Prólogo

33 6 1
                                    

Corrí pero fue en vano, me alcanzó apenas llegué al parque, apoyé mis manos temblorosas en mis rodillas mientras buscaba oxígeno.

- Dove- me llamó detrás de mi.

Oír salir de su boca mi nombre es un poema para mi, pero la realidad es otra.

- ¿Que quieres? - pregunté tajante aún sin voltearme.

Se situó frente de mi - ¿Hace cuanto es todo esto? - preguntó casi susurrando.

Reí amargamente mientras me levantaba para verlo mejor  - ¿Para que quieres saber? ¿para burlarte de mi? - 

Negó repetidas veces con su cabeza - Sabes que no me burlaría de ti, no digas cosas que no son - contestó. 

¿Tenía caso mentirle? no, no tenía caso.  Ya el sabía la verdad. Tomé una gran bocanada de aire. 

- Desde el primer momento que nos conocimos - suspiré recordando el momento.

- Yo... Yo si hubiese sabido desde un principio- paso sus manos por su cara - El caso es que no debiste haberte enamorado de mí.

¡Bienvenida seas friendzone! mi corazón se rompió más de lo que ya estaba.

Tragué grueso - Oyé - lo llamé para captar su atención ya que su mirada estaba perdida en algún punto del parque. - No es tu culpa, solamente no puedo mandar a mi corazón, no puedo decirle de quien enamorarse y de quien no. - respondí, y era verdad muchas veces traté de decirle a mi corazón que no se siguiera ilusionando, pero no sirvió para nada.

- Pero yo no quiero que nuestra amistad acabe, eres importante para mi y lo sabes - relamió sus labios, reí internamente, hace eso cuando esta nervioso.

-Pero yo no te quiero como debería quererte, no te quiero como amigos, ese es el problema - dije y cada palabra que salia de mis labios era la cruda realidad.

- Te quiero Dove, no te alejes de mi.... por favor - dio un paso acercándose.

- Me la pones difícil - di un paso atrás - Me tengo que alejar de ti, me haces daño - dije casi susurrando lo último. 

Tomo con sus manos mi rostro para que mirara el pedacito de cielo que se encuentra en ellos; sus ojos. - Lo siento tanto Dove.

Mis ojos se cristalizaron - No tienes porque discuparte, suéltame y olvida que existo - me solté de su agarre y gire sobre mis talones. 

- Dove...- tomo mi mano e hizo que girara.

- ¡Dove nada! - lo interrumpí - Eres un egoista, eres un... - No terminé de decirle la oración porque estampó sus labios con los míos.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
¡Hola! Si te gustó, ayudaría mucho tu like o estrellita.

Mi sugar NO daddyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora