100 Momentos

One-Shot - 4

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Eunhyuk es un garabateador y siempre lo ha sido desde la infancia. Desde el momento en que recibió un crayón, Eunhyuk estaba dibujando o escribiendo cosas. A su madre a menudo le gusta entretenerlo con historias de cuántas veces tuvo que frotar o repintar las paredes de la casa cuando era un niño. Incluso una vez tuvo que tirar una de las camisas de trabajo de su padre porque él había garabateado todo con un marcador rojo permanente.

En la escuela primaria, Eunhyuk a menudo era regañado por sus maestros porque, en lugar de prestar atención a las lecciones que se impartían, estaba demasiado ocupado haciendo garabatos. En los márgenes de sus cuadernos, siempre había caricaturas de sus maestros y compañeros de clase, personajes de dibujos animados al azar e incluso solo listas de lo que le gustaría hacer. En cada página de cada cuaderno, los garabatos cubren cada pulgada de cualquier espacio en blanco.

Como un adolescente, había menos caricaturas y muchos bocetos más detallados a medida que refinaba sus habilidades. Eran sobre todo rasgos faciales que lo fascinaban. En décimo grado, los dibujos de la nariz y los labios de su primer novio llenaron las páginas. Cada página en su cuaderno parecía un homenaje a su entonces novio. Pensando en eso ahora, lo hizo reírse de lo tonto que debe haber parecido a sus compañeros de clase a su alrededor o incluso a su ex.

Fue alrededor de ese tiempo que también comenzó a obsesionarse con las listas. A veces las listas eran simplemente cosas que necesitaba hacer, otras veces era una lista de sus canciones favoritas de un artista o una lista de sus cosas favoritas sobre lo que le rodeaba.

No ha cambiado mucho con respecto a ese hábito; todavía pasa tiempo garabateando y haciendo listas al azar como adulto. No va a ninguna parte sin una libreta en la mano. Siempre hay una con él durante las reuniones en el trabajo o cuando está sentado en casa. No es alguien para quedarse quieto por mucho tiempo, y sus manos siempre están en constante necesidad de algo que hacer. Su madre siempre bromeaba con que las manos ociosas eran los juguetes del diablo. Cuando se trataba de Eunhyuk, esto era positivamente la verdad.

En más de una ocasión, su amigo y compañero de trabajo, Sungmin, lo ha atrapado haciendo garabatos y haciendo listas. Al principio de su relación con Donghae, incluso descubrió que Eunhyuk escribía una lista de las características físicas de Donghae que más le gustaban, para su vergüenza.

Desde que comenzó a salir con Donghae, sus libretas se han llenado de bocetos de los ojos de Donghae.

Fueron lo primero que Eunhyuk notó sobre el otro hombre. Eran un rasgo tan distintivo en la cara de su pareja, e inmediatamente cautivaron a Eunhyuk.

La noche que se conocieron, vio a Donghae sentado con sus amigos en uno de los rincones del club. Fue su amigo, la camisa brillante de Heechul, lo que llamó su atención, pero cuando su mirada recorrió el resto de la mesa, Donghae lo aturdió por completo. Justo mientras miraba hacia la mesa, el otro hombre echó atrás la cabeza en lo que Eunhyuk solo pudo suponer que era una risa fuerte en ese momento, y se sintió fascinado por la audaz reacción. Sin embargo, cuando Donghae bajó la cabeza, Eunhyuk se encontró mirando directamente a sus ojos. Lo habían congelado en su lugar. Incluso en la tenue iluminación del club de baile, los ojos de Donghae lo hechizaron; eran hipnóticos.

Los ojos de Donghae son expresivos de la forma más extraña en que Eunhyuk se ha encontrado. Hicieron que el hombre pareciera como si siempre estuviera perpetuamente al borde de las lágrimas. Esto fue a pesar del hecho de que Donghae casi siempre está sonriendo. Sus ojos siempre se ven tristes y hacen que Donghae parezca que está pensando en algo miserable.