caminar decidió dirigirse hacia la puerta del baño; se detiene nuevamente al llegar una imagen de Emilio mirándolo fijamente con los ojos humedecidos, dejando notar la sinceridad de su revelación. Extenuado, se acerca al espejo para primero observar la realidad a través de sus ojos y luego meterse apresuradamente a la ducha.

Joaco sale de la ducha húmedo y cansado de tantos pensamientos en mente, estresado por la abrumadora situación en la que se encuentra, se dirigió a vestirse, colocándose lo más cómodo que encontraría en el armario. Luego bajó las escaleras para llegar al primer piso y encontrarse a su hermana en la cocina.

- ¿Te sucede algo? - pregunta Renata mirando curioso a Joaco mientras tomaba de una botella de agua.

- Si... No... bueno... tal vez... es que... no lo sé – suspiró y se recostó a una pared cerrando los ojos.

- Ven, cuéntame – Renata se sentó en la silla más cercana. Luego señaló la que estaba justo a su lado.

Joaco se dirige hacia aquella silla desanimado y al sentarse suelta un profundo suspiro.

-Creo que... estoy en esa etapa de no saber qué sentir- dijo Joaco sincerándose.

-Amm creo que no te entiendo, ¿puedes ser más específico? – Renata estaba desorientada.

-Es que ¡Aish! – Joaco pasó sus dedos por su cabello al estar estresado.

- Oye oye, relájate; piensa, procesa y luego me dices bien que es lo que quieres decir. –

- Okey prácticamente, creo que me gusta algui...-

- ¡AHHHH! – Renata no dejó terminar a su hermano y gritó inesperadamente, Joaco dio un brinco del susto y Renata soltó una carcajada. – jajaja, lo siento, me emocioné. ¿Y bien?, ¿Quién es?, ¿cómo se llama?, ¿la conozco? ¡Cuéntame! – dijo Renata emocionada.

- Si no te calmas, no te voy a contar nada. – Joaco regañó a su hermana.

- ¡Chale!, está bien, a ver desembucha. –

- Es que aún no lo sé, es algo que simplemente siento, pero no sé si es verdadero- dijo Joaco sincerándose.

-Mira, si lo que sientes es sólo atracción está bien, pronto sabrás si realmente te gusta o no. Pero ahora dime ¡¿Quién es!? Estoy muriendo de la angustia. – dijo Renata entusiasmada.

-Okey... creo que... es que... no lo sé... creo que... me gusta E...- y antes de que Joaco pudiera terminar de decirlo, su madre entra a la cocina y abraza a Joaco.

-Hola bebé, ¿Qué tal tu día? – Eli observa a sus hijos, Renata estaba mirándola muy seriamente y casi furiosa, mientras que Joaco estaba agitado del miedo y sonrojado. - ¿Pasó algo? ¿De qué estaban hablando? - preguntó Eli mirando pícaro a Joaco.

-No mmm... no nada mamá... Ren y yo... amm... sólo ya nos íbamos... hasta mañana hermana, hasta mañana ma... - Joaco se apresuró para irse y subió rápidamente las escaleras.

La madre de Joaco se sentó en donde él estaba y miró ingenua a Renata, la cual se mostraba inexpresiva.

- ¿Eso qué fue?, ¿Qué me esconden? –

- Nada maaa, cosas de hermanos que no puedes saber. – Renata se levantó con una expresión victoriosa y se fue a su habitación.

Eli se quedó confundida mirando sobre las escaleras.

- Estos muchachos, crecen y ya ni conversan con su madre. – Eli rió por lo bajo y sonrió.

