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Lauren llegó finalmente hasta la terraza de Camila, donde pisó firmemente y suspiró de alivio.

Casi se cae por trepar el árbol.

La morena no estaba en la terraza sentada como siempre, así que la oji verde se dirigió con cuidado al cuarto de Camila, donde tocó la puerta para entrar al cuarto.

La de ojos castaños algo asustada se sentó en su cama, pero al ver la silueta de Lauren soltó un gran suspiro.

—¿Lauren?—preguntó.

—¿Puedo pasar?—preguntó del mismo modo la chica.

Camila mordió su labio nerviosamente y tomó una almohada que colocó en sus piernas para apoyar sus brazos y verse más natural.

—Adelante.—dijo y la oji verde se adentró.

Sonrío al ver a la morena y se sentó con ella en la cama.

—¿Qué hacías? no te vi fuera y ya sabes... me asusté un poco.—rio nerviosa.

Las mejillas de Camila se colorearon de un hermoso rojo.

—Escuchaba música...—tartamudeó.

Lauren asintió y sus ojos vagaron por el cuarto de la morena.

—Que lindo cuarto—soltó una risita—no te preocupes, verás el mío algún día.

—¿Algún día?—preguntó con la de ojos castaños, haciendo a la pálida asentir con la cabeza.

—Me recuerdas a Rapunsel, siempre encerrada en su torre.—divagó.

Camila rio.

—¿Entonces tú serías cómo el príncipe?—soltó curiosamente.

Lauren hizo una mueca.

—Prefiero ser una princesa también. Oh, quería darte algo...—buscó en su mochila, hasta sacar un color.

La morena jadeó de sorpresa.

—¡¿Un color que tiene una punta de cuatro colores?!—lo tomó de las manos de la oji verde y rayó su libreta, una línea colorida apareció.—¡Genial!—rio felíz.

Se quedaron un tiempo charlando hasta que la madre de Camila tocó la puerta, en ese momento Lauren corrió al balcón a retirarse lo antes posible.

◀ѕιттιng▶ CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora