Hwang Hyunjin siempre había admirado a los protagonistas de las películas.
Había pasado toda su vida intentando ser alguien que no era, había creado un personaje que todo el mundo admiraba incluso él. No había nadie que se resistirse a sus encantos ni a su persona. Siempre había conseguido todo lo que se proponía y quería, por eso Jeongin era su nuevo objetivo. Acostumbrado a que todo fuese como el señorito quería, a todos admirando su orgullo, su papel, que alguien tan atractivo como el estudiante de primero le repudiase era exactamente el entretenimiento que estaba buscando.
Pero él lo sabía, sabía que con alguien como Jeongin le iba a hacer falta tirar su careta en cualquier momento si quería algo más que un entretenimiento. Las cosas no iban así. Se supone que él es el que rompe los corazones, que él es quien rechaza a los demás, no a quien rechazan. Él nunca piensa más de dos veces a la misma persona a no ser que sea para volver a enrollarse con ella. Entonces, ¿por qué seguía pensando en el pelirrojo?
"¿Cuándo crees que es buen momento para pedirle salir a Jisung?"
La voz de Minho sacó a Hyunjin de sus pensamientos, quien se levantó del suelo de la sala de prácticas.
"Después de la fiesta del viernes, si vas a tener novio tendremos que celebrarlo comiéndonos los morros antes"
Minho rió, sentándose al lado de Hyunjin y dándole un pequeño empujón.
"Quiero que Jisung salga conmigo, no que deje de hablarme porque me vea enrollándome contigo"
Hyunjin bufó, volviendo a tumbarse en el suelo. Besar a Minho era algo que le gustaba mucho y le relajaba. Siempre compartían pequeños gestos, siempre encontraba refugio en él. Cuando estaba con Minho, no necesitaba ser ese personaje fuerte, el rompecorazones de turno y el famosete de la universidad. Con él, era tal y como era.
Minho había sido una de esas personas que se interesó por él durante bachillerato. Ambos eran discriminados en mayor o menor medida, Minho se había acercado a él sin ningún tipo de perjuicio, sin exigirle nada, sin esperar nada. Y Hyunjin sólo pudo caer por él. Honestamente, ¿quién no caería por Lee Minho? A veces puede ser estúpido, pero era la única razón por la que la vida de Hyunjin podía ser tan brillante, porque nunca dejaba de ser él mismo en mayor o menor medida. Con Minho podía llorar sobre lo estresado que le tenían los exámenes, o sobre la presión que le causaba que sus padres le demandasen ser perfecto. Las fiestas eran su escape y el alcohol su escondite. Sabía que Minho y los amigos que consiguió gracias a él no le dejarían pudrirse y siempre tenía bajo control; también saben que Hyunjin no se siente mal usando a la gente, ni obligado a acostarse con ellas, por lo que tampoco le detienen o intentan que cambie su actitud.
Sólo quería cariño, alguien que le quisiese de verdad. ¿La verdadera razón por la que se acostaba con tantas personas? Empezó siendo para poner celoso a su ex, y encontró un escape en el alcohol y el sexo que nada más podía darle, o mejor dicho, nadie. Nunca se sentía satisfecho. Una y otra vez, ¿cuántas personas habían estado por debajo de él? ¿Cuántos labios había besado?
"¿Crees que si le invito a cenar a un italiano es demasiado?"
"Por dios Minho, le vas a pedir que seáis novios, no matrimonio"
"Sabes perfectamente que le pediría matrimonio"
"Se me olvidaba que estábamos hablando de ti"
Minho rio, escribiendo en su móvil.
"Ahora le preguntaré a Felix si sabe a qué hora sale Jisung mañana"
"También puedes preguntarle por el número de Jeongin, ya sabes, para tu queridísimo mejor amigo"
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puto píllate por mi - hyunin au
Romansaau en el que hyunjin es un malote, le dice a jeongin que pueden follar pero que no se puto pille y es tan tonto que se acaba enamorando él, pidiéndole ahora que por favor se puto pille