My dear

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Narrador Omnisciente

Tocaron para el receso, el joven chico de ojos rojos como una ardiente flama caminó cerca del profesor de química, Choromatsu. Tenía unos 26 años, Ichimatsu tenía sólo 16, mientras que él cumpliría pronto los 18.

-Profesor -Le llamó- ¿A qué se refería usted con que mi pequeño gatito es suyo?

-Deja de lado las formalidades, Osomatsu, soy Choromatsu, no un "usted" -tomó una ligera pausa- ahora que sabes lo que siento, soy más como un "tú"... Dime, ¿qué harás?, ¿denunciarme? -Sonrió burlonamente- pero qué pasaría si se enteran de que el chico más popular que supuestamente ha estado con "millones de chicas" está protegiendo a un chico de dos clases menor porque está enamorado de él, dime Osomatsu, ¿qué dirían?, ¿qué diría tu padre?-

Osomatsu le miró levemente perplejo

-¿Tú qué sabes?, no sabes nada de mí ni de mi padre -Dijo el joven de sudadera carmesí mirando con ira al mayor-

-Oh, Osomatsu, créeme -El de ojos esmeraldas sonrió como un psicópata- Yo sí que se de tí...

El más joven caminó unos pasos acercándose preligrosamente al mayor y le pegó un puñetazo, mandándolo al suelo

-¡Eres un trozo de mierda! -Le gritó y comenzó a patearlo, Choromatsu solo se tapaba su rostro con sus brazos- Y un cobarde -Osomatsu le escupió en la cara y lo miró con desprecio- Sí, te denunciaría y si dijeras eso de mí, diría que es solamente un jodido rumor que inventaste de mí para salvarte el culo -Osomatsu de puso de cuclillas en frente de su humillado profesor y rival- Puede que sea un atleta... Pero tengo más mente de la que se me ve -Sonrió sádico- Y gracias a mi mente Ichi será mío -Miro hacia el cielo y puso su mano entre sus piernas, sonrojado y sintiéndose visiblemente excitado-

-Estás loco, eres un enfermo -Dijo de repente Choromatsu, sacándole de su mundo de pensamientos-

-Mira quién lo dice, profesor virgen -Se rió en su cara y le pegó una abofetada suave mientras le sonreía- No te pongas en mi camino, o quizá nunca te vuelvan a ver, ¿bueno? -El mayor asintió con una mueca- Buen chico -Le dijo- Ahora, si me disculpas, iré a ver a mi chico, por cierto, recuerda que te has caído de las escaleras, o estarás muerto -Se levantó y le dio la espalda- Adiós~

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Narra Ichimatsu

Esperé unos 10 minutos a Osomatsu sentado fuera de mi salón, la verdad, ya creía que me había dejado plantado, pero decidí esperar cinco minutos más, si no venía por mí, no me hablaría en unos 2 meses, me gustará y todo, pero debo ser digna, digo, digno;
Estaba sumido en mis pensamientos y conversaciones conmigo mismo, hasta que lo vi corriendo hacia mí, antes de darme cuenta, el ya había saltado a abrazarme alegremente

-Ichimacchan~, perdona, estaba atendiendo unos asuntos con el profe de química -sacó la lengua y puso su mano tras su nuca-

-Está bien, no me iría a ningún lado -Mentira, ya estaba apunto de irme- Así que no te preocupes, puedes antender tus asuntos -Le dije y le sonreí de lado-

-Aww, qué lindo -Dijo y apretó mis mejillas- Bueno, ¿vamos?

-¿Y tu grupo de amigos? -Pregunté curioso-

-No he hablado con esos idiotas desde ayer, supongo que creen que estoy enojado con ellos, pero no importa -Sonrió pícaro y me miró- Así estaremos más tiempo solos -Me guiñó un ojo y reí-

-Bueno, bueno, si tú dices que está bien, está bien -Dije mirándole levemente sonrojado-

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Caminamos por todo el patio hablando de cosas sin sentido, pero realmente graciosas, era la primera vez en años que me sentía tan bien, tan vivo.

-¡Hey, Osomatsu! -Gritó un chico de baja estatura corriendo hacia nosotros-

-¿Eh, Chibita? -Se dio la vuelta- ¿Qué sucede? -Preguntó rascando su nariz-

-Me debes 10 dólares aún, maldición -Escupió con fastidio-

-¡Oh, lo lamento!, te prometo que mañana de pagaré -Dijo rascando su nuca mientras sonreía nervioso-

-Está bien, pero si no lo haces, juro que--Le entregué los diez dólares que tenía para mi almuerzo y nuestras manos rozaron, realmente él tenía unas manos muy pequeñas- ¿Q-Qué es esto? -Preguntó confundido-

-Es... La deuda -Osomatsu me miraba con los ojos realmente abiertos, ¿ya habla arruinado todo?-

-Ichimacchan, no es necesario que hagas eso -Dijo Osomatsu mirándome a los ojos-

-Es, mi agradecimiento por haberte juntado conmigo hoy -Le dije sonrojado ligeramente, era vergonzosa la situación en sí-

-Oh, pues entonces -tomó una pequeña pausa- Tendré que invitarte a salir para pagar esa deuda de vuelta -Sonrió y me sacó la lengua-

-Pero... Eso crearía una cadena de deudas y pagos -Dije sonriendo, miré de reojo y el chico bajito ya se había ido-

-Bueno, eso me da más excusas para invitarte a cosas y luego tú a mí -Sonrió y me abrazó por los hombros- Como citas mutuas -Sonrió y comenzamos a caminar por el patio-

-¿C-citas? -Dije sonrojado, ¿había subido la temperatura? -

-Sí, citas, ¿hay algún problema con ello? -Preguntó mirándome con curiosidad-

-No, p-por supuesto que no -sonreí nervioso- Es solo que... Jamás he tenido una cita -Dije intentando cambiar el tema-

-Bueno, pues consideremos esta una de otras muchas -En vez de cambiar el tema, lo agrandé, bien echo idiota-

Seguimos caminando, realmente sentía una especie de nostalgia en mi corazón, como si ya hubiese vivido todo esto, sin saber de dónde. En un momento giré la cabeza y vi a un chico de azules ojos observándome, iba en mi clase y era realmente bueno tocando la guitarra.
Me sonrió, así que le sonreí devuelta y seguimos de largo. Juré haber visto a Osomatsu mirando hacia atrás con odio, pero quizá fue mi imaginación únicamente.

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Bueno, intenté retomar éste fic con algo simple y cortito. Ahora se viene el drama ÚvÙ

Nos leemos luego 💖

Rojo ardienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora