Escapando

38 2 2
                                    

Cuándo no podemos enfrentar nuestros propios sentimientos, elegimos la via más rápida: la de escapar. Todos huimos alguna vez a una situación específica, a alguien, a nuestros sentimientos; es decir a nosotros mismos, nos mentimos, y nos escondemos de la luz que da sobre la verdad.
A las sombras se vuelve más cómodo, nos miramos al espejo sin mirar, le damos la espalda a nuestro propio reflejo. Y si ni así evadiendo las preguntas para no encontrar las respuestas, nos sentimos seguros... Es ahí cuándo recurrimos al sustituto, algo que nos anestesié por un instante aunque sea. Algunos dicen que lo que buscan es llenar un vacío que vive dentro, con cualquier sustituto, y así nos dejamos ir en espiral de olvido esporádico, para que al menos por un instante.. no nos duela tanto. Yo no sé si tenía un vacío para llenar, me sentía muy llena de dolor, y no quería detenerme a pensar en ese dolor y lo que lo causaba, solo quería escapar de ahí por la vía más fácil y la más compleja a la vez, la de una sustancia, un sustituto una anestesia, para no sentir nada, ni lo bueno, ni lo malo, siplemente nada. Caer en ese coma profundo.
Fui muy ingenua de pensar que ya no me dolias, que estaba anestesiada de aquel dolor, y ya eras parte del pasado, porque la única razón por la que no me dolias, era porque ya no podía sentir nada, me había anestesiado completamente de la vida.

MEMORIAS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora