Agonía
Capítulo 10 ''Adiós''
Verónica empezó a sacar ropa del armario sin parar, iba de un lado a otro de la casa, cuidando de no olvidarse nada, fue al baño y cogió todo, vació los muebles y estanterías y volvió al cuarto para meterlo en la maleta.
Una vez hechas las maletas y vaciado la casa llamó a un taxi tras esto cerró la casa y se quedó esperando afuera, el taxi llegó puntual, salió el conductor y metió las maletas en el maletero, Verónica miró una vez más la casa y se metió dentro del coche.
De camino al nuevo destino el conductor decidió entablar conversación con ella, la miró y observó que ocultaba su mirada bajo unas gafas de sol negras, le preguntó si iba de visita o simplemente de vacaciones, sin mirar al conductor dijo que lo segundo, pero la conversación no iba a durar mucho, el pueblo de Hamtong estaba a sólo veinte minutos de Watsford, nada más llegar Verónica sacó de su bolso la cartera y le pagó con un billete de 20 libras, le dijo que se quedara con el cambio a ver que el taxímetro marcaba dieciséis libras, se bajó del coche y acto seguido el taxista que le abrió el maletero y le sacó las maletas, se volvió a montar y el coche empezó a alejarse de Verónica, Verónica sacó la carta donde tenía escrita la nueva dirección y la comparó con el nombre de la calle en la que estaba, la casa no estaba nada mal, era un chalet de dos pisos, Verónica se dirigió al buzón donde encontró tres folletos distintos de comida a domicilio y una carta, la carta le interesaba más que los folletos, abrió la puerta al entrar en la casa la observó detenidamente, el suelo era una tarima flotante, el salón era amplio y espacioso, con tres sillones en forma de u, una televisión y una mesa de cristal en el centro, Verónica aparcó las maletas en el recibidor y se sentó, abrió la carta y empezó a leer, ''Puedes acomodarte cuanto quieras, el vuelo a Londres de la semana que viene y el de París de este martes están cancelados, tengo malas noticias, tengo conocimiento de que se llevó a cabo una redada en Londres, París, Alemania, Holanda España, se han llevado a todos los supervivientes, al parecer había una célula de la organización distribuida en cada país esperando órdenes para actuar según he oído fue devastador, sólo se llevaron a los adultos y algunos niños, a los que era menores de siete años los ejecutaron en el acto, buscaban cualquier información sobre ti, a los demás se los han llevado parar torturarlos en los cuarteles que tienen repartidos por medio mundo, cada día ejecutarán a seis de ellos, hasta que tengan algo valioso sobre ti, después el resto serán asesinados, no puedes hacer nada por evitarlo, escóndete hasta la ceremonia y no salgas de casa, la ceremonia tendrá lugar mañana al amanecer, en la habitación tienes el traje, se cauta''.
Verónica cerró la carta y fue hacia la habitación, sobre su cama había una túnica negra con capucha y unos guantes negros, tras probársela Verónica la dejó encima de la cama y fue abajo a deshacer la maleta al bajar las escaleras notó un ruido, bajó lentamente mirando hacia todos los lados, bajo al recibidor y abrió la puerta, salió hasta la cancela y vio que no había nadie, regresó adentro y al cerrar la puerta escuchó un nuevo ruido, miró al espejo y no vio nada pero al darse la vuelta algo le golpeó tirándola al suelo, Verónica la reconoció en seguida Dalila se aproximó a ella con un machete en la mano, Verónica se levantó del suelo y la cogió del brazo, empezó a doblarlo hasta que Dalila soltó el cuchillo, tras esto Verónica le propinó un puñetazo dejándola inconsciente, se agachó y le tomó el pulso para asegurarse, cuando lo hizo se sentó en el suelo jadeando, mirando que en el recibidor había una carta, la abrió y empezó a leer ''Ahora mismo tienes una moneda de cambio, al lado de la cocina hay una despensa, cógela y métela dentro, no podrá salir, asegúrate de cerrar con llave''.
Verónica obedeció y cogió con fuerte brusquedad a Dalila, abrió la puerta de la despensa y la metió dentro, cerró la puerta y echó la llave.
Al día siguiente Verónica se despertó temprano y observó como estaba Dalila quien empezaba a recuperar el reconocimiento, Verónica la miró con odio, pero aún así le pasó un plato de gachas de avena por la ranura de la puerta, después fue hacia su habitación y vio que empezaba a salir el sol, corrió rápidamente a la habitación y se puso la túnica, tras esto empezó a notar como si algo la arrastrara, ya era consciente de lo que pasaba, cerró los ojos y se dejó llevar, al abrirlos apareció en un paraje dominado por la niebla, empezó a caminar y vio a un grupo ataviados con la misma ropa que ella, al llegar nadie habló, todo estaba distribuido en forma de círculo, en el centro había una silla, uno de ellos invitó a Verónica a sentarse, una de las figuras se acercó a ella y le quitó el colgante, tras esto Verónica caminó hacia el centro mientras notaba como sus pulsaciones aumentaban hasta tener la sensación de no poder respirar, al momento de sentarse respiró tranquilamente, aliviada, no estaba en peligro, de repente vio como las llamas que rodeaban el círculo se atenuaban, en ese instante le taparon los ojos y le ataron las manos a la espalda, tras eso la condujeron a un lago, Verónica notaba de nuevo las pulsaciones, ella sabía que no podía morir ya, pero aún así tenía la sensación de perder la respiración, con todo a oscuras todo se le hacía más eterno estaba a la merced de un grupo de personas que no conocía de nada.
un hombre mayor de barba y bigote prominentes empezó a leer el manifiesto de la ceremonia.
''Verónica se te ha concedido el don de evitar dolor a aquellos que van a morir, muchos nos miran con miedo, otros con rabia, otros quieren silenciarnos, Dicen que actuamos contra Dios y contra la naturaleza, hoy celebramos que tenemos una nueva hija entre nosotros por eso renunciarás a todo cuanto conoces, olvidarás todo cuanto sabes ahora convocamos a tu parte viva para que se una a tu lado inmortal para hacerte formar parte de nuestro mundo, Te hemos tapado los ojos en señal de que vas a ver con una mirada distinta todo cuanto te rodea, te hemos atado en señal de compromiso con tu nueva vida y ahora vamos a sumergirte para así simbolizar que muere tu antiguo tú abandonando todo cuanto te rodeaba en tu vida de mortal'', Verónica empezó a resoplar mientras notaba como la respiración se le entrecortaba, una mujer con el pelo gris y los ojos verdes se acercó a ella y la condujo dentro del agua, la mujer cogió a Verónica de la cabeza mientras se acercaba a su oído y le susurraba que todo saldría bien, tras esto hundió a Verónica en el agua haciendo fuerza a la vez para que no saliera, Verónica empezó a forcejear pero cada vez menos, notaba en medio de la oscuridad como las fuerzas le abandonaban, cuando la mujer notó que Verónica no forcejeaba dejó de presionar la cabeza y salió del lago, en medio de la expectación todos comentaban que estaba tardando demasiado en salir, pero una burbuja salió a la superficie y Verónica ascendió, empezó a caminar hacia la orilla del lago, su aspecto había cambiado, estaba completamente pálida, y su piel ahora era tan fría como el día que se desvaneció, Verónica se dirigió al centro y le colgaron de nuevo la triqueta que al entrar en contacto con su pecho emitió un destello que la envolvió e instantes después cesó.
Tras esto nadie dirigió la palabra a Verónica ni si quiera la mujer que la había sumergido en el agua, Verónica avanzó y siguió el sendero que llevaba al sitio donde había aparecido ella, empezó a correr y cuando notó que todo se ralentizaba cerró los ojos, al abrirlos estaba en casa, de repente se acordó de Dalila, bajó a la despensa y cogió a Dalila y la arrastró hasta la puerta de la casa, la ató con las manos a la espalda y salió de casa, la llevó a un bosque y empezó a preguntarse donde estaba Eric, Verónica ató a un árbol a Dalila y empezó a golpearle pero Dalila no hablaba, cogió el machete que tenía en el cinturón y empezó a hacerle cortes en la cara, pero Dalila seguía sin responder, Verónica desenfundó el machete y amenazó con clavárselo a Dalila, cuando Verónica se acercó a Dalila empezó a notar como temblaba el suelo, cerró los ojos y los de Dalila al abrirlos aparecieron en medio de un campo, Verónica cogió a Dalila del brazo y le arrastró a Lo lejos podía ver a Eric rodeado de una muchedumbre cubierto de arañazos y con la nariz partida, aún estaba vivo, pero vio que una soga colgaba de su cuello, el verdugo se acercó a el y le puso una bolsa negra en la cara, cuando el verdugo estaba a punto de accionar la palanca Verónica irrumpió en medio de la muchedumbre pensando que eran muchos y ellos dos, Verónica se quedó apuntando con el machete a Dalila.