No daban ni las 2 de la madrugada para cuando empezó el llanto.
Minho trató de ignorarlo cubriendo su cabeza con almohadas pero fue inútil.Apenas se había mudado, su departamento era aceptable y la ubicación era la ideal, el único problema eran esos sollozos que no dejaban que conciliara el sueño.
Estaba harto.
Trató de quejarse con los vecinos pero nadie más parecía oírlos, vamos, qué loco no estaba ¿verdad?Se puso en pie, y fue a la cocina, si no iba a dormir más le valía gastar bien su tiempo.
Se sirvió un jugo antes de abrir su laptop, la pantalla comenzó a cargarse lentamente.
Poco le había faltado para ahogarse, a través de la pantalla, notó un reflejo, una sombra, agachada a sus espaldas.
Minho no creía en fantasmas, no había llegado a tener algún "encuentro paranormal" jamás en su vida, ni creía que pasaría.
Limpio como pudo el desastre que había causado, suspirando con alivio al ver que su nena aún servía.
Se giro recordando al intruso, y no vio a nadie, hasta el llanto había cesado.
Pensó en llamar a seguridad, alguien se había metido a su casa.
Reviso bien las demás habitaciones, nada.
Tal vez había comenzado a alucinar por las pocas horas de sueño que se cargaba.
Regresó a su habitación para aprovechar el silencio, abrió la puerta que no recordaba haber cerrado y lo vio.
Como de su estatura, tenía un cabello castaño desordenado y los ojos ya hinchados, estaba sentado como indio en su cama, viéndolo fijamente, con un puchero en los labios que indicaba que sí decía algo mal, rompería en llanto.
Aguanto la respiración y contó hasta 3.
El chico no se iba.
Traía un parche en la mejilla, parecía golpeado. ¿Cómo demonios se había metido a su casa? Estaban en un octavo piso.
-- ¿Quién eres y cómo entraste? --
El chiquillo sólo frunció el ceño, había preguntado en vano.
-- Estas en mi casa, vete -- nada, ni un bufido.
-- Esta es mi casa ¿De qué hablas? ¿Qué le hiciste a mi mamá? -- ah, si hablaba.
-- No se quien es tu mamá, de seguro te acabas de confundir, ¿eres hijo de la señora Byun? -- el chico negó.
-- Estas en mi habitación ¿Por qué? -- Minho no entendía nada, llamaría a la policía en cualquier momento.
-- Esta es mi habitación -- la cara del castaño se había puesto de un rojo intenso, se puso en pie y abrió su closet con fuerza, señalando un punto fuera de la vista de Minho.
-- Aquí dice Jisung, ¿tu mamá no te enseñó a leer? -- el pelinegro se acercó confundido, era una pequeña marca en una de las puertas, como de plumón, ya casi no se notaba.
Oh. Él era Jisung.
El hijo de la anterior dueña.
UN FANTASMA.-- Oye, extraño, ¿Por qué pones esa cara? Me estás asustando, quiero a mi mamá -- de pie resultó apenas un poco más bajo que Minho, aún así, no alcanzo a reaccionar a tiempo, había sido encerrado, escuchó el portazo y como alguien colocaba algo para trabar la puerta. ¡Había sido alguien malo! Y se había llevado a su mamá.
Minho oyó el llanto durante el resto de la noche, estuvo sentado junto a la puerta, en vela, hasta que el sol entró por las cortinas de la sala.
Había un fantasma dentro de su habitación.
Eso explicaba muchas cosas.
En realidad no, no era para nada lógico, ni seguro.
El lloriqueo apenas había cesado, abrió la puerta con cuidado y notó que ahí dentro, ya no había nadie.
En la noche la historia se repitió, encerraba al chico dentro y dormía dos minutos antes de despertar aterrado.
Nadie en el edificio le había creído, la limpia de incienso sirvió muy poco, sólo agregaron estornudos a la ya soportable noche de llanto.
Si seguía así, no tardaría en unirsele.
Había decidido mudarse.
No tenía mucho y el cambio no fue muy difícil, sólo tuvo que regresar a su viejo apartamento.
Quedaba un poco más lejos pero tenía algo que el otro no.
Absoluto silencio.
O eso pensó hasta la cuarta noche.
Nuevamente el llanto y el mismo castaño sin comprender porque ahora estaba ahí.
-- Vamos, me vas a decir que ahora eres mi ángel de la guarda y por eso no puedes dejarme -- mala idea, el llanto había empeorado, Jisung se limpiaba los mocos en sus sabanas, los tenía escurridos por toda la cara, asqueroso.
-- ¡Yo no quiero! ¡Quiero a mi mamá! -- y ahí iba con lo mismo, conocía los patrones, y no podía negarlo, se acostumbraba a ello, terminó de hacerlo cuando el supuesto sacerdote terminó de exorcisarle, y volvió a verlo en la noche.
Si no podía librarse de ello, más le valía adaptarse.
-- Dormirás aquí, queda prohibido el llanto, es molesto y pronto iniciaré la escuela -- hasta el pobre había comenzado a resignarse, intentó pasar un par de días lejos de Minho y la opresión en su pecho no le dejó.
Por alguna razón no podía estar lejos de ese peli negro que no se veía amable.
Nisiquiera le agradaba ¿Por qué debía hacerlo?
-- Comeré lo que quiera -- había reclamado ya en su novena alita de pollo, Minho estaba más que molesto, lo había dejado sin cena, y se suponía que no necesitaba cenar.
No necesitaba dormir tampoco, ni beber agua.
Se dio cuenta que las cosas que de por sí hacía por inercia, ya no eran necesarias, y el sentimiento que dolía en su pecho, era el que lo hacía llorar.
Lloraba en silencio para ya no molestar al que supo era su mayor, pero sabía que lo notaba cuando las palmaditas en su cabeza comenzaban, y no se detenían hasta que paraba.
Que las alitas de pollo en exceso no eran un error de envío.
Quería cooperar pero el más bajo aún no le decía donde estaba su mamá, y porque él estaba ahí.
Tenía una idea vaga, tan tonto no era.
Pero prefería ignorarlo.
Bien, tal vez había muerto, y eso no le gustaba, preferiría haber estado mil veces acompañando a su mamá que a una persona de la cual apenas sabía su nombre.
Todo era muy raro, pero tenía que aceptarlo.
Si algo le caracterizaba era que sabía adaptarse bien.
Estaría ahí, siendo la menor molestia posible el tiempo que sea necesario.
Porque a final de cuentas, no iba a pasar la eternidad junto al amargado, ¿no?
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Esto en mi mente era Fluffy /inserte meme triste
Ya MI VIDA @M0RECATS esto es x ti japi berdei
WEY Q BONITO ONE SHOT Y SE CUIDARON X SIEMPRE Q DICEN CJAHDKABSKAJD
Atecreas, no se cuanto dure esto son las 4 am jajdkajsjs
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| Cry Baby | Minsung
FanfictionMinho oía un llanto cada noche. Un molesto llanto, perteneciente a un castaño. ¿Un invasor? Pues no, sólo un pequeño fantasma confundido y tratando de aceptar el hecho de ya no pertenecer más al mundo de los vivos. This is for the MelWeek bc I luv...