Agonía
Capítulo 8 ''elección''
Verónica se acercó a la madre de Alejandra que estaba en la primera fila, se sentó con ella y empezó a hablarle de Alejandra, estaban afligidas, Alejandra era la única hija que tenía, ahora la casa la sentiría vacía, sin armonía, Verónica se acercó más a la madre que sostenía un marco con la foto de Alejandra y murmuraba al vacío ¿por qué?, Verónica cogió el marco y lo depositó en el banco y abrazó fuertemente a la madre de Alejandra, el cura dio la señal para orar y la madre de Alejandra y Verónica se levantaron, el cura se acercó al ataúd de Alejandra y roció sobre el agua bendita mientras murmuraba unas palabras, después cerraron la parte de arriba del ataúd y el cura fue hacia la sacristía.
Verónica y la madre de Alejandra salieron juntas de la iglesia, Verónica la acompañó hasta el coche y la despidió con un sonoro beso.
Verónica empezaba a impacientarse, no había visto a Eric durante toda la tarde, ni si quiera en la misa, empezó a andar y empezaba a notar como a medida que abandonaba la iglesia empezaba a desaparecer focos de luz, ahora Verónica se encontraba en medio de la oscuridad, empezó a andar cada vez más deprisa cuando notó que a la vez que ella andaba más deprisa su cuerpo la detenía, empezaba a experimentar de nuevo esa sensación que tuvo las primeras dos veces que empezó a trasladarse, notó un como un peso encima de su cuerpo, cerró los ojos y ya acostumbrada se dejó llevar, en segundos estaría allí, al abrir los ojos lo notó todo muy frío, caminó por un largo sendero y a lo lejos encontró a algo que parecía moverse
estaba tirado y sin ninguna intención de atacar, se acercó aun más y vio con claridad que era una persona, miró el reloj, el tiempo había empezado a contar, al darle la vuelta se quedó paralizada, olvidó por completo que el tiempo seguía avanzando, la observó por un momento más, tenía sus mismos ojos, y su maquillaje estaba gastado de tanto llorar, la cara estaba llena de heridas que no paraban de sangrar, Verónica puso la mano en la frente de la madre de Alejandra y la otra en el corazón y empezó a notar como ella también se cansaba, empezaba a sangrar por la boca y tenía cortes en la cara que no paraban de sangrar Verónica recordó que todo lo que tenía la persona pasaba a ella, la madre de Alejandra empezó a disminuir sus respiraciones hasta no quedar ninguna, Verónica se levantó y empezó a correr, notó como si todo se empezara a ralentizar, cerró los ojos y ya estaba en la oscura calle de antes, al abrirlos una fuerte luz le impedía ver cuando vio lo que era soltó un grito mudo y algo impactó contra ella Verónica cayó al suelo inconsciente.
Al abrir verónica los ojos se miró las manos y tenía inyectada una vía, miró también a su alrededor y vio las barras de seguridad de la camilla, se miró la muñeca donde tenía una pulsera de hospital, cerró los ojos pero no por mucho tiempo, el médico llamó a la puerta y se acercó a ella, le dijo que había tenido un fuerte golpe y que estaba muy sorprendido porque a juzgar por la fuerza del impacto tendría que tener alguna lesión o fractura, se acercó a ella y le dijo con una sonrisa en la boca que había ángeles de la guarda que no se tomaban ni un día de vacaciones, tras esto le dijo que se quedaría en observación durante dos días más, querían asegurarse de que todo estaba perfectamente, antes de irse el médico se acercó nuevamente y se sacó del bolsillo de la bata una carta, se la entregó y se fue cerrando la puerta suavemente, Verónica se extrañó porque en el hospital era imposible que recibiese cartas de su madre, rasgó el sobre y sacó el sobre cotidianamente doblado, lo desdobló y empezó a leer ''Has estado muy bien allí, efectivamente era la madre de Alejandra tomó su decisión, sintió que no tenía nada que hacer ya en este mundo, había desarrollado una hija y el destino se la había quitado, apenas has consumido tiempo, no hay nada que lamentar respecto a ti, también te he escrito para decirte que ahora empieza una nueva etapa de tu formación, muchos no creerán nada de lo que te pase, otros te tacharán de desquiciada mental, tienes que hacerles ver que estás totalmente cuerda, tu decides en cuanto tiempo lo haces, tienes que olvidarte de que existe todo esto que se ha creado a tu alrededor, de que existe una voz en tu interior que sólo habla cuando hay una carta, no debes olvidarte de que tienes un hermano y que estará ahí siempre, tras esta última etapa tu formación habrá acabado y empezará tu preparación para entrar en este mundo, ser parte de el, por cierto observé que ya tienes un control sobre como ir allí y volver, lo controlaste todo inconscientemente, te harán muchas preguntas, di a todo no, y recuerda, nada de esto ha existido, si preguntan eres Verónica, tienes dieciocho años, eres una chica más que espera enamorarse y sacar sus estudios adelante, nada más, suerte''.
Verónica cogió el sobre y vio la fecha, se reincorporó rápidamente y cogió el móvil de al lado de la mesita llamó a Eric, pero no contestaba, colgó la llamada y empezó a pensar, cada vez que ella estaba allí al volver o cuando estaba allí recibía una carta, era muy difícil que su madre antes de morir predijera todos los movimientos y fallos de Verónica, de repente observó detenidamente la carta y distinguió algo que podía aclarar todas sus dudas, el papel, el papel no era antiguo, era nuevo, antiguamente escribían sobre un papel casi marrón, ese era blanco, después la tinta, se notaba que era de bolígrafo la pluma haría trazos más significativos y originales, por último miró el sobre, era blanco también y parecía completamente nuevo, todo esto hacía que la mente de Verónica trabajase más rápido aun, ella sólo sabía que habían muchas cosas que apoyaban su teoría, desde las cartas a que tuviera acceso a todo cuanto le pasaba a Verónica, Verónica pensó un momento todo cuanto había barajado en su mente, si su madre conocía cuanto pasaba en todo momento era porque realmente, su madre estaba viva.