Hay veces en las que me dan ganas de llamarte y decirte lo mucho que me haces falta, lo mucho que necesito oír tu voz, incluso oír tus suspiros. Hay momentos en los que recuerdo tus momentos tristes, cuando llegabas a clase con las gafas de sol, negándote a quitartelas y sabía que detrás de ellas se escondían la razón por la cual me llamabas la noche anterior diciéndome lo mucho que era para ti. Te creía, ¿Sabes? Eres un gran actor.
Esta mañana ha venido de nuevo, diciéndome lo “destrozado” que estas. Mierda, Dave. ¿Os creéis que soy estúpida? Sé que ahora estáis juntos.
Puede que ahora no asista a clase, pero los rumores llegan a mi igual. Además, Marie me llamó ayer por la noche y no pude evitar llorar mientras hablaba con ella por teléfono. Esta noticia me ha destrozado, y seguro que estas disfrutando...
Debes estar feliz, tienes a la chica que has querido siempre. A la que siempre has amado... ¿Creías que nunca sabría lo vuestro? Por favor, eres Dave Adams, nada referente a ti puede mantenerse en secreto por mucho tiempo, lástima que todo lo que me hiciste a mi se mantuvo en secreto por tanto tiempo. Como he dicho antes, nos habríamos ahorrado tanto dolor...
Pero a parte de recordar todos tus momentos tristes, también he recordado los buenos, cuando tu entrabas en clase con esa sonrisa tuya que llamaba la atención de todo el mundo.
Recuerdo un día en el que llegaste el último, como casi siempre, y entraste en clase con esa sonrisa simpática que no muchas veces lucías. Te sentaste a mi lado y yo simplemente decidí ignorarte porque no tenía ganas de soportarte. Lo sé, ya eramos amigos, pero aún así no me agradabas del todo.
— Hola a ti también, Addi.— Tu voz tenia una pizca de humor ese día y sonreí disimuladamente, sabia que me mirabas aunque mi pelo hacia como una cortina de separación entre tu y yo.— No me ignores, anda. Pensaba que ya nos llevábamos bien.
Seguí ignorándote mientras escribía en mi agenda los deberes que había dejado el profesor de mi anterior asignatura y que no había tenido tiempo de apuntar antes.
— Bien, tu lo has querido.
Y dicho esto te subiste a la silla, acto que hizo que dejara de escribir para mirarte sorprendida.
— ¿Alguien por favor seria tan amable de decirle a esta chica de aquí, testaruda pero guapísima como ninguna, que deje de ignorarme para poder tener una conversación decente con ella?
Me señalaste mientras me mirabas sonriendo y toda la clase se giro en nuestra dirección para mirarnos. ¡Me estaba muriendo de la vergüenza, Dave! Lo peor de todo es que no acabó aquí, sino que también dijiste esto:
— Tengo un chico con un ramo de rosas, de cincuenta rosas cabe decir, justo detrás de esa puerta— Señalaste la puerta por la que minutos antes acababas de entrar.— porque hoy hace 50 días que conozco a esta chica. Una chica diferente a todas las chicas que he conocido, que ha sabido como mantenerme a raya y que siempre saca lo mejor de mi. No soy un chico detallista, todo el mundo sabe eso, pero como he dicho antes, ella saca lo mejor de mi y por eso quería agradecerle todo esto. ¿Pero como lo hago si ella me ignora?
Decidí jugar un poco mas contigo y con cara de no importarme lo que me decías volví a mirar mi agenda para seguir escribiendo, aunque esta vez solo eran tonterías para sacarte de quicio.
— Bien, bien.— Escuché como bajaste de la silla de un salto y caminaste hacia la puerta. Segundos después estabas delante mío, con el gran ramo delante mío y una gran sonrisa. Carraspeaste y cuando te miré, señalaste el ramo con la mano izquierda mientras que con la otra la aguantabas.
— Te faltan los bombones.— Me crucé de brazos sobre la mesa con una sonrisa divertida y la tuya se amplió mucho mas.
— Un momento.— Levantaste el dedo índice pidiéndome un momento y le diste el ramo a un chico. Lo cogiste del cuello amenazante aunque esa sonrisa no se fue de tu cara.— Si intenta huir, la detienes. Si huye, te mato. Fácil, ¿verdad?
Y dicho eso saliste corriendo de clase. Algo dentro de mi ya empezaba a tomarte cariño y bien que lo sabias, por eso hacías eso. Pero era tan ciega que esos detalles me volvían loca. Ni siquiera me importó que lo amenazaras de esa manera, lo que en ese momento me importaba era saber donde habías ido.
Me levanté dispuesta a ir a buscarte, sabiendo que en cualquier momento el profesor podría llegar y ver nuestra ausencia, pero no me importaba tampoco Dave, solo quería verte y darte un abrazo.
— Este tío esta loco.— Murmuré en voz alta y miré al chico.— Voy a buscarlo, no me detengas o te mato yo.
¡Yo lo amenacé! Horas mas tarde me arrepentí, pero solo quería ir a verte, como he dicho antes.
Salí de clase y empecé a buscarte caminando por el pasillo. Algo me decía que te fuiste al aparcamiento así que fui y te encontré subiendo las escaleras, aún con esa amplia sonrisa.
— ¿Voy a tener que matar a ese chico por no saber retenerte?— Ladeaste la cabeza mirándome.
— Yo también se amenazar, ¿Sabes?— Me crucé de brazos.
— ¿Tu? ¿La dulce y casi simpática Addi acaba de amenazar a un chico? Mierda, te estoy corrompiendo.— Tu sonrisa se convirtió en una divertida y no pude evitar reír.
— ¿Hablas en serio? Nunca en un millón de años tu podrías tener algún efecto en mi.
Nos reímos y acto seguido nos abrazamos con fuerza. Escondí la cara en tu cuello mientras me acariciabas la espalda, encontré ese acto muy dulce, si quieres saberlo. Pero ahora sé que solo era para seducirme.
Cuando nos separamos me diste una caja de bombones.
— La dejé en el coche para comermelos después.— Me reí y después te reiste tu.— Es que pensaba que los bombones eran excesivos, ¿vale?
— Esta bien chico malo, no pasa nada.— Te sonreí y volvimos a clase.
¿Recuerdas esos días? Intentabas conquistarme a toda costa, ahora puedo darme cuenta. Fueron tantos los detalles como esos, los ramos, los chocolates, las salidas por las tardes y sobretodo, esas visitas inesperadas que a veces me hacías.
No sabes cuán amaba que hicieras eso, no importaba que hora fuera ni en qué momento lo hicieras, tu siempre eras bienvenido a entrar por mi ventana y darme un beso de buenas noches.
Amaba tanto esas cosas, pero ahora ya no mas Dave. Ahora cierro la ventana, para que no entres y alborotes mi vida, como lo has ido haciendo. Hoy cierro otra ventana más, otra ventana que me da acceso a ti y así haré haciendo hasta que te haya olvidado.
Hace poco subí pero quiero colgar este ya jajaja ¡Disfrutarlo mucho!Besos xx
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Dear Dave: I hate you
Random"Pueden haber muchas chicas a mi alrededor pero siempre voy a elegirte a ti." "¡Dios, tengo la novia más guapa de este puto planeta!" "No empieces, yo te amo a ti." "Oye, ¿Como que te vas? Quiero mi beso antes." "Te amo y te amaré para siempre." ¿Re...