En lo que alguna vez fue el gran castillo de Daigo, atrapados entre las llamas y los escombros cayendo mientras ardían como el mismo infierno; tres vidas yacían tranquilas, en calma, solamente esperando el amoroso abrazo de la muerte para poder expiar sus culpas.
«Tahomaru... Mi pobre hijo...» — Murmuró aquella pobre mujer mientras acariciaba los suaves y rebeldes cabellos de su hijo, que estaba inconsciente en su regazo. Ella no podía hacer nada más por él, éste era el destino que había tomado, pero al menos podía irse en paz después de haber visto a su hijo mayor una vez más, de poder tocar su piel y tenerlo en sus brazos como debió hacerlo cuando era apenas un ser indefenso.
«madre... por favor... aún no...»— suplicó el joven Tahomaru con la poca fuerza que aún tenía, aún no estaba listo para morir, algo le decía que aún tenía asuntos sin resolver, tenía que hacer tantas cosas todavía antes de dejar éste mundo ¿Pero cómo escapar de un trágico destino? No tenía la respuesta, estaba demasiado débil y cansado para pensar, muy apenas podía mantener los ojos abiertos y sus pulmones los sentía a punto de quemarse debido a la gran cantidad de humo que estaba inhalando.
«no... no estoy listo.. m...madre»— volvió a murmurar una vez más, está vez un poco más claro para llamar la atención de su madre.
Ella lo escuchó, lo había oído desde el principio, pero solamente le miraba tranquila y en paz, rezaba por las almas de los presentes en esa habitación en llamas, suplicando el perdón
«Aún no estás listo» — Finalmente respondió, entendiendo los deseos de su hijo menor, admiraba las ganas de vivir que aún le quedaban a su pequeño.
«Lo entiendo, tu destino aún no termina, aún tienes una misión en está vida» — le sonrió con dulzura mientras acariciaba todavía sus cabellos con la misma ternura; entonces se incorporó, ayudando a su hijo a ponerse de pie con la ayuda de Jukai, que al igual que ella había elegido morir.«Por favor, cuide de Hyakkimaru por mi» — le pidió el hombre al muchacho — «Digale que lo lamento mucho...»
«Hijo mío, recuerda que mientras vivas, yo estaré viviendo también en tu corazón... Jamás lo olvides, en las noches de soledad la brisa fresca del viento serán mis brazos que con amor te envuelven para darte un abrazo, las estrellas serán mis ojos para velar por tu sueño y si tú sonríes, yo voy a sonreír, cuando llores yo lloraré contigo.. ¿Entiendes hijo? Yo estaré contigo aunque no puedas verme físicamente...» — con esfuerzo ella los llevó por otro pasadizo, esté conectaba también al exterior, sin embargo nadie a excepción de ella conocían su ubicación.
Estaba en otra habitación, para llegar a ella había sido necesario soportar el intenso calor de las llamas, Tahomaru recibió quemaduras en parte de su cuerpo, pero las ganas de vivir eran más grandes y fue eso lo que le permitió soportar el dolor.
Finalmente, el pasadizo fue abierto, no había tiempo ya, en segundos el lugar se iba a venir abajo; entre los dos empujaron la chico al pasadizo y después todo dependería de él. La mujer sonrió tranquila, sus hijos estarían bien... Ella podría esperarlo un poco más y sólo esperaba no verlo pronto.Tahomaru al estar casi a salvo de las llamas, comenzó a arrastrarse por el estrecho túnel con sus limitadas fuerzas; tenía que vivir, aún tenía que hacer algo, lo presentía en el fondo de su alma, aún tenía que ver a alguien, tenía que hablar con esa persona y remediar las cosas.
Aún había tiempo, aún estaba a tiempo de remediar sus errores, de compensar el daño que su padre había causado en su hermano mayor, y por supuesto, también de asegurarse de que lo que alguna vez fueron las tierras de Daigo sobrevivirán, que prosperarán por un largo tiempo.«Tengo que... Hyakkimaru... Hyakkimaru... » — murmuraba una y otra vez mientras se arrastraba por el túnel, no sabía si por la adrenalina o por la gran voluntad que aún conservaba, pero sentía que recuperaba las fuerzas suficientes para salir con rapidez de allí.
«Hyakkimaru... Hyakkimaru.. Hyakki... maru...» — había seguido de la misma forma hasta que finalmente vió un poco de luz, olía a aire fresco, se estaba acercando, pero entre más lo hacía su vista se nublaba, nuevamente el agotamiento se apoderaba de su cuerpo, pero aún así no se detuvo, continuó hasta el final, continuó hasta que sintió una leve brisa fresca de aire golpeando su piel, dejó escapar un gran grito de dolor al momento de salir y finalmente... Cayó inconciente de nuevo, pero al menos ahora estaba a salvo y fuera del peligro de las llamas.
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Please Don't [Hyakkimaru x Tahomaru]
FanfictionAdvertencia: Shonen-Ai (relación chico x chico) Nota: ★Los personajes no son de mi propiedad ★Ya sé que son hermanos ★Esto es un semi Au, basado en el último capítulo del anime. Sinopsis: No hay forma de que haya sobrevivido, yo vi como colapsó el c...