Chispas Azucaradas » Min Yoongi [STBM] [Completa] ✔️

Capítulo 12 🌈

Juego con Agus en la cama de Min Yoongi mientras él se termina de duchar. Min Min tiene algunos de los juguetes de Agus en su casa, así que eso ayudó de mucho. Yong está abajo. Lo último que vi de él fue cuando se metió a la cocina a buscar comida, luego escuché la televisión de la sala encendida. Asemejo que ahora ve cualquier cosa mientras come. Es lo único que veo que le queda por hacer, ya que, según Yoongi, a Yong le da por hablar largas horas con la señora Min. Y bueno, ella no está. Además, Mentita le advirtió que no subiera a su habitación.

Eso es muy cruel.

Pasa un ratito más y Min Yoongi sale con una pantaloneta, una toalla sobre sus hombros, obviamente el cabello húmedo... Y sin camisa. Me tapo los ojos de inmediato. Ya lo he visto así, pero me sigue dando vergüenza. Supongo que nunca voy a cambiar. Al menos me siento más tranquila que las otras veces, ya no suelto grititos. Pero si me sonrojo mucho.

Lo escucho reírse. ¿Querrá hacer cosas de grandes? Agus está presente.

—¿Por qué te cubres los ojos?

—No quiero ver. Mis mejillas están rojas.

—Te ves encantadora así. No voy a hacerte nada. ¿No quieres ver a tableta de chocolate?

Así le puse a su abdomen.

—No. Además, Agus está presente. No se puede hacer cosas de grandes frente a los niños.

—Pues Agus está muy ocupado mordiendo ese hueso. Ni siquiera debe saber a lo que nos referimos.

Él siempre se divierte en estas cosas. Creo que le gusta hacerme sonrojar.

Como no digo nada se aproxima y súbitamente me toma en peso. Se sienta en la silla de su escritorio, haciendo que yo lo haga en su regazo.

—Ya está —dice, contento.

Haciendo pucheros avergonzados me abrazo a su cuello y escondo mi rostro en él. Espero a que la pena y el ardor de mis mejillas desciendan para sentirme más cómoda. Siempre es así al principio, luego logro recomponerme.

Me siento a horcajadas sobre sus piernas, meto cada pierna en los huecos de la silla, de modo que me siento más cómoda y lo tengo de frente. Él rodea mi cintura con sus brazos, como para afianzar el agarre y no dejarme caer de espaldas, cosa que creo que es muy poco probable.

Por un ratito toco su duro estómago con mi índice, cada uno de sus cuadritos. Aunque al principio me de pena, siempre lo termino haciendo. Debo ser un ser microscópico muy extraño. Su cuerpo no es como los chicos que salen en revistas o en la televisión; es delgado, pero a mí me gusta. Además de que él también me acepta como soy. Digo, Yoongi podría elegir a una chica más bonita y esbelta que yo, pero me eligió a mí. Yo soy pequeña y no estoy tan desarrolladita como una chica de dieciocho años.

—¿Qué harás mañana?

—¿Mañana? —repito, sin apartar los ojos de su pálida barriga al tiempo en que toco sus cuadritos con mis dos índices, como si fuera un mini piano. Claro, mañana es sábado—. Iré al aeropuerto a despedir a Jackson.