Eli se levanta de la silla y las cosas se empiezan a distorsionar y verse borroso lo que hace que se sienta muy mareada. Eli se intenta sostener con el borde de la mesa que estaba su lado, pero su mano en un intento de estabilizarse se vuelve débil y cae contra el piso, Eli se encontraba de rodillas y con las manos en el suelo confundida y asustada, trata con un gran esfuerzo por llamar algo de ayuda, pero le fue imposible. Un intenso e irresistible dolor de cabeza le produce lo que hace que se agarre fuertemente la cabeza y grita desenfrenadamente. Pataleando y llorando por la agonía del dolor deja caer la silla a su lado lo que provoca un gran ruido.

- ¡Hija!, ¿¡Qué tienes?!, ¿¡Qué te pasa!? – dijo mamá Marta entrando a la cocina apresurada y alarmada.

Eli solo respondía con llantos de dolor y patadas.

- ¡Joaquín!, ¡Renata!, ¡bajen por favor! – grita mamá Marta entre lágrimas y sollozos junto con la voz entrecortada.

- ¡¿Qué pasa?!, ¡¿Qué fue ese ruido?! – baja casi corriendo las escaleras Renata mirando sus pasos al bajar y acomodándose un mechón de pelo para la oreja. Quedó boquiabierta al ver a su madre retorcerse en el suelo con las manos en su cabeza y su abuela llorando desconsoladamente a un lado de ella sin saber qué hacer.

- ¡Abuela!, ¡¿Qué pasó?! –

- ¡No lo sé mija! – exclama mamá Marta ahogándose en lágrimas- ¿¡Dónde está Joaquín!? – grita exasperada. – Por favor... no me hagas esto mija...

Joaquín aparece corriendo, bajando las escaleras y casi cayéndose, al llegar y presenciar la escena su cuerpo se estremece y se les aguan los ojos para que inmediatamente este se deslice por el suelo y llegar hasta su madre. Renata se encontraba llorando desesperada mientras hablaba por teléfono y mamá Marta tomaba la mano de su hija acariciándola con su rostro.

- ¡Mamá!, ¿Qué tienes? – pregunta Joaco super preocupado,

Eli solamente lloraba y daba patadas de la agonía.

- ¡Llama una ambulancia! – exclama Joaco

- ¡Estoy en eso! – le responde Renata casi sin aliento.

- Mamá... Tranquila Estarás bien... –

Joaquín no puede contenerse más y rompe en llanto en frente de todos, trata de secarse las lágrimas, pero cada vez salen más, luego se tapa la boca con sus manos para trata de callar el llanto. Posa su cabeza contra el suelo mientras que aún tomaba la mano de su madre.

- ¡Te necesitamos aquí! – dijo Renata al teléfono.

Mamá Marta se encontraba llorando desconsolada a un lado de su hija, Renata estaba con el teléfono en mano mirando devastada a su madre y Joaco estaban arrodillado con la cabeza en el suelo llorando y tomando la mano de su madre. Eli se detuvo y su brazo cayó como plomo hacia el suelo, suceso que dejó boquiabiertos a la familia pues, no querían creer que era lo que tenían en mente.

- Lo siento... Lo siento... por favor, mamá... No me hagas esto... Por favor. –

Inesperadamente, se oyen las sirenas ya acercándose, Joaquín se mostraba inseparable de su madre. Renata se desliza de espaldas hasta caer desconsolada al frío suelo de la cocina.

Los paramédicos entran repentinamente y toman a Eli de los brazos para arrimarla a una camilla. Joaquín se niega a soltarla gritando suplicas y lamentos a lo que Renata lo abraza por la espalda y le suplica que la deje irse, Joaquín asienta y Renata y mamá Marta va tras ella. Sorpresivamente Emilio aparece fuera de la puerta de entrada ya cuando la ambulancia se estaba preparando para irse. Joaco no aguanta las lágrimas y se abalanza sobre Emilio a desahogarse.

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Hola, espero les haya gustado este capítulo. ¿Qué creen que haya pasado con Eli? :c

Les agradecería que me hagan saber si les gusta la temática, comentando, votando y compartiendo para inspirarme a seguir con la novela, les juro que le doy todo mi empeño.

Gracias por leer, los amo, besos.

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