Secrets In Love ♡ [JENLISA](omegaverse)

Capítulo 22

El lugar olía a pura sangre derramada de osos betas, la noche era oscura, ocultando entre sombras penumbras.

La luna se había ocultado detrás de una fría tormenta que azotaba aquel pueblo olvidado y poco concurrido.

Busan.

"Cuantos años querido busan" pensó Lalisa.

La omega Manoban y sus subordinados se encontraban en aquel territorio antiguo, el primero que conquistó su abuela, el primero de muchos, hizó que todos allí le temieran.

Todos respondían con las piernas temblando y dientes tintineando al apellido Manoban.

Por alguna razón creían que era el mismo satanás encarnado en aquella mujer.

La omega y su grupo estaban reunidos en una de las baces enemigas, alguien debía tomar el control y Lisa era apta para ello.

Todo en este mundo está fríamente calculado, cada movimiento, no se permiten pasos en falso, todos lo que alguna vez vivieron o viven en Busan metidos en aquellos negocios, se convertían en simples marionetas o piezas descartables de un viejo juego.

-Lalisa...¿Ahora Qué?- preguntó Sean atrás de la omega que sostenía un brazo descuartizado de un oso como si fuera un peluche.

La lucha fue limpia, su grupo salió con algunos rasguños, pero los dueños de aquella base estaban todos muertos.

Fue una lucha justa entre animales y personas.

Lisa en cualquier momento podía convertirse en lobo pero...

¿Quién garantiza que siempre ganará el oso entre una pelea con lobos?

Los osos no van y vienen con manadas, eso les da un porcentaje más alto de no poder sobrevivir a una manada de lobos.

Por eso los lobos se quedaron en su forma humana.

-Lalisa... Ya los mataste a todos... ¿Aún no estás satisfecha?- la omega no contesto, solo seguía viendo la sangre esparcida por el suelo dentro de aquel establecimiento.

-Lalisa... sabes que ellos intentan descontrolarte ¿No es ahora cuando tienes un plan?- preguntó algo preocupado el alfa.

-Sabes qué siempre hay un plan - contestó la omega en un tono tranquilo.

-Entonces dime cual es... Para poder saber cual es el siguiente paso no todos saben moverse como tu entre las piezas...Y - fue interrumpido por un gruñido de Lisa.

-Sean, uno de los osos escapó, quiero que lo encuentren, me avisen y lo interrogaremos-

Todos los alfas que estaban escuchando, tomaron sus armas y salieron en su búsqueda, Sean quedó frente a la omega.

-Lisa...Lalisa no dejes que esto te controle, sabes muy bien que no será bueno, ni para ti ni para tu pareja ¿Recuerdas que llevas su marca?- preguntó frustrado.

-Lo recuerdo, es solo un alfa más, alguien en quien no debía confiar- soltó con rabia la omega, el alfa la miro incrédulo.

¿Tanto daño le había hecho esa alfa para que se volviera de esa forma?

-Vamos Sean, necesito seguir matando-

-¿Quieres superar el número de tu abuela? Si es así me niego a ser parte de esos asesinatos- hablo serio cruzándose de brazos, el siempre era quien tenía que retenerla por si no enloquecía más, era su cable a tierra.

-¿Me tomas el pelo verdad? Lo haré con o sin ti bebé- aquel apodo alertó al alfa.

"Oh, no" ambos hombre y alfa hablaron.

Que comience con aquellos apodos sólo significaba una cosa.

-No me acostarse contigo Lalisa, no otra vez- dijo furioso.

Los ojos de la omega volvieron a la normalidad, se dejó caer al piso con las piernas y brazos cruzados haciendo un puchero. Hizo ojos de cachorro para el alfa quien la miraba indignado.

-Alfa malo~ no quiere atender a ésta tierna omega- Lisa le mostró la lengua al alfa que gruñó aún más indignado - alfa idiota- finalizó aquel míni berrinche.

-Uno; cualquiera que te viera comería de tu mano, pero te conozco y de tierna no tienes nada. Segundo; con tus berrinches jamás podrás. Tercero; tu alfa lo sentirá y vendrá a asesinarme mejor morir en tus manos que en sus manos-. Indignado dio media vuelta y se retiró saliendo de aquel galpón.

-¿En serio?- incrédula y enojada se paró para correr detrás de Sean.

-Lalisa ¿Qué haremos ahora?- hablo parando en seco, llegando al lugar donde se suponía que estarían el grupo de alfas.

Lisa gruñó al ver aquel escenario frente a sus ojos, sus alfas asesinados en todo el lugar, huellas de garras en la pintura de las furgonetas, y ninguna señal de quien lo hizo.

-Sean, debemos irnos, vamos al hotel-

- No, Lalisa dije que por más que te desnudes y me drogues no seré un suicid...- el alfa fue interrumpido por un golpe detrás de su nuca.

Lisa lo había desmayado.

-Sean ¿escuchaste ese dicho que dice "mientras mas calladito más bonito"?- comentó al cuerpo inconsciente de su amigo mientras lo metía a una de las furgonetas que los llevaría a un hotel.

-Es mi dicho favorito, a veces eso me decía Jennie~- ante el recuerdo su sonrisa se volvió una mueca y sintió un sabor amargo en la boca.

"Era el momento Lisa, sabes lo que pasará si nos quedamos con ella, necesita hacer su vida y nosotros encargarnos de Busan"

Soltó deprimido el lobo de la omega.

Dolía saber que era su culpa que aquella hermosa mentira se supiera.

Que aquel sueño lleno de perfección termine.

Dolía saber que era la culpable de reventar aquella burbuja.

Que era la culpable del cambio radical que tendría que sufrir su alfa por culpa de como era ella.

Dolía saber que no volvería ni miraría atrás como el resto de los alfas.

Que su alfa tampoco la buscaría por más que ambas fueran destinadas y sus lobos mueran.

Todo era una cadena de sucesos esperados y aterradores.

Su abuela también sufrió pero lo consiguió.

Lisa siempre se cuestionaba aquello, su abuela...

Su madre... ella era igual a la abuela y aquello término con la vida de su propio padre.

Su madre en un ataque de necesidad mató al amor de su vida.

Lisa no quería aquello para ninguno de las personas cercanas a ella.

Era,es y será una maldición de los omegas Manoban.

Golpeó fuerte el volante mientras conducía por aquella ruta vacía y oscura.

No podía pensar aquello, no podía.

Las palabras salieron por si solas de sus cuerdas vocales, jamás se atrevería a decir aquello, pero florecieron del interior de su garganta y salieron en forma de una suspiro frustrado.

-Conciderala muerta-