14. Borra sus lagrimas y se su apoyo

993 40 5
                                    


Gaston

Estaba de verdad muy preocupado.

Nina seguía sin responder mis mensajes, mucho menos mis llamadas. Ayer por la tarde fui a su casa a buscarla, despues de que no supiera nada de ella en todo el día. Ana fue quien me resivio:

—Buenas tardes, Ana. ¿Se encuentra Nina?

No había asistido a clases, no respondia mis mensajes, ni llamadas.

—Hola, Gaston. Nina se encuentra en su habitación, pero...

—¿Puedo pasar a verla?

—Esta muy enferma, pesco un fuerte resfriado y créeme que no quedras contagiarte - mire a Ana no muy conforme con su respuesta. Algo oculta -

Créame, no me preocupa, de verdad me gustaría ver a Nina y...

—Gaston - me interrumpió soltando un suspiro - no le digas a Nina que te dije, pero la verdad es que ella no quiere verte, en realidad no quiere ver a nadie.

A pesar de que moría por verla y saber que le sucedía, respete la decisión de Nina y regrese a casa. Pensé que dándole su espacio luego ella se comunicaria. No lo hizo. Ni tampoco asistió a clases de nuevo.

Convencer a la señora Ana para que me dejara ver a Nina no fue sencillo, pues me aseguraba que su hija era la que le decía que no quería ver a nadie. Al final, logré convencerla y no dude en ir a la habitación de mi novia.

Toque la puerta en espera de una respuesta.

—Mamá, de verdad quiero estar sola.

—¿Ni yo puedo pasar? - dije abriendo lo suficiente la puerta para asomarme -

—Gaston, ¿que haces aquí?

Nina que se encontraba acostada, se sienta sobre esta y me mira con sorpresa. Supongo que no esperaba encontrarme tocando a su puerta.

—¿Puedo pasar? - note como dudo su respuesta, pero termino asintiendo - ¿como estas? Estaba realmente preocupado, Nina. Tú nunca desapareces así.

Me senté al borde de su cama quedando frente a frente. La miré detalladamente; no traía puestos los lentes, su cabello estaba algo desordenado, vestida una sudadera grande y sus ojos, mejillas y nariz estaban rojas, señal de que había estado llorando.

—¿Que sucedió, Nina? Sabes que puedes confiar en mi, si así lo deseas puedes contarme, aquí estoy para apoyarte y ayudarte en lo que sea, y si no quieres hablar, estoy para acompañarte, pero no te alejes.

Siguió sin decir nada. Vi como su labio inferior comenzó a temblar. Estaba por decir algo más, cuando se lanzó a mis brazos. No dude en rodear su cuerpo y abrazarla con fuerza cuando comenzó a llorar.

No dije más, solo la dejé desahogarse. No la solté un solo segundo hasta que fue ella la que poco a poco se alejo al estar más calmada, quedando sentada frente a mi con la mirada en sus manos.

Acaricie su mejilla húmeda e intente con mis dedos limpiar sus lágrimas.

—Alguien hackeo m-mi cuenta y elimio todo - entre balbuceos comenzó hablar - no dejo nada, seguidores, publicaciones, borradores, nada. Esta en cero.

—¿Que?

—S-solo desperté y-y ya no había nada - negó levantando la mirada. El corazón se me estrujo al verla llorar - todo mi esfuerzo y trabajo que hice para que la página creciera, ya no esta. Gaston, no es justo.

—Amor - volví abrazarla, deje que se recostara en mi pecho y rodee sus hombros pegandola lo más posible a mi - Claro que no es justo.

—Seguro me veo ridicula llorando por una página.

—Hey, claro que no. No vuelvas a pensar eso - asegure rápidamente - que estés así es más que entendible, amor. Todo en esa página era el resultado de todo tu esfuerzo y dedicación. Es más que comprensible que te sientas así.

No dijo nada. Yo tampoco dije más. Solo permanecimos abrazados mientras ella lloraba en silencio.

—No termino de entender porque me hicieron esto - habla después de unos minutos -

—Hay gente muy mala, mi amor. Haremos todo lo que sea necesario para recuperar tu página, Nina.

—No me gusta ser pesimista, pero eso será imposible. Borraron todo.

Suspire. Pase mi pulgar por su mejilla, secando las pocas lágrimas que mantenían húmeda su piel.

—Tranquila, todo va a estar bien - bese su frente -

Sabía que ninguna de las palabras que le dijera iban a consolarla en estos momentos. Así que solo me quede a su lado, sin soltarla.

Siempre Juntos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora