chapter 14

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El fuerte olor a alcohol puesto sobre mi nariz me trae de vuelta a la realidad.
La primero que mis ojos captan son los ojos verdes de mi hermano mayor y Kain que esté al otro lado de mi cama observandome.

–Katherine desde cuándo te sucede esto–. Lo miré dudosa de contarle lo que me sucedía. –Katherine respóndeme–. Tomé un largo suspiro para comenzar a contarle mi vida.

– Todos creen que tuve una vida perfecta, incluso mi madre lo cree. Dice que ha sido una madre perfecta, sin embargo no fue así.– No quiero comenzar a llorar pero no puedo evitar que mis lágrimas salgan a flote. – Nunca estuvo en mis fiestas de cumpleaños, siempre estuve con mi papá, él era mi todo.
Cuando cumplí 10 años mi padre me dejó sola en casa porque dijo que tenía una urgencia.–
*Flashback
–Escuchame Kity, tengo que dejarte por unas horas solita en casa, no le abras la puerta a nadie. ¿Entendiste?–.

–Si papi, te espero con mi torta de cumpleaños.–

–Así será mi niña.–
Fin del flashback

–Mi tío me violó muchas veces ese día, cuando llegó papá, no sabía cómo decircelo. Así que nunca lo hice, y nadie más sabe sobre esto. Ese día quedé con traumas. Ni siquiera Clarissa lo sabe.–

Los ojos de Kain y Nathan se oscurecieron provocándome un escalofrío.

–Ese maldito infeliz.–

Nathan

El sólo pensar que esa mujer nunca le prestó atención a mi hermana me hace querer acabar con ella en este momento.

–¿Crees que ya sea hora de que se lo digamos?–. Kain está alado de mi.

Hace más de una hora que Katherine se fue con su chofer de compras.

–Nathan, sabes que mamá la quiere tener ya en sus brazos. Ella nunca la olvidó es la luz de sus ojos.–

–Lo se Kain, pero no sé cómo se lo debo decir.–

–Nathan, mamá ha estado preguntando sobre ella, y no solo por qué ya la quiere tener; también es porque ya es hora de que se haga cargo de el dinero de la familia. Ella es multimillonaria, incluso más de lo que lo son los Stevens.–

–Lo se Kain–. Un gran suspiro escapa desde lo más profundo de mi pecho provocando que me duela el corazón.

Lo peor de todo es que si se lo digo sé que le haré más daño del que ya tiene, no quiero dañarla ni mucho menos que me odie.

–Hermano no podemos arriesgarnos a perderla otra vez, ni mucho menos que Clarissa la aleje de nosotros.–

–Lo haremos cuando llegue el momento.–





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