Cap 4. La Heladería y un beso sorpresa

7 3 0
                                    

Dove.

Ya habían pasado una semana desde que Manuel me había invitado a la cita y era hoy.

- ¡Estoy entrando en pánico Alejandra! - caminaba de una lado a otro por la habitación.

- Relajate, ya son novios - sonrió - a parte estas hermosa, no hay nada de que preocuparse. - se siguió limando las uñas.

Respiré profundo y me senté en la cama -No se que hacer Ale - me quejé.

- Son novios niña, no te estreses tanto, tú para él eres perfecta ¿ok? - Me tranquilizó.

Sonreí. 

(...) 

- Esta demasiado bueno el postre - dijo Manuel dandole un bocado a su  torta de chocolate.

- Concuerdo contigo - sonreí.

Ya estábamos en el restaurant donde me había traído a comer.

- ¿Sabes algo? - preguntó mirándome directamente a los ojos.

- ¿Que? - pregunté.

- Eres la chica más hermosa del mundo, no te cambiaría por nada ni nadie.- 

Sonreí abiertamente - Gracias - mis mejillas tomaron un color carmesí.

Terminamos de comer y fuimos a una heladería.

En el camino pude observar a una familia que jugaba en el parque con sus dos niñas, y me hizo recordar a mi padre y hermana. Sí, tengo una hermana, pero esta con mi padre en Los Ángeles ya que mi padre es natal de ahí. Mis padres son casados por si se lo preguntan, pero también trabaja allá y mi hermana quiso acompañarlo.

- ¿En que piensas? - preguntó Manuel.

Parpadee varias veces para enfocar su cara - Estaba pensando en que extraño mucho a mi papá y a mi hermana - hice una mueca triste.

- Tranquila, estarán aquí para diciembre, no te preocupes. - sonrió.

- Si lo sé, pero igual no es fácil - Suspiré - Y miré la hora de mi reloj, marcaban las 8:30 pm.

- Ya es un poco tarde, debemos irnos antes de que mamá se moleste y no me deje salir. - dije levantándome de mi asiento.

- Si ya vayamos... - la puerta de entrada sonó y entró nada más y nada menos que una cabellera naranja con un chico con lentes.

Quedé estática en mi lugar, iban agarrados de la mano y sonriendo. Miré a Manuel y también estaba haciendo lo mismo mirando anonadado la esecena. Pero lo que más me sorprendió no fue que iban agarrados de la mano, si no que se dieron un beso.

Sí chicos, un beso.

Ana y George se dieron un beso.

Cuando voltearon nos pillaron mirándolos, y no se que fue peor su cara o la mía.

Ana sonrió forzadamente y George sólo se rascaba la nuca. Salí de mi transe y caminé rápido en dirección a la salida de la heladería. Me siento muy engañada, ¿desde cuando están en una relación? Le habíamos preguntado a Ana muchas veces que si le gustaba alguien y muchas veces negó.

Nunca me hubiera opuesto a su relación, pero hubiese sido mejor enterarme por mi amiga que enterarme por mis propios ojos.

- Amor - llamó detrás de mí Manuel.

- Vámonos a casa - ordené. Abrí la puerta del auto y me adentré.

Manuel rodeó el auto y subió y prendió el auto - ¿Estas brava? - preguntó saliendo del estacionamiento.

Mi sugar NO daddyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora