"Adieu Mon Amour"
Grecia, Athenas – Rodorio
Junio 11 de 1747
Fluorite suspiro quedamente mientras sus pasos la guiaban lejos del Santuario hacia la aldea de Rodorio. Era su día libre y había decidido que para variar luego de tantas semanas encerrada en el Templo de Acuario haciendo traducciones y ordenando libros antiguos, debía salir un poco para despejarse, y el hecho de que Degel llevara semanas actuando peculiarmente la tenía intranquila.
A lo lejos diviso el puesto del padre de su amiga, la cual estaba afuera atendiendo a unas personas que querían comprar un inmenso ramo hermosamente decorado, así que la joven mujer rubia saludo con la mano a la castaña y luego se sentó en una silla del otro lado de las mesas a esperar que esta terminara de atender a los clientes y mientras tanto informo a algunos que se acercaron sobre los precios mientras la chica estuvo ocupada.
Al final pasaron veinte minutos antes de que Agasha al fin hiciera las ventas y pudiera acercarse a saludar adecuadamente a su mejor amiga, la cual tenia el ceño fruncido y lucia algo preocupada, aunque trato de ocultarlo rápidamente.
"Hoy si que hay movimiento por aquí" comento la rubia, tomando agradecida el baso de agua que la otra chica le tendió antes de sentarse a su lado.
"Así es, supongo que es porque una caravana está de paso" asintió la muchacha de ojos verde oliva tomando un sorbo de su propia bebida antes de girarse a observar a su amiga, con una mirada entornada. "¿A que viene esa expresión, Fluorite-san? ¿Sucedió algo?" inmediatamente se preocupó, girando para encararla una vez se aseguró que no había más clientes interesados en las flores.
"No, no... no ha pasado nada particularmente malo, es solo que..." con un suspiro de pesar, sus ojos grises perla vagaron por todo el lugar, sintiéndose maravillada por un momento ante el entorno tan diferente del que era parte desde hacia unos años, pero rápidamente este feliz pensamiento fue opacado por los otros menos alegres. "Degel-sama ha estado... ¿actuando extraño? No se definir aun que es lo que lo tiene así... me pregunto si hice algo malo y no sabe como decírmelo" murmuro por lo bajo, pero su acompañante la escucho de todas formas.
"¿Actuando como? Cuando subí hace unos días a llevar las flores al Pope-sama y a Athena-sama yo no note algo fuera de lo común, pero supongo que realmente no lo conozco tan bien como tu..." la jovencita se mordió el labio inferior, no sabiendo como ayudarla, pero determinada a hacer algo. "¿Tal vez... tal vez si hablo con él...?" comenzó a decir vacilantemente, pero al instante se detuvo cuando vio a la rubia negar rápidamente con la cabeza.
"No, no, Degel-sama no diría nada referente a lo que lo molesta" ella suspiro una vez más, internamente agradecida de que su amiga se hubiera ofrecido para hacer algo que obviamente no estaba cómoda haciéndolo. "Gracias de todas formas, yo solo tendré que ser paciente y esperar a que él se decida a hablar... o empezar el juego de las mil preguntas y esperar atinar a alguna" ella le palmeo amablemente las manos a la castaña para tranquilizarla, y al instante noto que la piel que usualmente era algo rustica por el arduo trabajo estaba mas suave. "Oh, ¿has cambiado de pomada? Es magnifica, quizás yo también compre una para mi si funciona tan rápido y bien, ¿dónde la conseguiste?" inquirió con una sonrisa, que se torno confusa al ver el sonrojo de la castaña.
"Oh, bueno..." Agasha bajo la mirada con algo de timidez, tocando sus propias manos con suavidad maravillada aun del efecto de aquella pomada que esa persona le había regalado hacia dos semanas atrás cuando fue al Santuario. "A-Albafika-sama fue tan gentil de prepararme una mezcla especial cuando noto que mis manos estaban algo lastimadas y secas, la verdad no sabia que lo había notado hasta que me dio el envase... realmente fue muy amable por su parte preocuparse de esa manera por mi" termino en un murmullo suave, con una sonrisa cálida en sus labios.
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Golden Frost
Fanfiction【Saga Dorada I】 La monotonía de Degel fue interrumpida, quien debido a unas cartas de una conocida hace su día a día mejor, sin embargo, no espero que de un momento a otro las cosas cambiaran, y no para mejor. Ahora el Santo de Acuario debe ir a Fra...