Comienzo mi historia disculpándome. Me gustaría ser más clara, en lugar de decir que "algo" ha cambiado, pero la realidad es que eso ya no importa. Si bien me encantaría saber qué es precisamente, no puedo descubrir qué.
Debo admitir que me he esforzado por nada, y detesto eso. Detesto esforzarme en vano; soy muy perezosa. Esa, además de ser uno de los aspectos de mi personalidad que más odio, es la razón por la que, sin éxito al encontrar la causa de todos los problemas que he estado teniendo estos últimos meses, me encuentro aquí, escribiendo sobre mi historia, la cual no creo que tenga un final feliz.
Con la última frase, me refiero a que no lo será para alguien más. Yo siempre soy la primera prioridad, por supuesto, pero no soy ninguna insensible, no se confundan. Soy capaz de sufrir por los demás. Soy capaz de sentir empatía. Y por eso me duele tanto encontrarme parada en donde estoy, porque reconozco que todo es mi culpa, y que alguien saldrá lastimado. Ahí va otra razón para disculparme. No pierdan la cuenta, que hay muchas. Tantas cosas que hice mal... Me gustaría ser insensible. Realmente me gustaría. Sería todo tan fácil... Si no me importara nada. Probablemente, si fuera alguien así, gobernaría este asqueroso mundo.
Bueno, en realidad la razón por la cual no soy presidente es porque me importan demasiado los demás. Me importan lo suficiente como para ni siquiera considerar postularme, puesto que mi candidatura sería una completa mierda.
Dios mío, soy una dulzura de persona. ¿Por qué tienen que arruinarme la vida tantos problemas, en los que tanto talento tengo para meterme?
Esperen, se me ha ocurrido algo para corroborar que realmente no soy una insensible, cosa que comprobarán igualmente cuando se enteren del lío en el cual me encuentro actualmente. Eso vendría a ser el simple hecho de que les esté contando esto. Significa que me importa su opinión, y que busco desesperadamente ayuda.
Bueno, eso es lo que le pasa a las personas indecisas como yo.
Crees que es algo normal y que no te traerá problemas, por ejemplo, estar en la fila del McDonald's y no poder decidirte por el BigMac o el Cuarto de Libra, y terminar eligiendo en el último segundo, casi de forma aleatoria, lo que vas a comer. Crees que no poder decidir por la pregunta A o C en el examen, tras presentarte al mismo sabiendo el mínimo, no es la gran cosa. Crees que elegir sentarte junto a una persona u otra, la cual probablemente terminará siendo tu compañera o compañero de banco por el resto del semestre, es algo trivial.
Pues déjame decirte, querido amigo, que no lo es.
Créeme, por favor, cuando te digo que la indecisión es un problema muy serio, que evoluciona de las situaciones mencionadas anteriormente a cosas más serias, en donde ninguna decisión es correcta, en donde alguien sale con el corazón roto.
A nadie le importa un carajo si eliges una CocaCola o una Sprite. Pero sí les importa cuando eliges a alguien para pasar tu reducido tiempo libre. Alguien que te comente una historia en Instagram, y te saque una sonrisa. Alguien que te diga que eres su mundo entero.
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Dilema
RomanceEs muy fácil juzgar. Es muy fácil criticar. Es muy fácil burlarse. ¿Saben qué no es fácil? Decidir lo correcto. Nunca se puede. Así que mejor siéntense y escuchen con la mejor positividad la historia de una chica que ha arruinado su vida gracias a s...