Capítulo 1

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El viejo Newgate, una figura misteriosa dentro de la antigua y legendaria ciudad Aykin-Yuk, el viejo era un alma errante que había llegado ahí en una noche lluviosa, se le ve cerca de los alcantarillados y zonas donde sale agua contaminada, así como en barrancos y basureros. Mucha gente huye de él por su apariencia, alto, robusto, pelo largo sucio y hediondo, barba llena de bichos, residuos de comida y excremento de aves como Chatot y Pigdey, que lo acompañan donde quiera que se desplace ya que siempre les da de comer. Poco se sabe de esta misteriosa figura, lo único que se escucha en modo de rumores: era un gran entrenador pokemon pero su único pokemon lo abandonó al caer derrotado en las semifinales de la Liga. A partir de ese momento, aquel gran nombre de El Demonio Newgate pasó al olvido y su vida tocó fondo... lugar donde decidió permanecer... hasta ahora.

Newgate vagaba cerca del parque, iba directo hacia la fuente erguida en honor a Arcanine, estaba localizada a la entrada de la cuidad cerca del bosque Tapu Fini. Al llegar a la fuente, el viejo se desplomó para una siesta a la luz del día, no podía seguir bebiendo más alcohol. Llegando la noche, Newgate despertó y un poco somnoliento, comenzó a caminar sin un rumbo fijo. Cruzó varios senderos del bosque, desubicado por la niebla y por los ruidos de los insectos y aves que se movían en horas de la noche, terminó llegando a una parte cerca de un peñasco desconocido en la zona. Como pudo buscó la estrella guía en el cielo pero le fue imposible detectarla, su cabeza daba vueltas y sentía pesado el cuerpo debido al efecto del alcohol, siguió caminando al filo del precipicio y pudo ver una fábrica abandonada de la cual estaba seguro nunca haber visto. Si hay alguien que conocía esta zona, era él. Por alguna razón no terminaba de creer lo que sus ojos veían. Encendió un cigarro para bajar un poco los escalofríos que le producían la niebla y escuchar gritos y risas de los pokemon fantasma.

Antes de llegar a la puerta principal del edificio, Newgate vio a 3 hombres armados, decidió rodear por la derecha y encontró una ventana abierta, al acercarse un poco vio a un hombre que estaba orinando y se acercó para tomarlo por la espalda, con los pantalones abajo y todavía orinando, el cuerpo se dejó de mover y Newgate lo llevó entre la hierba alta para registrarlo. Encontró un cuchillo, una lámpara, un radio comunicador y un dispositivo para ponerlo en su oreja. Arrojó el cuerpo inerte hacia el precipicio y supo que había agua porque escuchó cuando el difunto cayó y las olas se rompieron.

Armado, Newgate escuchaba cortadas las conversaciones entre distintos hombres que estaban apostados dentro y fuera de la edificación, la mala recepción y su malestar luego de ingerir demasiado alcohol le jugaban de mala forma. Sintió como la hierba se movía y alistó el cuchillo para atacar, tomó posición sobre sus piernas y esperó pacientemente. Los ruidos eran más cercanos a su lugar y justo cuando desenvainó el cuchillo, sintió como algo había chocado contra su cabeza, cayendo inconsciente entre la hierba alta.

Luego de 2 horas, despertó un poco aturdido pero ya no tenía aquel mareo; encontró a su lado un pequeño Buneary que le estaba aplicando pulso cura. Al recuperar su estado, vio a Buneary golpeado, con cortes en todo su cuerpo, con su oreja mordida, lleno de llagas y con muchos moretones. Newgate soltó una tan sola lágrima, Buneary supo reconocer los sentimientos de quien estaba enfrente y de todas las formas posibles, hizo señales y movimientos para transmitir algo a Newgate, sin saber identificar que hacer, se puso de pie y dio media vuelta. Buneary se puso frente a él, saltando y haciendo gestos. Nuevamente, Newgate se hizo de lado y comenzó a caminar.

Desesperado, Buneary usó embestida pero sólo consiguió enojar a Newgate que soltó una patada y mandó lejos al pequeño pokemon. Al dar la patada, Newgate botó a la tierra el pequeño audífono que había robado de aquel hombre, lo recogió y lo puso en su oreja derecha. Asustado, comenzó a escuchar tantas voces y llantos de muchos pokemon dentro de aquella edificación. Dio vuelta y recogió a Buneary, que entre lágrimas le logró transmitir su mensaje: Dentro de esa fábrica estaba el Equipo Calamidad, haciendo tortura, tráfico de pokemon y sus órganos, asesinato por pieles para compañías de moda y prostitución para los amantes de la pokefilia.

Newgate quedó en estado de shock, sin poder moverse ni levantarse, sostuvo a Buneary entre sus brazos y otra lágrima salió de su ojo. Así terminó aquella noche donde el destino puso a Buneary junto al hombre más marginado de la tierra de fuego.

Amor Pokemon: venciendo a la corrupción y haciendo la mega evolución.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora