INUSUAL

Capítulo I

Creo que ha sido una de las mejores decisiones de mi vida sin duda. Ya se estaba volviendo monótono todo ámbito de mi vida, desde las relaciones sociales hasta mi desarrollo lógico. Siempre como primera ley, estaba la conciencia de que era un humano, no alguien más esclavizado en la sociedad, que solo vive para reproducirse y generar ingresos al estado. Y en eso me estaba convirtiendo, no me sentía viva. Algunos se suben a montañas rusas para sentirlo, para mi era enfrentarme a cosas diferentes, para tener que realizar cosas diferentes.  

Solicité una beca a uno de los colegios más prestigiosos de mi país, la cual obtuve tras realizar diversas pruebas. 

¿Ventajas? Todo cambiaría, todo nuevo y diferente, tal como lo deseaba. 

¿Desventajas? Es un internado. 

 En mi familia nadie fue apegado a nadie, así que no fue difícil desprenderme de mi hogar. Así es como voy en una camioneta de alta gama atravesando el espeso bosque que entregaba Frutillar. No lo veo como una prisión la verdad, ya que podía salir los fines de semana por las ciudades cercanas, y fue en mi propia voluntad además.

Donde voy se llama "Preston School"; por lo que sé es un internado de mayormente ricos, de donde salen los grandes políticos y ingenieros de nuestro país. Me causa curiosidad realmente como es el ambiente que se vive dentro de esas 4 rejas que albergan las hectáreas en donde  se encuentra dicho instituto. Realmente no me interesa la gente que viva ahí mientras no interrumpan mi estadía dentro de este. 

¿Como me consideraría yo?

Como alguien inconforme sinceramente, que nunca se queda con lo que tiene, o con lo que le enseñan, siempre busca ir más allá y me encanta observar, analizar a la gente , sus reacciones y como podemos inferir en ellas. A veces lo inusual de mis pensamientos suele desagradarle a la mayoría y por esto genero una Ámbar superficial y una Ámbar quien demuestra quien realmente es. Y no me refiero a fingir, si no a, por así decirlo, omitir todo pensamiento muy profundo que aburra a la gente, y sólo hablar de estúpidas e inservibles trivialidades. Aún así no soy alguien de pocos amigos, de hecho, suelo conocer a todo el mundo, pero nadie me conoce a mi, ahí recae la diferencia. 

Y ahí estaba, frente a la gran e imponente entrada del que sería mi nuevo hogar. 

Pero ella no se dio cuenta de miles de pares ojos que la miraban desde los distintos pisos, asombrándose por aquella nueva alumna, que algunos la calificaban como linda, otros como de baja clase y otros como interesante.