¿Es real?

Capítulo 7

- Por favor ya no nos deje en espera y díganos ya - suplicó Renata.

- Son malas noticias, ¿Cierto? - dijo Joaquín tomándole la mano a Emilio quien estaba a su lado.

Ambos doctores se miraron el uno al otro.

- De hecho, gracias a la cirugía pudimos extraer el líquido luego de la hemorragia, per ella tuvo suerte de llegar a tiempo. - explicaron los doctores.

Renata y Joaquín se abrazaron mientras lloraban del alivio que les hacía la buena noticia. Emilio sonreía a un costado e introdujo sus manos a los bolsillos.

- Sin embargo... - interrumpieron los doctores.

Joaquín se separó de Renata y los miró fúnebre.

- Luego de esta hemorragia es posible que vuelva a ocurrir de nuevo, por lo que Elizabeth tendrá que recibir tratamientos antes de que esto vuelva a suceder. - incluyeron los doctores.

- Pero ¿Qué clase de tratamientos? - pregunta Renata robado la calma.

- Eso aún no los sabemos jovencita, pero ya pronto se lo informamos.

- Esta bien, muchas gracias por hacérnoslo saber y por salvar a nuestra madre, estamos en deuda con ustedes.

En es momento los doctores se alejan y los muchachos se quedan nuevamente solos.

- Supongo que ahora que mamá estará bien, finalmente podemos ir a descansar. - dijo Joaquín para romper el silencio.

- ¿No oyen eso? - dijo Emilio mirando hacia todos lados.

En consecuencia, se quedaron sorprendidos por dos cosas, la primera es que ya el solo había salido, por lo que ya habían pasado varias horas despiertos. La segunda es que había una gran horda de reporteros, periodistas, paparazis y fans fuera de la puerta del hospital en donde estos se encontraban. A unos metros después de la puerta se encontraban varias vallas de metal impidiendo el paso de estos donde también se encontraba el personal de seguridad impidiendo la entrada al hospital.

- Ay no ¿Ahora cómo saldremos? - preguntó Emilio preocupado y mirando fijo hacia fuera.

- Ya se, marca al número de Juan - dice Joaquín.

- Y ¿Qué le digo o qué? -

- Dile que nos recoja en la puerta trasera de urgencias del hospital que estamos rodeados, ya sabrá que hacer. -

Emilio preocupado se queda observando a la gran multitud que está próspera a ingresar al hospital, pero Joaco ya había adelantado camino por lo que se regresa agitado.

- ¿Qué estas esperando menso? ¿A que te coman vivo? - exclama Joaco, le toma la mano y lo arrastra corriendo por los pasillos del hospital.

Emilio mira sus manos unidas mientras corrían y observa la parte trasera de su cabeza y sonríe embobado.

Al llegar a la puerta trasera se encuentra con el auto negro, Juan se baja de este y les abre la puerta a ambos indicándoles que entren rápidamente.

- Noticias, periódicos, redes sociales. En todos lados hablan de esto Joaquín, ¿Cómo está Eli? ¿Cómo estas tu? - dice Juan como copiloto del auto.

Emilio observa a Joaquín quien volvió a bajar la cabeza hundiéndose en los recuerdos.

- Eh... no creo que sea necesario hablar sobre esto ahora. Pero Pa, Eli está bien, no te preocupes. - interrumpió Emilio.

A Joaquín se le vuelve a caer una pesada lágrima a lo que Emilio lo toma entre sus brazos y le da un sincero abrazo mientras que la tristeza se apodera de Joaquín. Juan los mira por el retrovisor y les llama la atención.