- Hola, seguro que te preguntas que hago, porqué te busco, porqué te hablo...
Soy yo... Me recuerdas porque soy ese chico que una vez amaste.
Sí, soy yo quien te habla...
Qué tal te va? Quiero saber de tí, saber que fue de lo nuestro, si de verdad ese adiós marcó una despedida con tanto lamento.- Pienso en ti y me da rabia, ahora el cielo no tiene ese amanecer azulado. Quizás siempre fue mejor estar cada uno por su lado.
-Nada de lo que nos sucedió fue prudente. Fueron diez meses, diez meses los cuales compartimos tragos amargos y otros de dulzura y todo se nos subió a la mente.
- Los dos fuimos culpables de lo que sucedía cada noche en la habitación, aunque fuiste mi oasis, mi mente se desbordó, mil y un aciertos, pero el error no siempre implicará un perdón.
- Me dices de perdón el cual no merezco pero dime qué hicieras tú si yo te hiciera lo mismo a ti, que te convertiste en hechicera tomando el control sobre mí, maldiciendo mis noches, convirtiendolas en desvelos y pensamientos que recaen en tí.
- No se puede dar la vuelta a lo que el destino trajo con destreza. Me llamas hechicera cuando eras tú el mago que me marchitó con cada trago. Mi cama se desvela, no hay roce ni calor, una noche más en vela.
- No lo ves, todo esto nos ciega, lo real se convierte en un contrincante del cual los dos somos rival, derramábamos todo con nuestro aliento que mantenía el calor de nuestros labios.
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Culpables de un mismo Oasis
RomanceDos locos enamorados, heridas y cicatrices que les corrompen y un mismo objetivo, volver a empezar, un reencuentro en la cuna donde su amor surgió.