Capítulo 4

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–Así que, un trato con la Capitana más codiciada de los muelles. Sí que estás desesperado, compadre –le menciona Graves a su compañero Twisted Fate.

–Ella solo llegó y me habló de un trabajo simple. Necesitamos el dinero, Malcolm. Es lo menos que puedo hacer para pagarte el favor –responde Fate.

–¿Seguro que podrás solo? Ya no confío mucho en tu suerte después de aquel encuentro que casi te mata.

–La suerte siempre está de mi lado, no digas tonterías –responde finalmente Fate.

El tahúr veía como su amigo tomaba un trago en la mesa de la habitación. Le había prometido a Fortune que no le mencionaría nada a Malcolm, pero no pudo resistirse. Lo mejor sería decir la verdad, por al menos una vez. Después de tantas mentiras, y sabiendo que Graves y Fortune fueron también cercanos en su tiempo, es lo menos que podía hacer.

–Bueno, me retiro –dice Graves mientras saca un puro de entre sus ropas. Antes de que Fate pudiera responder, el otro cierra la puerta. Otra noche más solo.

Pasados unos minutos, alguien toca a la puerta. "¿Ahora quién será?"

Descuidadamente, Twisted Fate abre la puerta, pensando que es Graves. Pero es nada más ni nada menos que Sarah Fortune, de nuevo en su habitación. Apenas abre, la mujer pasa sin saludar, empujando a Fate del paso. 

–Muy buenas noches a usted también, señorita.

–No tengo tiempo para banalidades, Fate. Necesito de tus servicios ahora. Esperé a que tu amigo dejara el edificio. No le contaste nada sobre nuestro trato, ¿Verdad?

–No sabe que estaré ausente esta noche –responde él. Más mentiras.

–Bien. Tu primera misión será ir conmigo al Sirena Fortuna. Allí buscaremos algunas pistas, y con suerte podríamos encontrar a un testigo o a la misma sospechosa.

–¿Cómo sabes que es un "ella" y no "él"?

Fortune queda en silencio unos segundos. A este hombre no se le escapa ni un detalle.

–Es que… sabemos que es una mujer porque un testigo nos ha dicho que la han visto charlar con los hombres que murieron esas mismas noches en sus propios barcos –corrige rápidamente la dama –así que apuntaremos a eso.

–Está bien… –responde el hombre, no tan convencido de la respuesta. –Vamos allá.

._._._._._._._.

La pareja caminó hasta el bar donde Twisted Fate conoció a la misteriosa chica aquella noche. Según le cuenta Fortune en el camino, la asesina suele frecuentar ese mismo lugar para conseguir a sus víctimas, e incluso pasaba provocativamente por los muelles para atraer a pervertidos y matarlos. Quizá está haciéndole un favor a Aguasturbias después de todo. Cuando las tribus del Río Serpentino frecuentaban los muelles de más baja monta, las mujeres solían ser acosadas e incluso violadas por marineros ebrios y hombres sin educación. Aunque bueno, eso es pedir mucho de un sitio como este, sin ley y con poca gente cuerda.

La Capitana lo saca de sus pensamientos: –Llegamos. Ahora, actúa normal y cualquier cosa sospechosa me avisas.

Ambos ingresan al bar sin problema alguno. Después de todo, la Capitana Fortune es la más respetada de toda la isla. Apenas entran, varios hombres la saludan amistosamente e incluso bajan su sombrero para admirarla. Acto seguido, la Capitana y el tahúr se sientan en la barra. La chica pide dos copas.

–¿La jefa de Aguasturbias en un chiquero como éste? Me sorprende, señorita –le dice un hombre bien vestido, seguramente un general de Noxus acercándose a la dama.

De tratos y traiciones [Evelynn x Twisted Fate] - League of LegendsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora