10. Cuando te diga "te quiero" no termina allí sin decir "yo tambien te quiero"

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Gaston

La tarde era perfecta. No hacía ni calor, ni frío, el clima era muy agradable, el cielo estaba ligeramente nublado y según el pronóstico del tiempo no lloverá hoy. Es por eso que con Luna, Mateo y Nina, decidimos salir a pasear un rato. Ya teníamos días que queríamos salir, hacer algo los cuatro juntos, pero esta última semana el clima no fue de gran ayuda, pues estuvo lloviendo.

-¿Jugamos? - los tres volteamos a ver a Mateo que se nos había desaparecido, llegar con un balón de fútbol en las manos -

-Prepárate para perder, Mateo Balsano.

Escucho a Luna decir mientras se amarra el cabello en una coleta alta. Nina a su lado ríe y se quita los lentes para dejarlos a un lado de su mochila. Los cuatro nos adentramos a la cancha del parque. Mateo y Luna no dejaban de decirle al otro que perdería, mientras Nina solo, seguro, pensaba en las posibles caídas que puede llegar a tener al jugar.

-Gaston y yo somos equipo - escucho a Mateo decir -

-Nina y yo les patearemos el trasero - la mexicana rodea con un brazo en cuello de mi novia y mira con una expresión de satisfacción a mi amigo que ríe, encantado con Luna. Aunque siempre me lo niegue -

-Te tienes mucha fe. Solo no llores cuando pier...

-¡Juguemos!

Unos minutos después las chicas... pues iban perdiendo. Mateo no dejaba de lanzarle comentarios al respecto a Luna que parecía hormiguita detrás de la pelota.

No quiero sonar presumido, pero era algo que se esperaba.

Nina, pues era Nina, y no se mataba de cansancio corriendo detrás de la pelota como si su vida dependiera de ello.

Corri hacia Nina que tenía el balón a sus pies y se encontraba junto a nuestra porteria. Luna le grito algo a lo que no le preste atención.

-¡Gaston! - grito cuando la abrace de la cintura elevandola del suelo y evitando que metiera un gol - esto es trampa.

Reí. Sin soltarla y nuestras ella decía que era un tramposo, le pase el balon a Mateo que no tardo en correr con Luna detrás suyo tratando de quitárselo y gritándole que éramos unos tramposos.

-¿Que dices? No escucho a malas perdedoras.

La baje, pero como me costaba mantenerme lejos suyo, no solté su cintura. La pegue a mi pecho y sonreí al verla que ella lo hacía.

En maldito juego podía esperar.

-¿Que? - solto. Se encontraba nerviosa. Me parecía tierna la manera en que se sonrojaba por los nervios, el como hablaba cosas sin sentido debido a eso - ¿Tengo algo en la cara?

Negué.

-Solo admiro lo hermosa que eres, amor.

Sonrió. Adoraba su sonrisa.

-Te quiero.

Dijo en un tono bajo que hizo que el corazón me saltará contra el pecho, tal cual pasaba siempre que Nina me decía esas dos palabras. Eran pocas las veces que ella era la que tomaba la iniciativa de decirlo. Podía contar con los dedos de una sola mano las veces que Nina lo decía primero. La mayoría del tiempo yo era quien se lo decía y ella me daba segunda.

-Yo tambien te quiero.

-¿Que no tu no escuchas a perdedoras?

-Hago mis excepciones cuando la perdedora es la chica que me gusta.

-Convenenciero.

-Eres mi perdedora favorita.

Bese sus labios castamente.

Que bonitas eran esas dos palabras cuando salían de los labios de Nina.

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Nota:


Tarde pero seguro.

Perdonen si tiene algún error, son las dos de la mañana me estoy muriendo de sueño pero tenia las ideas para este capitulo y no podía dormirme sin escribirlo.

Nos leemos en el siguiente.

Siempre Juntos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora