꿈 » PCY

Capítulo 10

"¿Chanyeol?"

"Sip, el de exo" dice

"Oye, ¿estás bien?"

"Estoy geniaaaal" No, no esta bien

"Chanyeol, ¿en dónde demonios estás y por qué me llamas a esta hora?, mañana tengo clases" Trato de sonar suave pero me es imposible cuando técnicamente estoy muriendo de sueño

"Eunmin bebé, no te enojes conmigo" Mis ojos se abren por completo y juro que casi puedo ver como hace pucheros

"Chanyeol, ¿cuánto bebiste?" Le pregunto

"Tal vez una o dos, o tres, o cuatro" me dice "O... tal vez perdí la cuenta"

"¿En dónde estás?¿estás solo?" Sólo quiero saber que quiere para volver a dormir

"Eunmin"

"¿Qué?" Le contesto

"Veeeeen" Me dice

"¿De qué hablas?" Ni loca salgo de mi casa a esta hora

"Mis amigos se fueron y Zico me dejó, yo sólo quería volver a las andadas y ahora estoy sólo otra vez" Me dice "¿Por qué todos se aburren de mi?" Me pregunta Chanyeol, su voz suena débil casi como si estuviera temblando

"Chanyeol..." Trato de decir algo pero su voz interrumpe mi intento por relajarlo

"¿Algo está mal en mi?" Me dice, su tono de voz me dice que esta mal, pero no se como sentirme, ni siquiera se porque se siente así pero no puedo evitar sentir un poco de lástima por él. Supongo que según mi ética de psicóloga, lo correcto sería ayudarlo.

"Chanyeol, ¿dónde estás?" Le digo

"A-ah no sé muy bien" Imaginar al grandote en esta situación me preocupa, aunque nos conocemos hace poco no puedo evitar preocuparme por él, esta sólo y claramente también alcoholizado. Tengo que ir por él o en la mañana estará en el encabezado de las noticias, solo lo hago por su imagen, nada más. Me levanto de la cama, tomo una sudadera, y mientras me coloco mis tenis le digo:

"Envíame tu ubicación"

(...)

Sin la mariquita, sin Sunmi en casa y con un idol alcoholizado en un bar, me apresuro a llegar a la tienda de 24hrs más cercana para poder conseguir un taxi. Las calles de la ciudad se encuentran vacías, y lo único que ayuda a alumbrar mi camino son unas viejas lámparas, por suerte la tienda solo está a unas dos cuadras del apartamento.

Después de una caminata a la tienda, logro conseguir un taxi, un paquete de galletas y una bebida energética para borrar los rastros de sueño de mi cuerpo. Chanyeol a logrado enviarme su ubicación y no me sorprende que se encontrara en uno de los bares más exclusivos de la ciudad, supongo que al ser una persona famosa la única opción de diversión fiable es un bar costoso que pueda asegurar privacidad. El viaje dura alrededor de diez minutos, diez minutos en los que no he parado de pensar en cuál será mi siguiente paso. Levantó la mirada cuando el conductor me dice que hemos llegado a nuestro destino, sacó algunos billetes que después le cobraré al grandote y le pago al conductor.
Me encamino hacia el letrero con luces fluorescentes y en mi vista aparecen unas cuantas personas afuera del establecimiento pero no logro identificar a Chanyeol entre ninguna de ellas. Intento llamar a Chanyeol, para avisar que he llegado por él, sin embargo, no se molesta en contestar el celular y es cuando comienzo a preguntarme si esto vale la pena. Una parte de mi me dice que ha sido una idea completamente estúpida y la otra me dice que está bien ayudar un poco a los demás, de lo que estoy segura es que mis padres se molestarían al saber la hora en la que estoy sola por las calles.
Me toma unos segundos darme cuenta de mi error, estoy a las 3:30 afuera de uno de los bares más exclusivos de la ciudad, con una sudadera vieja y mis pantalones de pijama, luciendo completamente patética al esperar a alguien que probablemente ya se fue.
Me doy la vuelta y comienzo a caminar hacia la esquina del bar, mientras intento conseguir un taxi, por medio de señales. Mis intentos fracasan y me volteo hacia la banqueta para descansar un poco. Es ahí cuando me encuentro con un cuerpo sentado al costado de una de las lámparas de la calle, sus piernas permanecen dobladas de forma que parece incómodo. Trato de enfocar un poco mi vista y es cuando me tomo un minuto para comenzar a tomar las medidas de aquél sujeto, lleva una mascarilla negra cubriéndole la cara, una chaqueta tinta y unos pantalones negros. Me acerco un poco para intentar ver un poco más de su rostro y mi cerebro capta exactamente quién es. Camino hasta estar a un costado de él y le tocó el hombro.