De Nada a TODO.

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Mira, yo no quería que esto pasara ,así que no me juzgues.

Si estás leyendo esto porque crees que podrías estar en la misma situación, mi consejo es: deja de leerlo y, de hecho quema de inmediato este relato.

Si por el contrario eres una persona normal que está leyendo esto porque cree que es ficticio y fantástico sigue leyendo. Aunque te envidio por ser capaz de creer que nada de esto en realidad sí pasó.

En cambio si reconoces aquí un atisbo de verdad, si sientes que algo se ha removido en tu interior, primero ve al médico, y si está todo bien deja de leer esto en este mismo instante. Podrían escogerte a ti también y créeme, no te gustará. Y en cuanto lo sepas será cuestión de tiempo para que caigas en una trampa de las suyas o mías y ya entrarás en una telaraña y entonces... desaparecerás del mapa.

Créete la mentira que te contarán en la escuela, instituto o universidad, e intenta llevar una vida medianamente simple y normal.
Saber la verdad es increíble e impresionante a veces, sí, pero muchas veces es muy peligroso. Asusta a los más valientes incluso, de hecho, la historia está llena de esos que se acobardaron en su momento.

"Quien avisa no es traidor", dicen.

Me llamo Hécate Achlys y voy a contar la historia de cómo pasé de ser alguien ordinaria a serlo TODO.

Empecemos por mi nombre. Sí, me llamo como la diosa griega de la magia, las encrucijadas y la dirigente de todas las brujas. Y no hablemos de mi apellido, que significa "niebla" en la lengua madre.

Tengo diecisiete años y hasta hace relativamente poco tiempo estaba cursando mis estudios preuniversitarios en la rama más humanística de todas.

Exacto, hasta hace poco, porque un día desperté en el Olimpo. Sí, pero sin ninguna razón aparente, ya que no era mi aniversario decimosexto, ni decimoséptimo, ni decimoctavo cumpleaños. Fue un día como cualquier otro, cosa que lo hizo aún más extraño.

Os explicaré el inicio de esta aventura.
Como cada día anterior a un examen me fui a descansar hacia las tres de la madrugada, angustiada y acongojada porque nada me entraba en la cabeza, no entendía nada y el examen sería a primera hora.

Así pues cuando cerré los ojos nada salía de lo común, pero cuando los volví a abrir, ese desasosiego en el cuerpo con el que me dormí se había volatilizado de manera mágica.

Me incorporé en una cama más mullida que la mía, más alta y además más blanca. Mis sábanas de Harry Potter no estaban, en su lugar unas de un color puramente níveo, tanto que hasta dolía verlas, junto a más cosas fuera de lo común.

Para ser las cinco de la mañana estaba todo demasiado claro, eso sí causaba dolor de cabeza. Hasta que con un brinco, cayendo de la elevada cama, caí en la cuenta que no estaba en mi casa.

Tal como decía, cuando me desperecé del todo, pude apreciar que estaba en una enorme y espaciosa habitación de colores blancos, beige y grises, con suelo de mármol y unos sillones típicos de la antigua Grecia, junto a unos espejos demasiado grandes y unas ánforas llenas de flores. Cuando me acerqué, pude identificarlas como las hermosas y albas Silene, las flores de luna. Estas parecían ser el único adorno de la sala, siempre y cuando obviemos las redundantes pálidas paredes, decoradas con un tenue dorado en las esquinas como formando arcos y dibujos diversos.

Tal como he dicho, el suelo era de mármol, y del techo colgaban unas ostentosas lámparas de araña de las que pendían pequeños diamantes que se asemejaban a lágrimas de cristal.

Cuando me cansé de dar vueltas pedí una única vez que me abrieran la puerta y al acto esta se entreabrió de manera lenta y natural. Todo aquello que estaba pasando era por demás lo más extraño que me había pasado en toda mi vida, pero la puerta que se abría sola me trastocó por completo.

Así pues decidí salir e intentar averiguar cuál era la razón de mi repentina estancia en ese hermoso, enorme y singular lugar. Cuando estaba fuera pude ver que decorando la puerta había un extraño bastón en el que a lo largo de la empuñadura se enroscaban dos dragones y siete piedras preciosas.

-¿El bastón de Hermes? -murmuré pensativa- No. En su bastón se atornillan dos serpientes y no habían estas gemas extrañas...- Me paré a mirar las piedras preciosas. Siete. Eran siete las hermosas joyas. Cuando me acerqué más pude ver que no seguían un orden cromático, ni mucho menos pues enumerándolas en vertical podía apreciar que eran blanca, amarilla, verde, naranja, roja, azul y violeta, en ese orden. Pero me pareció curioso que parecieran vacías, como sin vida, apagadas. Aunque la mayor sorpresa llegó cuando al girarme vi resguardando la puerta dos gigantescos dragones.

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¡Hey! Bueno, pues esta es mi primera novela, no seáis muy críticos conmigo...
Este fue el primer premio de un concurso del instituto, pero muchas compañeras y amigas me convencieron para que la publicara, así que, aquí estoy.
La volveré a subir, alargándola o tal vez serán relatos cortos de más o menos esta extensión (esto fueron 10 páginas de word (la extensión máxima cabe aclarar)) pero SIEMPRE relacionados con figuras mitológicas, crossovers máximos, pero ya aseguro que SIEMPRE será esta temática.
Si no te gusta por favor no sigas leyendo y tampoco me sigas.
Es poca la gente a la que le gustan estos temas, si no eres uno de ellos por favor, retírate. Hay MUCHÍSIMAS historias en Wattpad y otras plataformas digitales. Gracias.
Ahora si, gracias.
See you soon!!