HOME [trad] (changjinlix)

3

Felix y Changbin habían disfrutado del paseo hacia al parque, aunque este había consistido en su mayor parte por silencio. Pero Felix encontraba tranquilidad incluso en el silencio de Changbin. En algún momento de su paseo él había colocado su abrigo sobre los hombros de Felix. Cuando llegaron a la casa, Felix se quitó el abrigo y se lo dio de vuelta a Changbin, quien quiso que el menor se lo quedara, pero supo que no tenía excusa, ya que estaban dentro de la casa.

Bajaron al pasillo y se detuvieron en la habitación de Changbin. "Fue agradable." dijo Felix, después de unos segundos mirando al más bajo. "Fue agradable estar contigo."

Changbin sonrió. "Siempre es agradable estar contigo."

"¿Siempre?" Felix le dedicó una sonrisa irónica. "¿Qué te parece cuando soy un desastre llorando? No puedes decir que eso es agradable cuando..."

Changbin colocó una mano en la mejilla de Felix. "Siempre, Lix. No me arrepiento de ningún momento que he pasado contigo."

Felix le miró confundido. Él amaba a Hyunjin, le extrañaba con locura, y el enigma era que Seo Changbin se estaba colando en su corazón y encendía algo que Felix no sabía cómo extinguir. Se retractó, dejando caer la mano de Changbin. "N-Necesito ir a dormir." murmuró antes de darse la vuelta.

Seungmin se sentó en la cama incapaz de no escuchar la conversación que había justo al lado de su puerta. Suspiró. Haz algo. Haz algo antes de que sea demasido tarde.

Changbin abrió la puerta de su cuarto y se encontró a Seungmin sentado no en su propia cama, si no en la suya. "Hey, Minnie..." dijo con la voz triste, colocándose en la esquina de la cama. Lo que le dijo a Felix en el pasillo estaba lejos de ser una confesión pero Changbin ya había tomado la reacción de Felix como un rechazo.

"Está bien, Binnie" le tranquilizó posicionándose frente a él para darle un beso en la frente, levantó su camisa negra por encima de su cabeza y conectó sus labios, dejando que Changbin deslizara sus manos bajo su suéter, empujó al mayor contra su espalda y se colocó encima, profundizando el beso.

Felix se arrepintió de haber dejado a Changbin en el pasillo desde que entró a su cuarto. Se apoyó contra la puerta, insultándose a sí mismo por ser un idiota. Era obvio, desde la manera en la que Changbin le miraba, hasta la manera en la que le tocaba, como si fuera algo valioso, que quería proteger - una protección sincera para Felix. ¿Por qué me alejo de lo que necesito?

Felix gruñó, odiando haber hecho el ridículo consigo mismo. Sólo esperaba que Changbin perdonara su estúpido comportamiento. Fue a la cocina y comenzó a hacer un cappuccino. Justo de la manera que a Changbin le gustaba. Sonrió mientras colocaba unas galletas en forma de corazón en el pequeño plato.

Se dirigió lentamente al pasillo para llegar a la habitación de Changbin, lentamente y con cuidado para no derramar nada.

Se congeló al escuchar gemidos de Changbin en la habitación. Él sabía que no debía, pero la tentación era demasiada, especialmente cuando la puerta estaba entreabierta. Dio unos pasos vacilantes hacia delante, manteniendo su mirada al frente.

Seungmin había desabrochado los jeans de Changbin, mientras el mayor levantaba su suéter por encima de su cabeza, tirándolo al suelo. De reojos Seungmin podía ver a Felix mirarles con los ojos muy abiertos. Perfecto. Enredó sus dedos en el cabello de Changbin tirando de ellos hacia atrás, sabiendo que eso provocaría un gemido alto de parte del mayor. "¡Seungmin!" gimió Changbin. Así es, Felix. Él es mío. Presionó sus labios en los de Changbin probando su idea.

Felix se sintió enfermo, como si algo extraño se estuviera moviendo dentro de él. Se dio la vuelta para irse, dejando temblorosamente el cappuccino y las galletas fuera de su puerta. Se sintió desorientado mientras regresaba a su habitación, enfadado consigo mismo al malinterpretar a Changbin. Claramente, el mayor se había hecho un lugar en su corazón, pero Felix nunca tendría el privilegio de estar en el suyo. Se sentó en la cama de su habitación oscura y con los hombros bajos, pensando en las razones por las que debería haber regresado a Australia, cuando recibió un mensaje.