Avan
El día pasó demasiado rápido para mi parecer y luego de tomar una clase de deportes y haber ganado 3-1, a mi favor, en un partido de soccer, lidie con una enojada Aisha a la salida ya que no quería sinceramente tenerla en mi casa hoy.
—Por favor, podríamos divertirnos un rato—me dijo Aisha haciendo pucheros y tomándome del brazo para que le hiciera caso.
—Aisha ya te expliqué, hoy no, debo ir con mi familia a revisar unos pendientes—mentí.
—Podría acompañarte—sugirió a lo que yo exhale.
Fantástico, esta chica no se rinde nunca.
—Nos veremos luego, ¿Si?—insisto intentando que deje de tratar de ir conmigo.
Ella asiente y se va luego de darme un beso corto en los labios. No puedo negar que esta chica me vuelve realmente loco, me gusta su cuerpo, a veces me agrada mucho su posición respecto a ciertos temas, y su compañía y el buen sexo que lo respalda no es que lo desprecie.
Tomo mis cosas y subo a mi moto para emprender mi rumbo hacia la nada, hoy decidí ir a dar un paseo, solo quería ver hacia donde quería llevarme el destino. No pensaba alejarme tanto pero tal vez podría ir a las afueras de la ciudad, pero solo unos cuantos kilómetros.
Tras ponerme el casco decido subirme e ir directo hacia donde mi cabeza piense llevarme.
Izquierda, derecha, recto, retorna.
Son algunas de las direcciones las cuales sigo. Me encuentro saliendo de la ciudad y lo único que puedo ver por el momento son coches siguiendo mi rumbo y algunos otros yendo hacia el sentido contrario.
Veo un pequeño letrero que no alcanzo a distinguir lo que decía, pero mi cabeza instintivamente decide ir hacia allá.
Miro por mis retrovisores y al caer en cuenta que no hay ningún peligro al retornar lo hago, llego hacia la pequeña entrada y ya cerca puedo leer lo que el letrero dice:
"Mirador 39"
Nunca en mi vida había escuchado sobre este lugar en todo el tiempo que he vivido en esta ciudad. Decido adentrarme y descubrir de que se trata este lugar.
Poco a poco el camino de pavimento se convierte en un camino arenoso y a lo lejos se ve el cielo y una estructura que no alcanzó a reconocer realmente.
Conforme me voy acercando me percato que la estructura que antes había visto era un mirador de tonos opacos y unas escaleras oxidadas, pareciera que la punta quería tocar el cielo, me hacía sentir vértigo y una sensación indescifrable.
Al ver esto supondría que mucha gente estaría en el lugar pero yo era la única en los alrededores.
Estaciono mi moto y desde donde estoy puedo ver el océano y algunas cosas olvidadas tales como sombrillas, hieleras, algunas prendas y vasos.
Me libro del casco, lo posiciono encima de la moto y me encamino hacia el mirador. Mientras más lo observo, más vértigo empieza a formarse en mi interior.
Creo que podría decirse que las alturas era uno de mis mayores miedos, al igual que la soledad. No creía poder subir al punto más alto del mirador y mucho menos quedarte más de un par de minutos.
Cuando estoy al pie de la vieja construcción me percato del pequeño letrero de "No pasar" que se encuentra al final de unas pequeñas escaleras de metal oxidado.
El letrero es sujetado por una pequeña cadena igualmente oxidada pero esta se encuentra intacta. No hay señales de allanamiento lo cual me parece un poco raro.
Decido pasarlas por debajo e ignorar el letrero y en cuanto doy un pie en el primer escalón este da un pequeño chirrido el cual me causa una sensación de escalofríos en el cuerpo.
Decido ignorar el sonido y subo lentamente unos cuantos escalones más hasta que llego al primer nivel. Hay partes del piso que se han desplomado pero son mínimas lo cual sigue permitiendo que pueda caminar.
A mi derecha hay una puerta la cual no tiene algún candado por lo que decido abrirla pero para mi mala suerte esta se encuentra cerrada y tal vez incluso atascada.
No quiero ejercer tanta fuerza por lo que me apoyo contra la puerta y cuando abro los ojos un gran espectáculo se desarrolla enfrente de mi.
El mar se puede ver claramente, los diferentes tonos de azul, las olas y toda la espuma que estas generan. Para mi todo esto es demasiado impresionante.
Doy unos cuantos pasos más hacia el frente y me tomo del pequeño sujeta manos que esta frente a mi y admiro el paisaje.
El cielo azul y en algunas partes opaco por un gris hermoso, algunos pájaros a mis lados disfrutando igualmente la vista y el sonido de las olas inunda mis oídos.
—Creo que la vista es muy bonita ¿no crees?—le digo a una paloma al lado de mi—Claro, no espero que me contestes pero solo quería decirlo.
La paloma voltea a verme y seguidamente vuela para reunirse con otras palomas en otro nivel.
Cuando decido irme el piso bajo mi pies tambalea y empiezo a escuchar un crujido el cual no suena para nada bien.
—Carajo—susurró por lo bajo tomándome fuerte del pasamanos e intentando ejercer la menor fuerza posible contra el suelo.
Un pedazo de metal se desvanece bajo mi pie derecho y empiezo a sudar incontrolablemente al ver el suelo demasiado lejos de mi.
Decido hacer movimientos cautelosos hasta que por fin logro bajar completamente y volver a estar en un piso estable. Exhalo todo el aire que estaba guardando y creo que es suficiente por hoy por lo que decido subirme a mi transporte y dirigirme nuevamente a la ciudad.
Este lugar me transmitió diferentes sensaciones por lo que creo que regresaré, será como mi refugio y fue realmente fantástico poder haber visto algo así.
Blue
Realmente tras haber tomado mis libros vi mi horario y no me apetecía en lo absoluto asistir a clases por lo que metí el libro y la libreta que habían sido extraídos de mi casillero a mi respectiva mochila.
Salí del colegio y me dirigí otra vez a las calles de la ciudad, varios estudiantes continuaban entrando a la institución mientras que yo simplemente había salido de ella.
¿Hacia donde iría? Todavía no tenía amigos aquí y los lugares que quiero visitar prefiero hacerlo en mis pequeñas excursiones en las madrugadas.
Simplemente decido tomar un paseo por las calles hasta que mis padres se vayan al trabajo que eso sería aproximadamente en dos horas.
Camino sin un rumbo en específico, en el transcurso tome otro par de pastillas analgésicas para poder tranquilizar un poco el dolor que comenzaba a formarse en mi cuerpo.
Me comienzan a sudar las manos, empiezo a sentir como mi garganta se siente reseca y mis labios comienzan a temblar un poco.
Saco mi cajetilla de cigarrillos y veo que en su interior solo quedan tres elementos. Saco uno y lo coloco entre mis labios y lo prendo con la débil llama de mi encendedor .
Le doy la primera calada. El humo entra a mi boca, bajando por mi garganta y adentrándose a mis pulmones, expandiéndose y quemando todo tras su paso. Esto se convierte en una sensación demasiado placentera y relajante.
Decido sentarme en un banco que he encontrado afuera de un establecimiento que no logro distinguir si es de comida o una simple oficina.
Dejo mi mochila a un lado mío en el suelo y coloco la cajetilla con el encendedor dentro a un costado mío en la banca. Le doy diversas caladas hasta que la colilla entre mis dedos comienza a quemar más de lo normal y el cigarrillo se ha consumido por completo.
Tomo el siguiente y el proceso se repite hasta que no quedan más cigarrillos en la caja.
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Blue
Non-FictionBLUE; una chica con problemas de adicción al cigarrillo, con unos padres nefastos y una vida de mierda; ella desea ser perfecta, pero lo que ella no sabe es que es más que eso. AVAN; un chico que a ojos de todos es hermoso, es realmente guapo, tien...