Cap 2. Al parecer estamos sólos.

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Después hablamos - informó Ana caminado en dirección a la salida de la cafetería.

- ¿pero que le pasó? - preguntó Manuel en un jadeo.

- Mi amor, no es que no te quiera contar, pero no es mi deber, quisiera aclararte tus dudas pero son problemas personales de Alejandra. - respondí tomando con mis manos su cara.

- Tranquila, entiendo que no me quieras contar, pero.... Quien le hizo eso no esta consciente de si mismo.

- Sí, lamentable nunca esta consciente de si mismo - reí amargamente, cuanto quisiera que Alejandra viviera en total normalidad con su mamá.

- Deberías ir con ella - sugirió.

- Tranquilo, hoy de seguro se quedará a dormir en mi casa, aparte ya hablé con ella.

- Te quiero mucho princesa - sonrió.

- Te quiero más mucho más - respondí con una sonrisa.

(...)

- ¡Quiero el de chocolate! - exigí cuando Ana tomó el pote de helado de fresa.

- ¡Yo quiero el de fresa! - reprochó.

- ¡Y yo quiero que se callen! - grito alterada Alejandra  a nuestro lado tomandonos por sorpresa.

- ... yo lo siento, supongo que no es mi día - dijo cabizbajo.

La tomé de la mano - Te entendemos, ahora compraremos tres potes de helado para cada una y del sabor que queramos ¿ok Ana? - Sonreí.

- Eso era lo que teníamos que hacer desde un principio - rodó los ojos la antes nombrada.

- Paguemos y vayamos a tu casa Dove, quiero ver películas. - camino hasta donde se encontraban los sabores de helados y escogió el de vainilla.

Yo por mi lado tomé el de Chocolate y Ana siguió con el de fresa, nos dirigimos a la caja para facturarlo.

- Son 3$ exactos - informó el chico de la caja.

-  Yo los pago - informó Alejandra .

Sacó de su cartera el pago y el chico nos entregó los helados en la bolsa.

- Vayamos por esa película - dijo Ana saliendo del local.

- ¡Oh por Dios la va a besar! - gritó Alejandra al televisor.

Estábamos viendo el stand de los besos.

- Quisiera ser la chica por un momento - bromeé al ver que los personajes principales se estaban besando.

- Y yo también - me siguió Alejandra .

Reímos.

- Chicas llegaron los chicos - dijo mamá entrando al cuarto.

Fruncí el ceño - ¿Que chicos mamá? - pregunté confundida.

- Manuel, Francisco y George - nombró.

-Dove ¿que hacen aquí? - preguntó Alejandra.

- No lo sé, dejame ver - me levante de la cama y salí del cuarto.

- ¡Hey! - saludé a los chicos.

Se acercó Manuel y me dio un beso corto y me susurro al oído - No tienes sostén y me pondré muy celoso si los chicos ven eso.

Inmediatamente lleve mis manos a mis pechos cubriendomelos, que idiota no recordaba que no tenía sostén. Ósea estábamos puras chicas, no esperábamos visita masculina.

Mi sugar NO daddyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora