Planes de Halloween

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Había llegado el día, todo estaba preparado. Nadie dijo nada, pero las miradas decían todo, la complicidad se sentía en el ambiente. La casa estaba inquieta. Cada uno quería que llegara la hora de poder dejar, aunque fuera unas horas, el encierro eterno. Hayden se encontró en el pasillo con Violet y le lanzó una risita.

-¿Quién crees que sea la elegida de Tate este año? Últimamente lo he visto muy cercano a la enfermera, debe ser porque está siempre húmeda, la suerte de quienes mueren en una tina ¿no crees?

- Puede ser, aunque yo no tengo esos problemas. Si a ti te pasa debe ser porque el embarazo a veces trae algunas molestas consecuencias, eso hace que me pregunte ¿sigues con vómitos y mareos? ¿Lo sientes patear? Claro que es peor no tener al padre para que comparta esta ternurita de etapa que estás viviendo. – La frialdad con que Violet dijo esas palabras hicieron que la muchacha se acercara amenazante -No empieces juegos que no puedes terminar.

Hayden salió de su vista, dejando a Violet con un agradable sabor a victoria en la boca, se fue al ático a encontrarse con Tate, quien a penas la vio la acercó a sus labios para besarla.

-Pensé que jamás subirías – Tate le acarició el cabello.

-Tuve un intercambio de palabras con ella, me alegra saber que durante un buen tiempo no me la toparé por los pasillos – Violet se empinó y lo besó nuevamente.

-Quince personas saldrán esta noche, será una agrado escuchar esas palabras esta vez – Tate entrelazo sus dedos con los de la muchacha y la acercó a la ventana -¿dónde iremos esta noche?

-Hay cosas que te has perdido estos últimos años, espero enseñarte algo yo también –Le guiñó en ojo en una actitud coqueta que rozaba lo infantil – De todas maneras es una sorpresa, prepárate, esta noche será inolvidable.

Violet se fue a su habitación, se cambió de ropa y comenzó a prepararse para su salida, había pensado en muchas cosas para hacer con Tate, y le había costado trabajo decidirse, finalmente decidió empezar la noche fumando en la vieja piscina donde ahora practicaban skate algunos chicos, luego irían a la playa de él, a saludarla y recordarla, luego, bueno luego vería que hacer.

Estaban ahí, por salir, todos juntos en la entrada de la casa, de pronto el silencio fue interrumpido por Vivien.

-A muchos de nosotros nos ha molestado una de las personas que habita este hogar, somos varios quienes repudiamos su presencia, sus crímenes y su descaro para andar por la casa, es hora de que por fin pague por lo que ha hecho, es tiempo de decirle que se vaya –La madre de Violet le lanzó una mirada a Hayden, el resto de la casona la escuchaba.

-¿Hablas de Tate? ¿Quién mató a una pareja de esta casa, te violó y por lo mismo provocó tu muerte? Tienes razón querida, deberíamos mandarlo lejos.

-Sabes que la señora Harmon se refiere a ti, arpía – Moira se alteró tanto que por un momento fue como escuchar a la joven ama de llaves – desde que llegaste aquí sólo has traído malestar.

-¿Y qué diferencia tengo con el rubio? Claro, es joven, no sabe lo que hace, protejámoslo, ¿por cuánto tiempo más?- La chica estaba gritando –No es justo, él me amaba, él me amaba – Su mirada se posó en el doctor Harmon –No los dejes que me lastimen Ben, no de nuevo.

-Ya basta Hayden, todos, es hora de gritarlo uno...dos...tres...-

Todos gritaron ¡vete de aquí! Tras eso hubo un silencio, estaban expectantes a lo ocurrido, como era de esperarse, ella no estaba. Violet se alegró, sonrió y se volteó para celebrar con Tate.

-Lo hicimos, funcio...-La frase quedó inconclusa, sus ojos buscaron en vano por el lugar, Tate no estaba.

Al menos uno de los gritos fue para él, ¿Hayden? Seguramente fue ella, en realidad no se fijó si habló algo o no, lo único que sabía era que ese día estaría sola, la cita se había arruinado.

Su madre se le acercó y puso su mano en el hombro, ella se movió de manera brusca para liberarse de ese contacto físico, no quería que nadie la tocara, sólo quería a Tate y él no estaba ahí.

-Bueno, eso salió mejor de lo que esperaba, dos pájaros de un tiro – Chad chocó sus manos como si las estuviera limpiando –Ya vámonos, el único día que tengo para librarme de todos ustedes no lo quiero pasar fingiendo dolor por la desaparición de mi asesino.

- ! Tú¡ – Los ojos de Violet estaban inyectados de ira- ¿cómo pudiste? Eso no era parte del plan – La chica se iba a abalanzar contra él, pero los brazos de su padre la detuvieron.

-No lo hizo solo, no fue el único en pensar en el cuándo gritamos las palabras- Ben trataba en vano de calmarla – Fue por tu bien, está mentalmente perturbado... - La mirada de odio que le lanzó su hija fue tan fuerte que la soltó de golpe.

-Desearía poder irme de acá para siempre, me da asco mirarte, con que cara me critícas cuando la mujer que te tiraste sigue molestándome a mí y de seguro a mi madre, a Moira y quizás quien más. Deberías irte con ella, y empezar una familia con el bastardo que le clavaste –La cachetada le volteó el rostro.

Corrió sin detenerse por largo tiempo, anduvo con los ojos llenos de lágrimas por largo tiempo, sin un rumbo fijo, sin saber a dónde ir ¿qué hacer ahora que no estaría con él? Sus pasos la guiaron sin saberlo, pronto estuvo en la playa, la misma que los cobijó en su primera cita fuera de la casa, cuando usó el único día libre para pasarlo con ella, para besarla.

-¡TATE!-Su grito sobresaltó a quienes estaban cerca de la playa -¡TATE!- lo repitió una y otra vez, hasta que su resentida garganta no pudo responder más, cayó arrodillada a la arena y susurró con lo que le quedaba de energías –Me lo prometiste, dijiste que volverías a mí-

Se recostó en la arena y esperó el amanecer, cuando los halos de luz solar comenzaron a tocar su cuerpo cerró los ojos de manera instintiva, cuando los volvió a abrir estaba nuevamente frente a su cadáver, el día había terminado.

Venganzas en HalloweenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora