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—¿Realmente importa si lo sabía o no?, Ya eres mierda del pasado, Jeon.

JungKook no dice nada, pero yo sé muy bien que es lo que está pensando. . .

Ya no soy el mismo TaeHyung de antes.

Sé que lo ve en el orden de mí habitación, en la falta de aquellas estanterías que estaban repletas de gruesos libros sobre temas bastante extraños, y muy especialmente; en la sequedad de las palabras que dirijo hacia él, intentando ser más frío que el mismísimo invierno, cuando en realidad, soy tan cálido como la primavera.

—Demonios— chistó con la lengua, desviando la vista con la ceja alzada en un gesto más pensativo que concentrado en la maldita pared— ¿No puedes intentar ser un poco más suave?, Pareces gata gruñona joder, no tengo la intención de discutir ahora mismo sabiendo que hay un conflicto de por medio que claramente nos incluye a ambos.

Bufé con las cejas fruncidas antes de soltar un suspiro rendido, dando a entender que dejaría el tema atrás. JungKook asintió complacido.

—¿Por qué te tienen en la mira?

Genial, odio las preguntas tan directas. Bajé la vista sintiendo como un ligero toque de incomodidad me invadía, no estaba preparado para ser interrogado tan rápidamente, y menos para hablar sobre lo que pasó entre ella y yo.

—Le jodi un poco la vida, solo eso— respondí sin querer dar lujo de detalles. En JungKook se vió un ligero atisbo de sorpresa que intentó disimular muy vanamente, por supuesto que no lograría conectar nada el muy idiota.

—Está bien, todo perfecto, no quiero saber con exactitud que idioteces hiciste, pero mantén tus cosas a diez kilómetros de mí si es posible, la tipa aquella está completamente loca y luego yo debo soportarla— alcé las cejas indignado, viendo cómo Jeon empezaba a acomodarse la chaqueta para luego ponerse de pie.

—¿Entonces para qué demonios preguntas?— gruñi, JungKook se encogió de hombros con desinterés.

—Es tarde, debo irme.

Lo ví cruzar la puerta de mí habitación y luego solo me rodeó un profundo silencio.

Sé que él tampoco es el mismo de antes.

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—¡Kook!, ¡Felices ocho años de amistad!— exclamé alegremente cuando la figura de mí mejor amigo apareció frente a mí, sin poder evitar apretujarlo en un gran abrazo que él correspondió con menor euforia comparada a la mía— . Te quiero mucho mucho y- ¡Oh!, Te traje esto, mira— rápidamente cabe en el desorden de mí mochila en búsqueda de una mediana caja forrada en papel de regalo, mientras él esperaba expectante. Una vez que la encontré, se la entregué con gran emoción, viendo cómo JungKook abría los ojos sorprendido al retirar el papel y ver lo que era.

—Oh por Dios. . .

Una caja de pinturas profesionales reposaba en sus manos, yo sabía que eran perfectas para él.

—¿Te gustan?, Se que las querías tener desde hace tiempo.

—Pero Tae. . .no era necesario, amigo, esto es muy caro, ¿Cómo te lo puedo pagar?— negué con la cabeza repetidas veces, cruzandome de brazos.

—No me tienes que pagar absolutamente nada, solo pasarla bien en nuestro día— le guiñe un ojo, riendo a carcajadas después porque JungKook no podía salir del shook.

—Gracias, muchísimas gracias TaeHyung, yo. . .ahora creo que lo que te traje es demasiado estúpido— musculló avergonzado, le dí un zape en la frente con indignación.

Sin motivos para odiarme »KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora