Después hablamos - informó Ana caminado en dirección a la salida de la cafetería.
- ¿pero que le pasó? - preguntó Manuel en un jadeo.
- Mi amor, no es que no te quiera contar, pero no es mi deber, quisiera aclararte tus dudas pero son problemas personales de Alejandra. - respondí tomando con mis manos su cara.
- Tranquila, entiendo que no me quieras contar, pero.... Quien le hizo eso no esta consciente de si mismo.
- Sí, lamentable nunca esta consciente de si mismo - reí amargamente, cuanto quisiera que Alejandra viviera en total normalidad con su mamá.
- Deberías ir con ella - sugirió.
- Tranquilo, hoy de seguro se quedará a dormir en mi casa, aparte ya hablé con ella.
- Te quiero mucho princesa - sonrió.
- Te quiero más mucho más - respondí con una sonrisa.
(...)
- ¡Quiero el de chocolate! - exigí cuando Ana tomó el pote de helado de fresa.
- ¡Yo quiero el de fresa! - reprochó.
- ¡Y yo quiero que se callen! - grito alterada Alejandra a nuestro lado tomandonos por sorpresa.
- ... yo lo siento, supongo que no es mi día - dijo cabizbajo.
La tomé de la mano - Te entendemos, ahora compraremos tres potes de helado para cada una y del sabor que queramos ¿ok Ana? - Sonreí.
- Eso era lo que teníamos que hacer desde un principio - rodó los ojos la antes nombrada.
- Paguemos y vayamos a tu casa Dove, quiero ver películas. - camino hasta donde se encontraban los sabores de helados y escogió el de vainilla.
Yo por mi lado tomé el de Chocolate y Ana siguió con el de fresa, nos dirigimos a la caja para facturarlo.
- Son 3$ exactos - informó el chico de la caja.
- Yo los pago - informó Alejandra .
Sacó de su cartera el pago y el chico nos entregó los helados en la bolsa.
- Vayamos por esa película - dijo Ana saliendo del local.
- ¡Oh por Dios la va a besar! - gritó Alejandra al televisor.
Estábamos viendo el stand de los besos.
- Quisiera ser la chica por un momento - bromeé al ver que los personajes principales se estaban besando.
- Y yo también - me siguió Alejandra .
Reímos.
- Chicas llegaron los chicos - dijo mamá entrando al cuarto.
Fruncí el ceño - ¿Que chicos mamá? - pregunté confundida.
- Manuel, Francisco y George - nombró.
-Dove ¿que hacen aquí? - preguntó Alejandra.
- No lo sé, dejame ver - me levante de la cama y salí del cuarto.
- ¡Hey! - saludé a los chicos.
Se acercó Manuel y me dio un beso corto y me susurro al oído - No tienes sostén y me pondré muy celoso si los chicos ven eso.
Inmediatamente lleve mis manos a mis pechos cubriendomelos, que idiota no recordaba que no tenía sostén. Ósea estábamos puras chicas, no esperábamos visita masculina.
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Mi sugar NO daddy
Ficção AdolescenteDove, una chica extremadamente divertida, extrovertida y carismática de 16 años. Le encanta leer y ayudar a las personas que más la necesitan. Ama a sus mejores amigas y amigo con locura y su mamá es latina y su papá es Americano. Por otro lado Aaró...